miércoles, 27 de febrero de 2013

¡ESTOS ROMANOS ESTÁN LOCOS!

Esta era una mítica frase de Astérix y Obélix, pero algo me dice que esta vez no son los galos los que lo piensan, más bien los teutones. Las elecciones italianas han confirmado un voto de castigo a la política europea de reformas. No digo de austeridad, digo de reformas estructurales, pues la austeridad como tal, aunque esté de moda presumir de ella, no está siendo más real que los unicornios. Tanto en este continente como al otro lado del Atlántico, cuesta encontrar a alguna autoridad que viva con lo que ingresa, pero queda "chic" decir que, si has recortado gastos y te excedes menos que antes sobre tus ingresos, eres tan austero como un monje de clausura. Perdona pero el populismo no es mi fuerte, así que de austeridad, las dos primeras vocales como mucho.

Realmente, casi todo lo que está ocurriendo en esta crisis era previsible. En realidad, la incertidumbre viene más por los timings, principalmente porque cuando el dinero público anda de por medio, la idioteces puede prolongarse mucho tiempo, y hasta los burros vuelan, temporalmente.

Empezó la crisis y con ella los cantos de sirena de que un exceso de deuda, afortunadamente para todos los de este planeta, se soluciona con más deuda, o para ser más exacto, con mucha, mucha, mucha más deuda. Yo coincido con la idea de solucionar deuda con más deuda si el punto de partida es de poca deuda, porque entonces la cantidad necesaria para activar de nuevo la rueda económica no es grandísima y no supone un riesgo para la solvencia. Crear siempre más billetes para emitir más deuda es la "cómoda solución" que llevan haciendo durante décadas los Bancos Centrales y los gobiernos. Por desgracia, esta vez, el punto de partido de nuestro endeudamiento es el resultado de no haber encontrado nunca históricamente el momento políticamente idóneo para reducir la deuda, por lo que la cantidad con la que entramos en la crisis era ya muy grande. A los seguidores de Keynes más acérrimos, toda la gente de nuestra sociedad a la que le encanta vestir de solidaridad e intelectualismo económico algo tan sencillo como seguir gastando lo que no tenemos y a cuenta de nuestros hijos, les diría una cosa que probablemente no saben: Keynes opinaba que había que aprovechar los años de bonanza para reducir la deuda, para luego tener ese colchón cuando llega una crisis. ¿Acaso crees que Keynes era idiota? Todo el mundo sabe que endeudarse hasta el infinito es una barbaridad. El sólo proponía, como en el cuento de la cigarra, ahorrar en la bonanza para tener reservas en la crisis. Yo también coincido con él, sólo que desde hace tres décadas, nuestra sociedad sólo coge la cara de la moneda más apetecible en cada momento, la de gastarnos permanentemente lo que no tenemos.

El resultado de las elecciones italianas genera incertidumbre sobre la gobernabilidad. Lo que no ofrece duda es que el vencedor, Bersani, es de la onda de Hollande, y no de la Merkel, Draghi, y Monti. La tercera fuerza política, la del cómico (literalmente) Grillo, es todavía más enemiga de la mentalidad de los socios europeos de Italia. La segunda fuerza política sería la de Berlusconi. Sobre el señor del bunga bunga, no necesito decir nada nuevo, sólo recordar dos cosas. Primera, que puede vetar decisiones del Senado, donde es la mayor fuerza política. Segunda, que Merkel y cía se lo cepillaron al amenazarle con que el BCE dejara de comprar la deuda italiana, es decir, utilizaron el BCE, ese banco supuestamente es de todos los europeos confraternizados, para cambiar el resultado de las urnas del tercer mayor país de la zona euro y poner a su candidato. No importa que yo comparta las medidas de Monti más que las de otros, no me cansaré decirlo, prefiero una mala democracia que una buena dictadura.

