jueves, 18 de julio de 2013

BELLA ITALIA

Hoy dedicaré este artículo a explicarte algunas cosillas que quizás desconozcas sobre la economía de ese maravilloso país llamado Italia.

Hace algún tiempo me enviaron un chiste que decía "... ¿cómo va a ir bien el mundo si todo está al revés? El ganador de la Copa América de vela es un suizo, el Papa es alemán y el Presidente del Banco Central Europeo es un italiano."

La situación política italiana es complicada. En las recientes elecciones no hubo un claro ganador. La coalición del socialista Bersani consiguió casi un 30%, la de Berlusconi apenas algo menos, y la de Grillo, partido revelación, cerca del 25%. Para poder elegir Primer Ministro han hecho un semiacuerdo de esos de "hoy no vamos a pelearnos", aunque eso está lejos de ser estable. De hecho, la coalición de Berlusconi ha amenazado con retirar su apoyo cuando su líder ha sido enjuiciado legalmente. Grillo, que no ha dado su apoyo a ese gobierno, reclama nuevas elecciones y una quita de la deuda pública italiana.

Las finanzas públicas italianas están muy deterioradas y, como suele ocurrir, cuando se hunde el barco es cuando se ven las ratas. Hace pocas semanas publicó un diario italiano que, de unas posiciones que Italia tiene en derivados de finales de los 90 por valor de algo más de €30.000M se desprenden hoy unas pérdidas de unos €8.000M. Todo apunta a que, en aquella época en que había que maquillar la contabilidad nacional para entrar en el euro por la puerta grande, el entonces Ministro del Tesoro y Presupuesto, el Sr. Don Mario Draghi (¿te suena el nombre?), habría tirado de derivados para alcanzar sus nobles objetivos. Supongo que ese ejercicio de creatividad contable le sirvió al señor Draghi para ganar los méritos necesarios para entrar en Goldman Sachs Europe en 2002. Recuerda que GS fue para algunos países con necesidad de maquillar sus cuentas lo que Margaret Astor para algunas mujeres. En Italia deberían apreciar el lado positivo de la situación: nadie conoce mejor sus problemillas con derivados que el Pte. del BCE.

Normalmente, cada país tiene una divisa propia y un Banco Central que regula los tipos de interés de corto plazo, referencia para sus préstamos y depósitos con las entidades bancarias. Si las finanzas de un país se deterioran, suponiendo que vivamos en una economía de mercado y no en el sucedáneo financiero actual, su divisa se deprecia y el interés que debe pagar su deuda pública sube, porque el país tiene más riesgo. Paralelamente a las bajadas de rating que suele sufrir ese país, también le ocurre a sus bancos, por dos motivos. Primero, la banca nacional siempre está invertida, por interés propio y/o del gobierno, hasta las trancas de deuda pública. Si ésta cae de precio, su propietario lógicamente tiene grandes pérdidas. Segundo, la fuerte caída en las finanzas públicas suele tener que ver con importantes caídas de la actividad económica nacional, lo que viene acompañado de más morosidad y menor recaudación por impuestos. A mayor morosidad, peor resultado para la banca. En consecuencia, el rating de Italia se acerca peligrosamente a bono basura y el de sus bancos también está que arde.

Al estar en el euro, Italia no puede reflejar su debilidad económica a través de la divisa, pues el valor de ésta depende también de muchos otros países. El tipo de interés calificado normalmente "sin riesgo" ya no es el de su gobierno sino el del gobierno más solvente (Alemania, en nuestro caso). La medición de su riesgo como país pasa a llamarse "prima de riesgo", y es la diferencia entre lo que paga su bono a diez años y el de Alemania.

A continuación te adjunto un gráfico sobre con la evolución en los últimos años de la morosidad italiana (delinquent loans), de su endeudamiento público sobre el PIB y de su diferencial con el 10 años alemán. Sobre la línea verde, la lógica económica dice que ésta debería subir, agrandarse el diferencial con Alemania, no estrecharse... pero la magia de Draghi supuso un gran incentivo para que los especuladores compraran esa deuda.


Desde que creé este blog hace un par de años, mi mayor crítica a los Bancos Centrales ha sido el que distorsionen arbitrariamente los mercados financieros para intentar que esa distorsión se traslade a la economía. Este hecho, como la Luna, se puede observar desde muchos puntos del planeta. Desde Italia y su economía, también. Estos gráficos te ayudarán a comprender un poco mejor esta casa de los espejos llamada "recuperación global" en que nos han sumido los BCs. Como en la estadística del pollo, unos comen varios mientras a otros apenas les llega nada, pero la estadística justifica el poder decir qué bien va la recuperación económica en Italia, lo dice su prima de riesgo, que ha caído, ¿no?
 
A los que estén tentados de pensar que es buena esta adulteración de la lógica económica para que Italia pague unos intereses que no reflejan su riesgo sino la voluntad del manipulador oficial, que cualquier manipulación/barbaridad monetaria que contenga mínimamente el dolor en el corto plazo es algo bueno, independientemente del coste posterior, le recuerdo hoy aquellas palabras de Benjamin Franklin: “They that can give up essential liberty to obtain a little temporary safety deserve neither liberty nor safety”. (Aquellos dispuestos a renunciar a libertades esenciales a cambio de una pequeña protección temporal, no merecen ni la libertad ni la protección)
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