jueves, 7 de marzo de 2013

¡FELICIDADES DOW JONES INDUSTRIAL!

El martes pasado, el índice bursátil Dow Jones Industrial, conocido habitualmente como DowJones, marcó un nuevo máximo histórico, tras un rally de cuatro años. El 6 de marzo de 2009 el índice marcó el nivel mínimo de 6469.95 puntos, y el 5 de marzo de 2013 cerró a 14253.77. Un artículo de Bloomberg se hacía eco de este hecho y destacaba que la recuperación del índice en esos cuatro años se había basado en el mayor crecimiento en beneficios desde 1990 y en los estímulos monetarios de los bancos centrales. Lo que quizás el articulista no sepa es que esos dos pilares son una redundancia, pues son precisamente esas inyecciones monetarias lo que de forma artificial y no sostenible (si crees que la crisis acabará algún día y se normalizarán las políticas monetarias actuales) han inflado los resultados.

Esta semana, el Dow ha superado los 14198.10 puntos que alcanzó el once de octubre de 2007. A continuación te detallo algunas diferencias entre lo que había entonces y lo que hay hoy. Entonces el PIB crecía al 2,5% vs hoy al 1,6%. Entonces la tasa oficial de desempleo (la que se reduce cuando la gente sin trabajo se pone a estudiar) estaba en el 4,7% vs 7,8% hoy. Entonces había unos 27M de ciudadanos en el programa de ayuda nutricional vs casi 48M hoy. Entonces la deuda pública oficial sobre el PIB no llegaba al 60% y hoy ya está superando ya el 100%. Entonces la deuda pública era de $9 billones (trillions) vs $16,5 billones hoy. Entonces el déficit anual (exceso de gasto sobre ingresos) rondaba los $100000 millones vs aproximadamente $1 billón hoy (x10). Entonces el gas costaba $2.75 por galón vs $3.73 hoy (suerte que para Bernanke no hay inflación, porque las caídas de los sueldos compensan, en el IPC, la subida de la energía y los alimentos). Entonces el indicador de confianza del consumidor estaba en 95 vs casi 70 hoy. Entonces la deuda de los hogares era de $13.5 billones vs $12.9 billones hoy. Entonces el bono a 10 años americano rendía un 4,6% vs un 1,9% hoy. Entonces el oro rondaba los $750 por onza vs casi $1600 hoy. Entonces el volumen medio de acciones cotizadas diariamente en la bolsa de Nueva York era de 1300 millones vs menos de 550 millones hoy. Resulta difícil entender la evolución al alza de los índices bursátiles sin una estadística más: entonces el tamaño del balance de la Fed era de $900000 millones vs $3 billones hoy (x 3,3). ¿Me pillas? El nuevo máximo del Dow, y otras muchas cotizaciones son el resultado del "money for nothing" de Bernanke. Próximamente escribiré un artículo detallando los grandes logros del amigo Ben y su "tierra prometida" que celebran los mercados, la cual yo todavía busco.

El dato del volumen de títulos contratados en el NYSE (Bolsa de Nueva York) es importante porque te da una idea de cómo los mercados han subido con poco volumen, es decir, con poco dinero, lo que habitualmente añade dudas a la sostenibilidad de cualquier movimiento en los mercados cotizados. Esa característica negativa de cualquier movimiento cotizado, la falta de volumen, hoy es precisamente el argumento optimista del sell-side, los analistas que le dicen a tu asesor lo que te ha de argumentar para que tú compres fondos de bolsa. Como el argumento de moda para vender la subida de los índices bursátiles en el corto plazo es que, afortunadamente para ti, todo el planeta está a punto de invertir todo su patrimonio (y algo más) en bolsa, hoy te adjunto un gráfico que actualiza las entradas/salidas semanales de dinero en fondos de acciones en EEUU. Hasta hace poco, las salidas netas representaban el 85% de las semanas desde hace dos años. 