Como he dicho, era previsible que Europa no cambiara en exceso sus excesos, ni con esta crisis ni con ninguna. Sólo aquellos países más debilitados por la crisis tomarían medidas, muchas o pocas, pero medidas, para calmar el miedo de los mercados, que son los prestamistas naturales de los gobiernos. Otro acontecimiento previsible era que, en algún momento, ganara la elecciones en algún país debilitado un gobierno contrario a las medidas de la Canciller de Europa. Ha sido Italia. Hollande ya tiene otro jugador en su equipo para jugar este partido contra Alemania. De hecho, el Ministro francés de Industria, Arnaud Montebourg, ya ha sugerido que el BCE debería debilitar el euro (como hacen todos los BCs hoy en día), y que "debería monetizar la deuda". Esto sí es una bomba nuclear monetaria, previsible, pero nuclear. Monetizar deuda es la última fase monetaria de un sistema, es cuando ya no puedes mantener tanto desequilibrio (en las cuentas públicas, en tus mercados monetarios, en las divisas, etc), es jugar al Monopoly cogiendo billetes nuevos cada vez que tus decisiones no salen bien.

Desde 2008, era previsible que los irresponsables con sus finanzas, como han sido los gobiernos occidentales, lo fueran también haciendo que sus BCs hicieran peligrosas trampas monetarias, creando billetes nuevos y comprando su propia deuda (además de manipular mercados, optar por una contabilidad más opaca, etc). Todo esto porque vivíamos en un mundo imperfecto pero con mecanismos de ajustes, y la sana casuística de éstos los situaba contra las insanas prácticas existentes y generalizadas. En esa línea, el siguiente paso previsible de pudrimiento de un sistema es la monetización de su deuda, es decir, que el BCE haga billetes, compre la deuda, por ejemplo la francesa (créeme, es un buen ejemplo de futuro), y luego se olvide de que Francia le debe dinero. Lo dicho, trampas monetarias sin fin, pero con la historia como testigo de los efectos devastadores en las economías que han actuado así.

La primera discusión en monetización será: ¿y por qué tu deuda y no la mía?, dirá Alemania en privado. Francia contestará: pues la de todos, y sin límite, así no hay que racionalizar nunca los recursos públicos. Si crees que esto puede funcionar, contéstate una pregunta: ¿por qué no nos vamos todos a la playa mientras creamos billetes sin límites y nos los repartimos? Incluso si no sabes de economía, seguro que tu intuición te dice que eso no puede funcionar. ¿Sabes lo que pasa en el juego del Monopoly si regalas billetes a todos los jugadores? Que esos billetes pierden valor, y la misma propiedad sube de precio porque todos pueden pagar más por ella (gracias a esa trampa monetaria). Entonces, Alemania recordará su hiperinflación de hace casi medio siglo y un sudor frío empezará a bajarle por la frente a Frau Merkel. Por si fuera poco, Francia querrá ponerle la guinda al pastel de este esperpento monetario sugiriendo: ¿por qué no creamos eurobonos, que así pareceremos todos muy unidos? Con esa perspectiva, los ingleses dirán: suerte que no entramos en el euro con esos pirados monetarios (aunque ellos juegan al mismo juego), y Alemania seguirá haciendo la maleta.

Otro punto interesante serán las elecciones alemanas en septiembre. Si gana Merkel, lo que hoy parece más probable, todo seguirá igual. Si ganara mucho peso la izquierda y los verdes, como acaba de pasar en unas elecciones regionales, la cosa cambia. Primero, porque son de la onda monetaria de Italia y Francia, lo que generaría verdadero pánico en aquella parte de la sociedad alemana más ortodoxa monetariamente (reconocidos economistas y CEOs de multinacionales). Segundo, porque el Constitucional tendrá que trabajar de lo lindo, cuando algunos detractores exijan referéndums internos ante unas decisiones monetarias y de endeudamiento que son una cesión de soberanía del pueblo hacia la élite gobernante en Europa. Vamos, el mismo sapo que hoy nos comemos los PIIGS pero para el líder del pelotón. En resumen, además de la propia desunión europea, Alemania pasaría a sufrir la desunión interna que hace tiempo que sufrimos otros países, como España.

domingo, 24 de febrero de 2013

SOBRE EL MONSTRUO DE BERNANKE

Tras mi último artículo, un amigo me preguntó sobre si todo esto que publico realmente es así, tan dramático, tan duro, y tan claro. Hoy quiero resumir algunas ideas sobre la relación mercados-economía. Yo no sé cómo estarán mañana los mercados de deuda, bonos, o de tipos de cambio, lo que sí sé es:

  1.  Los mercados hace tiempo (varios años) que cotizan al alza las promesas de los dirigentes monetarios sobre en qué activos van a seguir metiendo dinero público, en vez de valorar con su criterio si un activo está barato o caro como para invertir. Han sustituido las previsiones económicas por las promesas implícitas de rentabilidad al inflar los BCs más y más la burbuja monetaria actual. ¿No te parece una útil definición de burbuja "cotizar largo tiempo muy lejos de la realidad"? Fisher, Presidente de la Fed de Dallas, reconoció recientemente: "The Fed has artificially sustained markets". Si es que todo esto que yo digo, no es ningún secreto, lo que ocurre es que la mayoría de la población no está diariamente en contacto con estas realidades, por eso no es muy consciente de ellas.
  2. Estas grandes y largas manipulaciones de los mercados para que coticen un deseo en vez de la realidad, entendiendo por realidad el legítimo criterio de los mercados basado en su información disponible en cada momento, históricamente no aportan riqueza a la sociedad sino lo contrario, grandes catástrofes. Tarde o temprano, ocurre algún evento no controlado por los controladores de todo, y los precios vuelven a reflejar la realidad. Ese movimiento de ajuste hacia la realidad, suele ser abrupto, muy rápido, lo que daña doblemente a la economía y la sociedad. Hemos vivido dos burbujas desde el 2000, y para paliar sus efectos, estamos empalmando/inflando una tercera, la mayor jamás creada. No creo que nunca se haya aumentado la masa monetaria mundial por valor de casi un 20% del PIB mundial en cuatro años, y menos para meterla a dedo en un sitio (los mercados). ¿De verdad crees que semejante barbaridad/exceso puede salir gratis, cuando los otros excesos pasados no lo han sido? 
  3. Cualquiera que sepa mínimamente de economía, coincidirá en que estas políticas monetarias consistentes en parches, que no en soluciones, no pueden ser eternas, pues por su naturaleza suponen inexorablemente conducir hacia un precipicio. Este argumento siempre ha sido reconocido por las autoridades que implementan estas medidas, por eso siempre las califican de temporales y de efecto limitado, aunque jueguen mediáticamente a insinuar que el final nunca llega. De hecho, apenas ha empezado a corregir la bolsa y el dólar, y Bullard, Presidente de la Fed de St. Louis, ya estaba diciendo: "Fed policy is very easy and it's going stay easy for a long time". El castillo de naipes creado es tan evidente que requiere constantemente volver a prometer, con palabras y/o más inyecciones monetarias, rentabilidad a los inversores para evitar que éste empiece a tambalearse.
  4. Hoy, la magnitud de ese distanciamiento de las cotizaciones con la realidad es gigantesca, y lo es porque las cantidades inyectadas por los Bancos Centrales para ello, lo son. Para mover un trasatlántico hace falta mucha fuerza bruta. ¿Cuánto crees que hace falta para sostener artificialmente las principales economías y mercados de este planeta durante cuatro años? Sirva como ejemplo que cuando Bernanke estudió lanzar el QE2, consultó con los brókers del mercado cuánto dinero tenía que meter para poder mover los mercados, cuánto necesitaba para manipular los precios al alza. Esto no es un secreto de la CIA, es algo público, y que pone los pelos de punta.
  5. Los propios profesionales del sector financiero saben que esta situación es insostenible, aunque su posición les exija decirlo prudentemente. Blankfein, CEO de Goldman Sachs decía hace poco: ¿cuán largo es el puente que puden fabricar los Bancos Centrales? Un analista de DB estimaba que las diferentes bolsas cotizan al alza entre un 15% y un 35% lo que él llamó "la prima de la esperanza". Otro de Goldman Sachs decía sobre las subidas bursátiles: "¿Explicación? A caballo regalado, no le mires el dentado". M. Cembalest, de JPM AM, llamó a la reacción de los mercados por Draghi "el mayor encantamiento desde las tres brujas de Macbeth". Un sinfín de economistas lo están gritando a los cuatro vientos. El Banco Int. de Pagos de Basilea, lleva tiempo advirtiendo del riesgo de burbujas por prolongar estas políticas monetarias. El Ministro de Finanzas de México, advirtió hace poco del riesgo de burbujas. Sus homólogos de los países emergentes, que ven entrar el dinero especulativo en sus mercados, lo mismo. En Suiza y en Suecia, en las últimas semanas, sendos Bancos Centrales han impuesto a sus bancos capital adicional por su cartera de préstamos inmobiliarios, tras haber advertido en los últimos meses sobre el riesgo inmobiliario del país. Es una interminable lista de personas, instituciones, datos, etc que, desde diversos ángulos, te ayudan a conocer la realidad en la que estamos, y ésta es MERIDIANAMENTE CLARA PARA EL QUE TENGA ESTÓMAGO CAPAZ DE DIGERIRLA.
