domingo, 17 de marzo de 2013

TOO BIG TO JAIL

Ya conoces mi opinión sobre la forma en que los gobiernos están intentando solucionar la crisis desde 2008. Con el rescate público al sector financiero y del automóviles, tras la caída de Lehman, murió formalmente (o cayó en coma profundo) el capitalismo. Esa imperfecta forma de organización económica, susceptible de mejorarse y que es la menos mala que la historia nos ha mostrado, fue gradualmente sustituida por otra mucho peor, la de la dictadura financiera actual, donde unos pocos sujetos con cargo público deciden financieramente quién vive, quién muere, y quién se forra, en este Titánic macroeconómico. Esta represión tiene muchas vertientes, por ejemplo, la de manipular libre y abiertamente los mercados financieros (tanto de palabra como con dinero público), una práctica que si la ejerciéramos tú o yo probablemente acabaríamos en la cárcel. Otro flanco de dicha dictadura es cómo diariamente las autoridades transfieren riqueza del contribuyente a la banca, generando inflación para el pueblo, subiendo el precio de los activos para la banca, prestándole casi gratis lo que no está escrito y recomprando a la banca la deuda pública recién emitida por los gobiernos. Un sinfín de regalitos a uno de los principales lobbies mundiales. En el plano mercantil, otro golpe al capitalismo fue regalarles una contabilidad más generosa (flexible) para la banca y más opaca para la sociedad (inversores, empleados, clientes). Ya sabes, "ojos que no ven, corazón que no siente" es la principal herramienta de los dictadores para apaciguar al pueblo. Les basta con decir que es por tu propio bien, para protegerte de ti mismo, no sea que conozcas la realidad que ellos sí conocen y actúes en contra de lo que ellos deciden que te conviene. ¡No cargues con la pesada mochila de la responsabilidad que va asociada a la libertad! Ellos generosamente lo hacen por ti y por mí.

En alguna ocasión te he comentado que cuando empezó esta anarquía monetaria temí por la pérdida de democracia que conllevaría. No me refería sólo a la democracia económica, que es la economía de mercado. ¿Por qué pérdida de democracia? No era sólo porque esas medidas monetarias no solucionaran los problemas estructurales que hundían a la economía y que básicamente permitían a los gobiernos prolongar un tiempo sus excesos y a la banca regalarles riqueza del pueblo. Era porque estaba claro que esas mismas autoridades que se saltaban las normas mercantiles más básicas del Estado de Derecho para evitar que algunos sufrieran económicamente las consecuencias de sus decisiones, lo harían igualmente para evitarles sus consecuencias legales (penales). Una vez abierta esa puerta de falta de democracia, el tirano que todos llevamos dentro hace el resto. Por eso existen las leyes, para evitar esa posibilidad. Por eso todos los dictadores utilizan la excepcionalidad como justificación para saltarse las normas. Empiezan por una norma puntual y van añadiendo otras.

Es evidente que hoy seguimos viviendo en el too big to fail (demasiado grande para dejarlo caer). Por eso las grandes instituciones financieras siguen apostando más que nunca en los mercados financieros, dentro y fuera del balance, y con gran apalancamiento, con el dinero fácil de los Bancos Centrales. Lo siguen haciendo porque saben que siguen siendo demasiado grandes para que las dejen caer. De esta forma, si ese riesgo va bien, beneficios para ellos. Si va mal, las pérdidas para el contribuyente o las Instituciones por las que éste responde (la Fed, Freddie Mac, Fannie Mae, Ginnie Mae, etc). Mi temor adicional hoy materializado es que los grandes banqueros no pueden ir a la cárcel, están obviamente por encima de la ley. Es la lógica y previsible prolongación del “too big to fail” hacia el “too big to jail”.

