viernes, 9 de noviembre de 2012

CONTINÚA LA BURBUJA INMOBILARIA GLOBAL

Como sabes, la burbuja inmobiliaria ha sido un fenómeno global. Cuando reventó en 2000 la burbuja ".com", la Fed (Greenspan) bajó los tipos de interés hasta llegar a tenerlos al 1% y los mantuvo así un año. Como vivimos en un mundo global, el resto de Bancos Centrales hicieron lo propio, además de por la debilidad económica del momento, porque quien no lo hiciera, al mantener tipos notablemente más altos, hubiera atraído riadas de capitales hacia su zona monetaria (concretamente hacia sus bonos soberanos, que darían mayor rentabilidad que los de otros países). Esto hubiera apreciado su divisa y debilitado su capacidad exportadora al encarecer sus productos en el extranjero. Por eso, cuando toca bajar tipos fuerte en las principales zonas geoeconómicas del mundo, no hay Banco Central que pueda quedarse al margen. Este "efecto Leeming" es fruto y, a la vez, fomenta más la globalización, la coordinación entre los ciclos económicos de diferentes economías, la interdependencia de unas con las otras.
 
Normalmente, las burbujas suelen tener varios componentes en la economía real que, conjuntamente, canalizan flujos de capitales hacia un activo de forma intensa, colaborando en inflar dicha burbuja. Por ejemplo, en España, desde 1995 hasta 2007, se juntaron varios factores: la generación del baby-boom buscando casa, tipos de interés muy bajos que espolearon la solicitud y concesión de créditos (tipos establecidos desde Europa, y acorde con el interés de Europa), importante llegada de inmigrantes, liberalización del suelo (la legislación aplicada, lejos de conseguir su objetivo: aumentar la oferta de suelo para que bajara el precio, creó caciques locales en un mercado estructuralmente ineficiente), etc.

Entre las burbujas inmobiliarias de países desarrollados formadas entre 1995 y 2007 destacaron los avances de los precios en España, EEUU, y Reino Unido. Después, en EEUU en 2006, el freno en la escala de precios evidenció los excesos y los ajustes corrieron globalmente como la pólvora. Ahora, gran parte de Occidente purga, en mayor o menor medida, esa burbuja. Sin embargo, en algunos países, los inmuebles no han retrocedido en los últimos años, sino todo lo contrario. Algunos que no estaban en burbuja cuando ésta reventó, quizás lo están hoy.

Un ejemplo de inmuebles que empiezan a caer de precio de forma relevante es Holanda. Algunos analistas señalan el riesgo de caídas de precios en los países nórdicos tras subidas continuadas durantes estos años.

En ocasiones he comentado que el miedo a una ruptura de la zona euro lleva tiempo generando muchas entradas de dinero en Alemania y en otros países "top" de Europa, algo que se refleja en los altos precios de su deuda, o lo que es lo mismo, en los bajos tipos que pagan en sus emisiones de deuda, ya sea el gobierno o las empresas alemanas que emiten bonos en los mercados cotizados (por ejemplo las de automóviles). Pues bien, también los inmuebles en Berlín llevan tiempo recibiendo dinero inversor, y algunos financieros, el Chief Financial Officer de Allianz entre otros, ha hablado del riesgo de burbuja inmobiliaria en el país germano. A ver si resulta que la actual burbuja alemana no se limita a los bonos.

En este mundo global, los mercados financieros son grandes manadas de ñúes dando bandazos de un país o un activo a otro, reaccionando a los actos de manipulación mediática y/o monetaria de los grandes banqueros centrales en función de la credibilidad que les ofrece la autoridad faroleante de turno. Menudo futuro nos regalan nuestras autoridades monetarias. Lo más ridículo es que a los Bancos Centrales del planeta lo único que les obsesiona es la inflación, como si no existieran otras causas de muerte. Agárrate los machos.

Otro ejemplo más lejano nos llega desde Oriente. Hong Kong sería hoy el principal candidato a ganar el premio a la burbuja inmobiliaria global del momento. La economía China empieza a temblar por la importante ralentización de este sector, lo que amenaza con disparar la morosidad y las quiebras (te adjunto gráfico de la posible burbuja del crédito en China). 

El actual freno económico chino está afectando muy negativamente a países que, por llevar una década siendo proveedores de materias primas del gigante asiático, no sufrieron tanto la crisis global. Éste sería el caso de Australia y Canadá. Australia lleva ya meses frenando económicamente y bajando los tipos de interés, y sus precios inmobiliarios llevan recortando desde mitad de 2011.

Sobre Canadá y su "situación" inmobiliaria, un analista del Canadian Imperial Bank of Commerce opina que su riesgo no es comparable al de EEUU en 2006. Ojalá que su optimismo no sea el típico que suele acompañar en el peak de las burbujas, porque tal y como muestra el siguiente gráfico, el endeudamiento de los hogares canadienses como porcentaje sobre los ingresos supera de largo al que tenía EEUU antes de que empezara esta crisis.

martes, 6 de noviembre de 2012

POR FIN LLEGAN LAS ELECCIONES AMERICANAS

Tengo ganas de que el reloj del tiempo global vuelva a girar. Por real decreto extraoficial del Sr. Obama, muchos temas pendientes e importantes a nivel mundial han sido pospuestos hasta después de las elecciones que se celebran hoy en EEUU. Este inmovilismo es normal cuando se acercan unas elecciones. En España, lo vivimos cuando Rajoy ganó las elecciones a finales de 2011 y apenas hizo nada "notorio" hasta después de las elecciones andaluzas de marzo 2012. Los intereses políticos de partido y personales son lo primero en todo el planeta.