  6. Todas los burbujas que hemos conocido recientemente (ya no digo las de siglos atrás), nos han mostrado lo mal que acaban, y que el mucho daño que infringen se magnifica con su duración y su tamaño. ¿Otra vez nos agarraremos al "this time is different" simplemente porque no nos gusta el resultado? La esperanza y el deseo cumplen una función vital en el ser humano, la de estimular, pero cada vez que se usan como argumento o sustituto del mismo, hay grandes catástrofes.
  7. La insostenibilidad de excesivas acumulaciones de deuda pública, y de proyecciones futuras, es lo que principalmente ha provocado que los BCs hagan tantos billetes y manipulen los activos, para prolongar ese exceso. ¿Tiene que bajar Dios desde una nube para decirnos lo que hasta la gente más inculta sabe?: Si vives gastando más de lo que ingresas, te irá muy mal. Si lo entiendes así para ti, para tu hermano, y para tu comunidad de vecinos, ¿por qué crees que le funcionará a Obama, o a España, o a Francia? ¿Sólo porque no es un efecto inmediato?
  8. ¿Por qué seguimos por el mismo camino? Porque nuestra sociedad es cortoplacista por naturaleza. Cualquier relación causa-efecto nos la creemos en función de si esa relación se cumple de inmediato. Si no lo pago casi en el acto, es que es gratis. Recortar hoy un exceso de plantilla, pública o privada, aumenta hoy la lista de parados, pero ayudar a sanear la empresa/institución, lo que mejora su futuro, y con él la posibilidad de crecer, lo que seguramente requerirá volver a contratar. Como sociedad y como democracia, preferimos el placentero corto plazo rabioso, que el sacrificado pero más prometedor futuro. El populista consigue votos más fácilmente que el serio, responsable, y realista. Somos así. Yo lo veo a diario con los inversores. Yo necesito muchos argumentos y éxitos empíricamente demostrables para estimular su sensatez hasta un nivel que esta sea capaz de vencer en la lucha con su avaricia. Su avaricia, por el contrario, crece con sólo escuchar al primer trilero del sector financiero que pasa por delante. 
Yo no sé cuál será, ni cuándo aparecerá, ese catalizador que pinche la actual burbuja monetaria global. A menudo, suele ser algo imprevisto, no estimado. El hecho de que los "Minutos de la Fed" sugiriesen que sus miembros plantearan dejar de meter más dinero público, algo que debía ocurrir en algún momento ya que viajamos hacia un abismo de distancia desconocida, es claramente un posible catalizador para desencadenar todo eso. También es posible que el mes que viene Bernanke diga cuatro palabras insinuando que seguirán metiendo dinero para intentar reinflar la burbuja. Lo realmente importante es que todas esta idas y venidas te acaben de convencer de lo que es esto, sencillamente una burbuja financiera global, y como tal, insostenible y nociva. A partir de ahí, que cada palo aguante su vela como crea mejor. Con evidencias constantes por todo el mundo, el día que vengan mal dadas, no valdrá decir: "yo no lo sabía".

Tú decides lo que quieres creer, y a quien. Por ejemplo, hace dos semanas, Jeremy Stein, Gobernador de la Fed, dio un discurso titulado "Overheating in Credit Markets" (Recalentamiento en los Mercados de Crédito). Contrariamente, unos diez días después, Bernanke, Presidente de la Fed, minimizó el riesgo actual de burbujas. El mismo Bernanke que repetía, desde el inicio de la crisis subprime en 2007, cuando le preguntaban por los riesgos: "everything is contained". Un lince, ¿eh? El mismo que cuando le entrevistaron en la CNBC en 2005, y le preguntaron sobre cuál era su peor escenario de caída del precio de los inmuebles, respondió: "I guess I don't buy your premise, it's a pretty unlikely possibility. We have never had a decline of house prices on nationwide basis". Ahora, entenderás que con el historial predictivo del chófer de este planeta, me entren ganas de apearme.
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