viernes, 29 de junio de 2012

LA RUPTURA DEL EURO, ¿SERÁ POR POLÍTICA O POR ECONOMÍA?

Obviamente, si finalmente se rompe el euro (algo a lo que le doy más enteros cada día que pasa), será por un conjunto de factores, entre los que se encuentran algunos económicos y  políticos. No obstante, con este título llamo a reflexionar sobre si se romperá por arriba o por abajo, por salida (inicial) de Grecia o por abandono de los fuertes (Alemania, Austria, Finlandia, y Holanda), GRExit vs GERxit. Personalmente, creo que esta última opción sería mucho menos traumática y costosa para todos.

Hoy Grecia tiene un economía rota, unas finanzas públicas rotas, una sociedad que, como yo me temía desde 2009 para todo Occidente, no está dispuesta a rebajar su nivel de vida a pesar de llevar muchísimos años viviendo por encima de sus posibilidades. Todo esto conlleva que Grecia vivirá del dinero de sus socios durante muchos años, ya que los mercados no están dispuestos a seguir financiándola porque dan por hecho que no pagará (de nuevo). Otros países también han necesitado ayuda y la necesitarán por mucho tiempo (España y Chipre son las últimas incorporaciones oficiales, y Eslovenia seguramente se una a este grupo el mes que viene). España e Italia son dos grandes economías europeas que necesitan grandes ayudas. La posibilidad de quitas generalizadas en Europa en los próximos años, y de EEUU ya hablaremos, es una realidad horrorosa que nos toca vivir, y que no va a desaparecer por negarla (no lo ha hecho hasta ahora), ni por demonizar el tema.

Imagino que la gran mayoría de europeos de la zona euro queremos seguir en la eurozona, por lo que nuestros políticos harán lo imposible por seguir (creen que eso les mantendrá en el poder). Para nuestros políticos y para nuestra risueña sociedad vale todo con tal de obtener nuestro deseo: seguir en el euro. El problema es que a la realidad (económica) le importa un bledo nuestro deseo, ella se basa en el realismo, en la coherencia, y no en sueños.

A medida que se siga enquistando Grecia, y se le unan los ya rescatados, y entren en esa dinámica también España e Italia (estamos en esa fase), la situación requerirá subir las apuestas, aumentar el riesgo, porque habrá que poner mucho más dinero y seguir rompiendo la ortodoxia económica todavía a mayor escala. Olvídate ya de medidas convencionales, y por tanto, de riesgos convencionales. Este Keynesianismo enfermizo pero rentable políticamente ya nos ha llevado a una fase donde sólo quedan medidas con efectos nucleares. Esto supone añadir más megatones a este polvorín puramente populista, que no ideológico. El cáncer que inicialmente pudo haber sido "temporal" (la palabra preferida de las autoridades monetarias para excusar sus barbaridades), es hoy ya terminal, fruto de muchas legislaturas prometiendo e incumpliendo lo que el sentido común no ha parado de repetir: vivir gastando más de lo que ingresas acaba mal. A los votantes los puedes engañar vistiendo su ignorancia con bonitos mensajes populistas como "el bienestar social", "la solidaridad", etc. En cambio, la realidad, ni perdona, ni olvida, más bien acumula y finalmente pasa la factura, a la que además suele añadir intereses por el tiempo concedido.

Hollande, como buen populista hará cualquier cosa, cualquier estupidez económica, para alargar cinco minutos más la vida del euro, sin valorar que sostener a dedo lo que económicamente no lo es (y precisamente revienta hoy por haberlo sostenido muchos años) es una barbaridad. No sólo supone arriesgar el euro y el insostenible nivel de vida actual (que siempre ha tenido una caducidad, aunque no lo supiéramos) sino llegar a grandes conflictos sociales y/o internacionales.

En resumen, la economía lleva a Grecia, y quizás a otros países dentro de algún tiempo, fuera del euro. La política, lejos de aprender de sus errores pasados que hoy sufrimos, su amado intervencionismo (fruto del deseo individual de poder, no de ninguna ideología), sigue intentando imponer sus intereses a la realidad. Ahora, el coste de seguir manteniendo lo que no se sostiene consiste en que los fuertes de Europa lo arriesguen todo por mantener sus actuales mercados intracomunitarios en la actual forma tan favorable (sin otra divisa como defensa exportadora). En mi opinión, si las medidas motivadas políticamente de Hollande (y sus aliados Monti y Draghi) se imponen a las de la economía (defendidas por Merkel y cía), los fuertes de Europa darán prioridad a su creencia económica, la que les dice que fusionar su cuenta corriente con la de sus socios "morosos por su irresponsabilidad" es conectar una bomba nuclear en su economía y su sociedad. Europa tiene demasiados siglos de historia para ignorar lo que ocurre cuando obligas a unos a someterse a otros (aunque aporte dinerito fresco que gastar en el corto plazo).

En los próximos meses, si la economía no se impone, dejando a Grecia fuera del tren del euro, y a quien toque después, se impondrá más tarde, probablemente a través de los países fuertes salientes por no querer sumarse a esta orgía monetaria que Hollande quiere acrecentar. En esa línea, el 26 de junio, Merkel dijo que Europa no fusionaría "totalmente" las deudas de sus socios mientras ella viva. ¿No dirías tú lo mismo con un socio/vecino/amigo moroso e irresponsable? Probablemente, Alemania se limitará a alargar esta agonía del euro que tantos beneficios le está reportando. Cada mes refinancia muchos miles de millones de euros a unos tipos de interés tan bajos que ni es sus mejores sueños, mientras su economía se nutre de unos flujos de capital internacional "de prestado" que huyen de los socios con problemas.

En el plano empresarial, que la alemana Allianz deje de asegurar las exportaciones a Grecia o que la división financiera de Volkswagen o Siemenes estén cubriéndose ante la posibilidad de salida/s del euro es algo normal, llegados a este punto, pero no son el mejor augurio.

En mi opinión, cuando las autoridades alemanas hacen un guiño mediático a emitir deuda conjunta están mintiendo tanto como los griegos cuando prometían reformas. Cada uno intenta ganar tiempo, unos para mantener lo máximo posible la privilegiada situación actual, y otros para conseguir las ayudas económicas. La mayor prueba de que Berlín miente es que, si no fuera así, hoy mismo anunciaría el legalmente necesario referéndum popular para ceder esa soberanía de emisión de deuda a sus socios europeos, pero claro, ¿para qué quemar ese comodín antes de lo necesario?

Termino con una reflexión: Francia, Bélgica, y Luxemburgo salvaron a Dexia, que es el mayor prestamista mundial a las entidades públicas locales (especialmente en Francia). Tras anunciarse la recapitalización de la banca española con dinero de Bruselas, ¿cuántos meses tardarán Hollande y Bélgica en pedir también dinero europeo para el gigante Dexia? Quizás me equivoqué yo, y Hollande no quería tanto que Europa recapitalizara directamente a la banca española para controlarla, como porque así preparaba el terreno para hacer frente a una hyper recapitalización en Dexia. El tiempo lo dirá, pero teniendo en cuenta la ola de populismo que invade Europa, muy ingenuos y/o estúpidos deberían ser los socios fuertes si no tienen ya la maleta hecha.

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