Tomando como ejemplo al primo hermano del índice DowJones, el Standard&Poor's 500, otro argumento para que metas tu dinero en bolsa y hagas que siga girando al rueda del "show must go on" es que la bolsa está muy barata, pues el PER (price/earning ratio) histórico en las últimas dos décadas rondaba 15 veces y hoy cotiza a unas 13 veces. Sobre este argumento, hoy te voy a dar algunos datos que tu asesor seguramente desconoce.
  • Aunque creo que históricamente no hay muchas referencias de convivencia con tipos de interés reales negativos (tipo de interés oficial menor que la inflación) a nivel global y durante un lustro, lo más cercano que he visto son los números de Morgan Stanley y Datastream. Según éstos, con tipos reales negativos, se pagaba un PER de 9 veces beneficios. Es decir, la cotización actual del S&P supone pagar más de un tercio más que lo que se pagaba en ese entorno relativamente comprable. Considéralo el efecto "bancos centrales". Pero, ¿qué pasará si algún día dejan de manipular el mercado al alza?
  • Si miras por dentro los beneficios de las empresas del S&P descubres lo siguiente. La gran mayoría del crecimiento en beneficios del año pasado vino por Apple y por el sector financiero, pues sin ellos apenas habría habido crecimiento en los beneficios. En el sector financiero, buena parte del beneficio es atribuible a la subida del precio de los activos, especialmente de los paquetes de hipotecas. Esos paquetes de hipotecas que Bernanke lleva meses comprando para subir artificialmente el precio. Es decir, si te creías que el rescate financiero fue una ayuda puntual a la banca, aprovecho para darte la bienvenida al planeta Tierra. En referencia al crecimiento en beneficios del S&P, no se debe en gran medida a la economía, sino más bien a los conejos de la chistera de la Fed. Recuerda: privatizar beneficios y nacionalizar pérdidas es el deporte global de moda de los grandes lobbies. Como guinda valorativa, cabe comentar que el PER suele calcularse con el beneficio operativo recurrente, sin extraordinarios, y resulta que la banca mete los extraordinarios como si fueran ordinarios, lo que implica que esa estimación actual de 13 supone, en realidad, pagar un múltiplo mayor.
  • De los resultados empresariales te añado dos cosas. Primera, las ventas actuales están positivamente afectadas por unos gobiernos occidentales que siguen gastando muchísimo más de lo que ingresan. Como el intervencionismo y estructura de los gobiernos lleva muchos años creciendo sin parar, su efecto representa directamente cerca del 20% del PIB, y quizás cerca del 50% indirecto. ¿Confiamos en que éstos nunca tengan que ajustarse a la realidad? Segundo, los tipos de interés bajísimos reducen sustancial y temporalmente la factura financiera de las empresas cotizadas (y la de los gobiernos). Hasta hacen que parezcan viables bancos (zombis) e inversiones que no lo son. ¿Confiamos en que haya recuperación pero sin normalizar mínimamente los tipos de interés, pues esto rompería este castillo de naipes monetario? 
  • Las valoraciones actuales están basadas en las expectativas de beneficios futuras, dando especial relevancia a los incrementos de beneficios más próximos en el tiempo, es decir, de 2013 y 2014. Normalmente, cuando los mercados funcionaban relativamente bien y no eran sustituidos por el dinero metido a dedo por los dirigentes monetarios para poner sus precios, una rebaja en las estimaciones de beneficios futuros era duramente castigada por la bolsa, pues tiene sentido pagar menos por algo que va a crecer menos de lo que estimabas anteriormente. Debajo, te adjunto las revisiones de beneficios estimados del S&P para 2013 y 2014 para que puedas contrastarlo con los rallies de las bolsas desde hace muchos meses.
En fin, ahora ya sabes mejor que tu asesor lo que hay y lo que no. ¿No sería más fácil y más honesto decir la verdad? ¿Por qué no decirlo como lo que es?: " vivimos en una permanente inyección monetaria según la cual los bancos centrales pretenden subir a dedo los precios de todo lo cotizado. Si crees que es duradero, invierte en activos con riesgo, aún sabiendo que es una burbuja monetaria y que las burbujas históricamente no acaban bien." El problema de un planteamiento tan directo, tan sincero, es que no tiene caché, no queda profesional desde el punto de vista comercial, aunque sea lo que hace la mayoría de gestores profesionales. Es mejor vestirlo de argumentos pomposos, así, si sale bien es acierto del asesor y, si sale mal, será culpa de Bernanke u otros por no regalarnos nuestra merecida rentabilidad.

domingo, 3 de marzo de 2013

INFLATE OR DIE

Esta semana, Bernanke ha comparecido ante un comité del Senado, como suele hacer periódicamente. Dijo muchas cosas pero nada muy nuevo. Sin embargo, como es habitual cada vez que coge un micro, aprovechó para alimentar a su monstruo, al gran movimiento especulativo que lleva alimentando desde hace casi un lustro. 