La gran banca americana ha recibido demandas colectivas (los americanos lo llaman “class action”) por diversos temas, entre otros, por embargar decenas de miles de hipotecas sin tener toda la documentación en regla ¡y sabiéndolo! Este caso se ha llamado robo-signing y se ha saldado con un acuerdo monetario a nivel nacional. El robo-signing se produjo porque la banca no daba abasto con su plantilla para afrontar tantos procesos de ejecución. Otro caso de demandas fue el MERS (Mortgage Electronic Register System), donde la banca creó su propio registro de la propiedad para poderse traspasar la propiedad de las hipotecas sin pasar por el registro de la propiedad y pagar sus tasas (muchísimos miles de millones). Además, la banca ha tenido que recomprar a precio de venta miles de millones de dólares en paquetes de hipotecas con pérdidas, presuntamente vendidos de forma fraudulenta a fondos de inversión, de pensiones, etc. En los últimos meses hemos ido conociendo el resultado de las investigaciones referentes a la manipulación recurrente del LIBOR por parte de la banca con el conocimiento y la permisividad de las autoridades. Muchos de estos asuntos han sido investigados y se han obtenido pruebas irrefutables como declaraciones de empleados, emails inculpatorios, etc. Al final, ¿alguien ha ido a la cárcel? NO. ¿Han demandado los fiscales a los directivos de banca? NO. ¿Por qué? Muy sencillo, te explico cómo funciona este juego, que es todo menos democrático.

Los fiscales de cada Estado son empleados públicos que, a menudo, acaban presentándose a alcalde y luego quizás a gobernador. Para ello, necesitan hacerse un nombre de cara a la opinión pública, y vender la imagen de castigadores de un lobbie como la banca es muy útil.

Primero, se hacen eco de esas demandas contra la banca con amplio alcance mediático. Después, en vez de llevar a la banca a los tribunales, aunque haya caso, negocian con la banca un pago por cerrar el asunto. Los directivos de la banca, se ahorran consecuencias legales contra ellos y su entidad, pagando con el dinero de sus accionistas. Además, la banca acuerda “sin reconocimiento de culpa”. El fiscal, en vez de pasarse años en los tribunales (eso supondría demorar su carrera política), luchando por conseguir una sentencia inculpatoria para hacer justicia, anuncia un acuerdo por el que la banca pagará por sus pecados. Con esto, el fiscal se gana la imagen de azote de la banca, luchador por el pueblo, la justicia y bla, bla, bla

Por su parte, Obama (o el Presidente de turno) duerme tranquilo porque ese lobbie que tanto poder tiene, que financia también su campaña y que compra su deuda para revendérsela acto seguido a la Fed (que legalmente no puede comprarla directamente), no se le enfrenta.

En resumen, las castas privilegiadas, cuando hay eventos que claman al cielo, o mejor dicho, a la opinión pública y que van camino de los tribunales, se ayudan entre ellas llegando a acuerdos donde todos lavan su imagen sin llegar a hacerse verdadero daño. 

Sobre el "too big to fail", el viernes, el ex Presidente de la Fed Alan Greenspan dijo en una entrevista a la CNBC que solucionarlo es el asunto regulatorio más importante en este momento y que ve este problema empeorando, no mejorando. También dijo que lo que se ha hecho es poco o nada, que la normativa al respecto, Dodd-Frank, no está funcionando y que prefiere bancos más capitalizados a pesar de que eso conlleva menor crecimiento.  

A continuación te adjunto un link de cuatro minutos de un “heading” (comparecencia) de dos altos responsables del Tesoro y de la SEC (Security Exchange Comission), la CNMV americana,  ante un comité del Senado. Resulta especialmente interesante cuando la Senadora Warren pregunta cuándo, tras las muchísimas investigaciones contra la banca de los últimos años, ha sido la última vez que su Institución ha ido a juicio contra la banca. Ella lo llama TOO BIG FOR TRIAL, popularmente lo llamamos "TOO BIG TO JAIL" (demasiado grande para ir a la cárcel).

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