jueves, 3 de enero de 2013

SUGERENCIAS (DEL BCG) PARA ACABAR CON LA BURBUJA PIRAMIDAL FINANCIERA DE OCCIDENTE

Dice el refrán que cada maestrillo tiene su librillo, es decir, su propia solución al problema que se le presenta. Hoy te resumo algunas ideas que sugiere un informe del Boston Consulting Group para acabar con la actual burbuja piramidal financiera de Occidente sin morir en el intento.

Nuestro actual sistema socioeconómico y financiero lleva aproximadamente tres décadas basando buena parte de su crecimiento en crear más billetes (por parte de los bancos centrales), y bajar los tipos de interés para estimular el crédito, y por extensión, el crecimiento. Eso mismo se podría haber hecho basándose principalmente en el ahorro generado, en vez de espoleando el crédito a diestro y siniestro. Sin embargo, el crecimiento hubiera sido mucho menor. Hoy, los tipos ya están casi a cero, y todo ese crédito acumulado año tras año nos ha llevado a unos altos niveles de endeudamiento que hacen temer por la solvencia de nuestro sistema. Para acabar con esa política del "pan hoy, y hambre para mañana" que llevamos implementando desde hace tantos años (hoy ya es mañana), éstas son las sugerencias del BCG para aplicar en los países desarrollados:
  1. Solucionar inmediatamente el problema de exceso de deuda. Llegados a este punto, solucionar hoy tanto exceso de deuda acumulada como consecuencia de prolongar en el tiempo unas políticas insostenibles requiere una combinación de medidas tales como: quitas (impago literal), restructuraciones (posponer pagos), austeridad, subidas de impuestos, y ciertos niveles de inflación.
  2. Reducir las actuales obligaciones futuras de pago que no están financiadas/provisionadas ("underfunded"). Una vez que la deuda actual ha sido reducida, "reseteada" hasta niveles sostenibles, y con el consiguiente daño infringido a los más ricos (sus activos han reflejado esa pérdida de valor por las quitas), a la clase política le resultaría socialmente más fácil justificar y aplicar los ajustes necesarios a las pensiones y otras obligaciones futuras que hoy son inasumibles.
  3. Incrementar la eficiencia de los gobiernos. Para ello, deberían reducir su tamaño sobre el PIB, es decir: sus gastos, sus beneficios sociales, sus inversiones, etc. (Yo creo que, generalmente, los gobiernos son grandes y bastante ineficientes, lo que implica detraer muchos recursos a la sociedad para utilizarlos peor)
  4. Prepararse para la falta de trabajadores. (El envejecimiento demográfico supone un reto importante social y económico).
  5. Aplicar políticas de inmigración inteligentes. Para intentar atraer inmigración que añada valor.
  6. Invertir en educación. La educación juega un papel crucial para generar crecimiento económico futuro, tanto a nivel nacional como internacional.
  7. Invertir en infraestructuras eficientes. (¿Recuerdas esos nuevos aeropuertos y estaciones de AVE, en España, sin pasajeros? Pues hacer justo lo contrario).
  8. Incrementar la eficiencia en la utilización de las materias primas. Los recursos son finitos. La era de las materias primas baratas se ha acabado, por eso debemos ser más eficientes en su uso.
  9. Cooperación global. (El proteccionismo y cualquier forma de aislamiento nacional, como sistema, es más problema que solución).
  10. Fomentar una nueva ola de Kondratiev. Favorecer social, económica, y legalmente un entorno de innovación y emprendimiento empresarial, como base para sembrar importantes avances que generen una larga época de crecimiento (ola de Kondratiev).
Estas son las ideas propuestas por dicho informe. Coincidamos o no con ellas, creo que son un punto de reflexión interesante.

domingo, 30 de diciembre de 2012

EL FISCAL CLIFF, Y LAS TONTERÍAS QUE LE RODEAN

Como te comenté hace varias semanas, uno de los temas actuales en que más centran su atención los mercados, una vez celebradas las elecciones presidenciales americanas a primeros de noviembre, es el llamado "fiscal Cliff". En torno a este concepto, se suceden variedad de estupideces que me llaman poderosamente la atención.

Fiscal Cliff es el nombre con que se resume el efecto en la economía americana, en el corto plazo, si los legisladores americanos no se ponen de acuerdo para extender, las exenciones fiscales y los recortes programados de gasto federal de la era Bush, que expiran a primeros de 2013. Si no llegan a un acuerdo, demócratas (Obama) y republicanos, para extender parcialmente dichas ayudas, el efecto sería una subida de impuestos de gran calado. Para ponerlo en contexto, el PIB anual americano son aproximadamente $15,8B (trillones para los americanos), sus ingresos fiscales unos $2,6B, y sus gasto público $3,8B (efectivamente, Obama gasta cada año casi un 50% más de lo que ingresa, $1,2B). Las exenciones fiscales supondrían unos ingresos adicionales para las arcas públicas, y contra los contribuyentes (ciudadanos y empresas) de aproximadamente $600.000M. De ser así, EEUU entraría inevitablemente en recesión.