Cada cierto tiempo, algunos legisladores se quejan de que Bernanke no contesta a sus preguntas. No es que no tengan razón, pero es que a Bernanke le importa un bledo caerles bien o mal. A él, básicamente le importa agradar a su jefe (y eso lo consigue creando dinero para comprar la gigantesca y creciente deuda que éste emite y con unas rentabilidades absurdamente bajas), y tener contentos a los oligarcas de los mercados, los Bancos de Inversión.

Sobre la economía, Bernanke dijo lo habitual y evidente para todos, que crece moderadamente. También destacó que continúa la mejora del sector constructor, aunque se olvidó de decir: "gracias a los oficiales chinos que intentan ocultarse de la caza de brujas del nuevo gobierno contra la corrupción, gracias a los oligarcas rusos que están comprando, gracias a los jubilados australianos, etc." Esta vez, creo que Bernanke se vio en la novedosa tesitura de tener que asegurarse de que los mercados le seguían. ¿El motivo? La lógica reacción bajista de los mercados en las últimas sesiones tras enterarse, a través del reciente informe de los "Minutos de la Fed", que crece entre sus miembros el temor a más QE y la posibilidad de que esta fiesta del dinero fácil sin fin, sí que tenga fin.

Por ello, Bernanke sugirió que el paro no rondará el 6% hasta dentro de tres años. ¿Qué significa eso? Si recuerdas, cuando lanzó el QE3 y QE4 en el último trimestre de 2012, calificó los estímulos de "indefinidos" hasta que el paro ronde el 6,5%. Es decir, era un mensaje claro y sin disimulos a todos los especuladores del planeta: "no vendáis vuestros activos, que yo seguiré metiendo $90.000M cada mes, al menos tres años más". Simplemente estaba volviendo a prometer que inflaría más esta burbuja monetaria ante las dudas surgidas recientemente. 

Otro comentario de Bernanke que avaló la tesis de querer seguir inflando esta burbuja fue el anuncio de que los paquetes de hipotecas que la Fed tiene, se venderán más tarde de lo inicialmente estimado, o incluso no se venderán hasta su vencimiento. Esto, además de ser un intento de calentar a los mercados al alza, es otra evidencia de la "maravillosa" recuperación económica (perdona el cinismo) en que nos han metido nuestros líderes con sus políticas orientadas a evitar los ajustes económicos naturales y necesarios, y sustituirlos por sus manipulaciones. En ese sentido, siguió el modus operandi sistemático de la clase dirigente desde que empezó la crisis, que ha consistido, primero, en tomar medidas vendiendo que son útiles, y luego, tras evidenciarse que no funcionan, prolongarlas bajo el argumento de que más adelante y con más cantidad, funcionarán. A seguir prometiendo cosas, pero siempre a futuro; ese que nunca quieren que les alcance. Recuerda también la definición de locura según Albert Einstein: hacer lo mismo, en las mismas condiciones, y esperar un resultado diferente.
 Apenas dos días después de la comparecencia de Bernanke, el Presidente de la Fed de Dallas, Fisher, uno de los más críticos con el QE, ratificó que es momento de reducir la compra de bonos. Ya ves, para gustos, colores.

"Inflate or die" es la forma que he elegido hoy para recordarte tres cosas: Primera, estamos en una gran burbuja monetaria global, la más grande jamás inflada. Segunda, las burbujas sólo tienen dos movimientos: inflarse, mientras la manada cree en la prolongación de esa tendencia y espera beneficiarse económicamente de ello, y reventar, cuando unos cuantos dejan de creer y empieza a extenderse la idea de que esa realidad es insostenible.

Tercera, aunque no sé en qué momento se producirá esa reversión hacia la realidad, sí que veo hoy una gran concentración de riesgos en la simultaneidad de: las cotizaciones de muchos activos infladas artificialmente durante mucho tiempo, una economía global frenando, una clase política dividida en todos los países, y una sociedad mundial que no entiende muy bien el porqué de todo lo que le está pasando, mientras observa cómo algunos grupos son privilegiados a dedo por una clase política incapaz de mejorar la situación. Bienvenido a la globalización.
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