¿Por qué se realiza la expansión monetaria no convencional que supone el QE, porque las cosas van bien o por lo contrario? Es evidente, porque no van bien. El economista estadounidense Jim Grant ha definido perfectamente bien lo que esl el QE: "The more they tried, the less they succeeded. The less they succeeded, the more they tried. There is no 'exit.'"
Hace apenas dos días que la Fed anunció el fin del Quantitative Easing (de momento... y TOMA NOTA DE MI COMENTARIO DE CARA A LOS PRÓXIMOS 12-18 MESES) y ya estamos celebrando otra ronda de barra libre. Esta vez es el Banco de Japón quien invita a sus amigos financieros, quien va a realizar su enésimo sacrilegio monetario de los últimos 20 años. Desde que ganó las elecciones Abe, una de sus principales bazas populistas ha sido: más QE hasta que todo vaya muy bien. Hace pocas horas que el Banco de Japón ha anunciado más QE, lo que evidencia, sin necesidad de saber de economía, que sus recetas económicas no han funcionado. Como no podía ser de otra forma, las bolsas mundiales (lideradas por la de Japón) festejan con grandes subidas las malas noticias económicas que supone necesitar otra dosis monetaria adicional. Casualmente, el anuncio permitirá un cierre mensual más alcista en las bolsas mundiales.
Dicen que las malas noticias nunca vienen solas, pues las idioteces tampoco. En Japón, también han anunciado que el Fondo Público de Pensiones (que es con el que debes pagar las pensiones en las próximas décadas) aumentará su inversión en bolsa. Sólo les ha faltado detallar a qué señor feudal/oligarca van a enriquecer todavía más al comprar las acciones de su empresa con dinero público. Evidentemente, ese tipo de información sólo la conoce un pequeño círculo del establishment. Y algunos ingenuos todavía se preguntan por qué en el mundo proliferan como setas los grupos políticos radicales como Podemos.
Permíteme que utilice las finanzas públicas de Japón como guía para proyectar el futuro económico de Occidente. Imagina que tú eres un gobierno que quiere gastar, recurrentemente y para ganar elecciones, mucho más de lo que ingresa. Para ello te endeudas (emites Deuda Pública en los mercados financieros) más y más cada año a un gran ritmo. Pasados algunos años, no sólo debes mucho dinero sino que además los intereses que debes pagar anualmente se comen gran parte de tus ingresos fiscales. ¿Entonces qué haces? Pues que tu Banco Central, ese que presume de ser "independiente", haga algo que te permita seguir con esta conducta insostenible. ¿El qué? Tú Banco Central baja los tipos de interés más y más en cada ciclo económico que se sucede hasta que llegan casi al 0%. Aún así, es tal la cantidad de deuda que acumulas que, a pesar de los tipos de interés mínimos, los intereses siguen comiéndote, mientras tú sigues erre que erre sin cuadrar tu ingresos con tus gastos. Como Japón ya no es hoy el único que se ha metido en ese peligroso torbellino monetario que supone jugar al Monopoly con el dinero (público) del Banco Central, te adjunto una referencia de la fase en que está EEUU.
¿Qué va después de eso si los tipos ya no se pueden bajar más y no quieres aplicar una política presupuestaria sostenible? El QE. Imprime más billetes para auto-comprarte tus bonos. Lo malo es que todo esto tiene consecuencias muy malas. Algunas muy claras: con esos tipos tan bajos, además de dañar a la clase media que ahorra (fomentado las desigualdades y beneficiando a tus amigos ricos), dañas a ese Fondo de Pensiones Público, que apenas recibe intereses por comprar tus bonos y que debe generar beneficios para poder hacer frente a los pagos de esa sociedad que envejece y espera recibir su pensión por jubilación. ¿Y qué hace entonces ese fondo de Pensiones? Tal y como acaban de anunciar en Japón, asumir más riesgos en bolsa, supeditando la estabilidad y solvencia en el futuro de las Pensiones, y la paz social, a la evolución de la bolsa, la especulación y las burbujas. Cuando la ciclicidad inherente a la economía haga caer las bolsas, tus Fondo de Pensiones se las verá con el fantasma de la insolvencia por el temor a la incapacidad para hacer frente a esos pagos presentes y futuros para las pensiones. Como estos gobernantes nunca aprenden ni renuncian a sus intereses, aunque sea a costa de todos, volverán a hacer algo parecido a lo que hacen hoy: jugársela a un todo o nada. Quizás meterán más en bolsa (justificándolo con lo barata que estará tras esas pérdidas sufridas) o quizás cojan un maletín con dinero de la pensiones y vayan al casino a apostar al negro. Es la predictibilidad del ludópata: cada vez debe arriesgar más para salvar una situación que empeora constantemente porque cada vez debe más. ¡Toda una política de futuro la de estos gobernantes!
Como bien dijo Michael Cembalest, de JP Morgan AM, "tú puedes ignorar la economía pero ella no te ignorará a ti".