Obama querría subir el tipo impositivo a los ricos, mientras que los republicanos prefieren rebajar las exenciones fiscales a los ricos. Ambos buscan algo parecido pero por distintos medios. ¿Por qué por distintos medios? Obama prefiere la primera opción porque le daría más imagen de Robin Hood, y los republicanos prefieren la segunda porque en los Estados gobernados por demócratas es más común lo de las exenciones fiscales, por lo que les afectaría más a esos Estados que a los suyos, y no quedan ellos tan mal ante su electorado.

En realidad, todo esto es una gran gilipollez, pues hablamos del chocolate del loro. Me explico. Todo apunta a que el acuerdo al que finalmente llegarán supondrá unos ingresos extra de aproximadamente $100.000M. Es decir, EEUU ingresará $2.7B en vez de $2.6B, lo que significa que el déficit anual (lo que se gasta de más sobre los ingresos) pasará de $1.2B a $1.1B, o lo que es lo mismo, hablamos de bajar el déficit del 7,5% al 7% del PIB. Tanto cuento para esto. Para mí, lo realmente preocupante es lo que se evidencia de esta situación: que los países occidentales son incapaces de reducir su insostenible megaestructura de gasto público sembrada durante décadas, más allá de unos pocos flecos. Esto es otra fea indicación que el destino nos da para contestar a la pregunta que yo me hacía desde 2009: ¿Puede realmente Occidente pagar su deuda? Creo que los libros de historia no entenderán como éramos tan tontos para negar lo evidente: si no erais capaces de acercaros remotamente a un nivel de vida que supusiera vivir por vuestros propios medios (sin gastar más de lo que ingresabais), ¿qué duda teníais de que esto acabaría irrevocablemente en la tragedia de impagos generalizados?. ¿Qué diremos? ¿Que no nos atrevíamos a cuestionar la evidente insostenibilidad de nuestro castillo de naipes socioeconómico?

En los mercados, se oyen muchas tonterías, entre las que yo destacaría:
  • “Un acuerdo sobre el fiscal Cliff es bueno para la bolsa”. ¿Por qué? Si renovaran todas las exenciones y prolongaran todos los gastos, sólo estarías igual que en el ejercicio anterior. En el corto plazo hubiera sido neutro, indiferente para la economía. Sin embrago, hubiera provocado, y quizás todavía lo haga, otro más de esos rallies bursátiles basados en “y si los demás lo consideran algo bueno y yo me quedo fuera”. 
  • “Los mercados bajan por temor a que no haya acuerdo sobre el fiscal Cliff”. Los mercados apenas han bajado a pesar de los malos datos económicos ni del fiscal cliff y, años atrás, cuando se hubo agotado tanto el reloj para negociar, las bolsas habían retrocedido 15 ó 20%. Hoy, esto es así porque el mercado está convencido de que habrá algún tipo de acuerdo (lo que se acuerde, probablemente, será lo de menos).
  • “Los mercados suben por rumores de acuerdos en el fiscal Cliff”. Los rumores han sido la constante oficial en otro habitual intento de calentar a los mercados al alza. Además, si el mercado nunca ha caído significativamente por este riesgo, si nunca lo ha descontado en sus precios, ¿por qué debería rebotar cuando éste no se materializa
En mi opinión, esa pandilla de ludópatas descerebrados del mercado deberían pensar un poco y preguntarse: ¿Y si el remedio es peor que la enfermedad? ¿Y si prolongar las ayudas sólo es otro “pan hoy y MÁS hambre para mañana”? Yo creo que, no asumir hoy una ralentización importante del crecimiento a cambio de mejorar un poco (sólo un poco) la solvencia de EEUU, es hacer más grande el verdadero problema: la gigantesca deuda acumulada y proyectada a futuro, gracias al gigantesco desfase fiscal que inexorablemente continuará en los próximos años. Renovar gran parte de las exenciones supone dar otro paso de gigante hacia el verdadero Cliff (precipicio), que es la insostenibilidad del sistema público americano, basado en endeudarse sistemáticamente más, y más, y más, y nunca devolviendo la deuda (sólo se refinancia con más deuda nueva). Europa, lo mismo. 

Hace pocos días, el parlamentario conservador canadiense Pierre Poillievre, con motivo del debate presupuestario, resumió muy bien lo que es Europa y EEUU, y animó a sus colegas a evitar nuestros errores. Poillievre destruyó el mito de la riqueza europea y americana, porque está basada en endeudarse cada vez más. Según él, EEUU fomentó que sus ciudadanos gastaran un dinero que no tenían, para comprarse casas que no podían pagar, con unos créditos (hipotecarios) que nunca podrían devolver, y después, les dio ventajas fiscales por no devolver dichos créditos. También recordó que cuando un gobierno subvenciona/favorece a uno, lo hace a costa de otro, y los excesos de endeudamiento público de una generación son un jugo para la siguiente. Dijo una frase que creo que sintetiza bastante bien las políticas monetarias actuales: 
"Everyone takes, nobody makes, work doesn't pay, indulgence doesn't cost, money is free, and money is worthless."
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