Según las encuestas, y hay muchas diferentes, Obama y Romney estarían relativamente igualados, aunque con una cierta ventaja de Obama (50% frente al 47% de Romney). Los "no votantes", más del 40% de la población que podía votar y no lo hizo en 2008, se inclinan claramente hacia Obama, lo que implica que cualquier aumento de votos probablemente favorecería al actual inquilino de la Casa Blanca. No obstante, históricamente, resulta difícil salir reelegido con una economía linguideciente (a pesar de los múltiples maquillajes observados).

En mi opinión, una victoria de Romney, algo que probablemente no ocurrirá, supondría algunos cambios significativos aunque no muy drásticos. Romney seguiría favoreciendo a la banca como lo ha hecho Obama, aunque quizás algo menos, suponiendo que fuera realmente coherente con su "no" a más Quantitative Easing. La reforma sanitaria probablemente no sería alterada sustancialmente, más allá de quitar la obligatoriedad de que los ciudadanos/trabajadores tengan/paguen un seguro médico. El republicano Romney recortaría más el tamaño del Estado Federal, para reducir gastos (a los demócratas les encanta tener un Estado grande e intervencionista). Además, favorecería a las empresas (especialmente a las grandes corporaciones, algo que gusta a los republicanos).

Dando por hecho que gane Obama, en breve podremos ver cómo evolucionan algunos temas calientes. Sabremos si el informe de la Troika sobre Grecia reconoce (de nuevo) la falta de cumplimiento por parte del gobierno heleno. Supongo que esto seguirá sin evitar que Grecia siga recibiendo dinero de sus socios europeos, ya que no tiene ni para sostenerse. Si Grecia no tiene ni para vivir de sus ingresos, menos para pagar deudas. Esto pondrá a prueba las reiteradas declaraciones de sus socios (especialmente de Alemania) de que no habrá más quitas (algo que yo sí te prometo que veremos, tal y como también hice acertadamente tiempo atrás).

Sobre Israel e Irán, queda por decidir el "when" pues creo que hace tiempo que pasamos el "if". En referencia a las relaciones económicas con China, Obama seguirá siendo blando/diplomático, frente a un Romney más agresivo. Esta relación bilateral será puesta a prueba en 2013 dada la importante ralentización del crecimiento chino, y las tensiones políticas de China con sus vencinos aliados de EEUU (Japón y Corea del Sur).

En el plano económico, Obama seguirá haciendo lo que mejor sabe hacer: gastar, mientras promete cuadrar los números a futuro, titánica tarea que obviamente le tocará a otro gobernante posterior, quien recibirá además el regalo de los casi $10T (billones europeos) de deuda adicional generada por Obama en 8 años de mandato. Cabe recordar que Obama prometió recortar el déficit federal (exceso de gasto anual sobre los ingresos) a la mitad al final de su mandato, es decir, bajarlo del 4% al 2%. En vez de eso, lo que ha hecho es casi doblarlo al 8%. Suerte para los políticos que sus promesas no tienen consecuencias.

Queda por ver si Obama no puede/quiere dejar expirar algunas exenciones fiscales "temporales" de la era Bush, esas que alargó dos años. Si no tiene mayoría suficiente en las cámaras, éstas expirarán por sí solas, lo que frenará la economía en el cortoplazo, a cambio de ayudar a sanear parcialmente las cuentas públicas. Además, Obama deberá conseguir sí o sí, con o sin mayoría en las cámaras, un rápido elevamiento del nivel de deuda pública total permitido, algo que ya hizo hace un par de años. Y es que con esa velocidad de endeudamiento, cualquier plazo es corto. El gráfico adjunto de la deuda pública americana (streettalklive.com) muestra de dónde viene la "gran" recuperación americana. Este gráfico debería ser de obligada visualización para todos esos economistas (premios Nobel incluídos) que creen que la riqueza puede generarse, o alternativamente imprimirse creando billetes por parte del Banco Central (aunque se engañen con el "es temporal"). A ver si ahora resulta que el milagro de los panes y los peces que hizo Jesucrito para alimentar a una multitud en el desierto fue, en realidad, un Banco Central haciendo más billetes con los que comprar la comida.

 
Dicho gráfico también muestra cómo la ralentización histórica del ritmo de crecimiento del PIB de EEUU ha coincidido con un gran aumento de la deuda pública. Algunos opinan que el aumento de la deuda es la causa de esa ralentización económica. Yo comparto que un gobierno endeudado ralentiza el crecmiento de su país, al amplificarlo cuando se endeuda pero ralentizándolo una vez gastado ese dinero (pan hoy y hambre para mañana). El motivo es que dicho gobierno, además de acaparar hoy el crédito, necesitará más impuestos futuros para pagar la deuda, lo que restará recursos privados futuros y generará incertidumbre económica por más impuestos futuros. Sin embargo, no tengo claro si fue primero la gallina o el huevo. También puede haber una relación causal inversa, que la ralentización natural de una economía al desarrollarse lleve, también de forma natural y no premeditada, a bajadas de tipos de interés y aumentos del endeudamiento individual y colectivo en un intento de seguir creciendo al ritmo pasado. Probablemente sea el pez que se muerde la cola, de ahí la adicción de la economía al crédito (y a más Quantitative Easing) para seguir creciendo. Sea como sea, un futuro económico absolutamente inapetecible para la economía americana, sus ciudadanos, y por extensión, el resto del mundo.
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