Nadie duda de que este es el siglo de China. Incluso Napoleón dijo: "Let China sleep, for when she awakes, she will shake th eworld". Sin embargo, el crecimiento económico prolongado no suele ser un camino lineal sino uno lleno de altibajos, y mucho menos en los mercados financieros que se ven afectados por la evolución de esa economía.
Todas las economías siguen algunas pautas relativamente similares, pues al final son el resultado de las decisiones de millones de individuos y de sus autoridades, quienes también toman decisiones similares a las de otros países/culturas cuando se encuentran en la misma tesitura. Cuando una economía pobre crece, lo hace de forma importante y su punto de partida tiene características socioeconómicas como: baja renta per cápita (pocos bienes de consumo, especialmente de lujo), bajo nivel cultural medio, pobres infraestructuras de comunicación y telecomunicaciones, bajos niveles de urbanización (ciudades poco modernas), deficiente nivel sanitario, sistema financiero poco sofisticado, etc. Como económicamente tienen tan poco, los primeros diez o veinte años de desarrollo se crece mucho porcentualmente porque hay muchas necesidades básicas que cubrir.
Después, cuando se va incrementando el nivel de vida, se crece menos porque se compara con unos números más altos, y gran parte de la renta disponible, que ha ido creciendo, ya se dedica al consumo. Entonces, el crecimiento del crédito para consumir permite acelerar el reloj del tiempo en tu viaje hacia el bienestar material. Te permite disfrutar hoy de lo que no puedes tener/pagar hasta estar ahorrando durante algún tiempo.
Uno de los problemas del ser humano es que nos cuesta aceptar/inferir el cambio. Tendemos a pensar que las cosas (especialmente las que son positivas para nuestros intereses) son lineales, que se van a prolongar eternamente tal y como las hemos vivido durante algún tiempo. A las cosas malas tendemos a acortarle la vida prevista por nuestro instinto de supervivencia, que se apoya, entre otros pilares, en el optimismo. El optimismo es necesario como elemento motivador para seguir adelante en las circunstancias adversas.
El optimismo en las cosas que van bien nos seduce hacia la linealidad, nos lleva a pensar que esa bonanza siempre seguirá. Por eso se crean las burbujas, una tras otra. En China, su desarrollo económico prolongado ha generado un gran boom en toda la economía y la sociedad. El problema es que esa tendencia natural a prolongar lo bueno puede haber creado excesos en dos factores que han sido determinantes para su prolongado crecimiento: el sector inmobiliario y el crédito. La bonanza del sector inmobiliario hizo que casi 90 empresas públicas invirtieran en ese sector cuando eran menos de 15 las dedicadas oficialmente a ello. Pero claro, ningún gobernante local quería quedarse fuera de semejante maná eterno. Leí hace un par de años que las propias empresas públicas se peleaban en las pujas por los bloques de pisos y que hicieron subir los precios de forma muy importante. Recuerdo un ejemplo en que se subastó un terreno para edificar, por el mismo precio que otro adyacente con los edificios recién construidos (valor del terreno más la construcción ya acabada).
En el plano crediticio, ¿recuerdas que te hablé del shadow banking americano (la banca en la sombra)? Pues los chinos también tienen su versión. Según algunas estimaciones, habría cerca de 1T de dólares en préstamos no reconocidos oficialmente, y potencialmente muchos de ellos con problemas de pago. El exceso vino porque algunas Provincias avalaron CON LOS INGRESOS DE SUS IMPUESTOS FUTUROS los préstamos a empresas inversoras que, tras frenar la economía y el sector inmobiliario, podrían estar quebradas.
A los mercados les importa especialmente la aceleración /desaceleración económica, porque tienden a prolongar la línea, y a ajustar los múltiplos a pagar según crezca más o menos. Como ves en los diferentes gráficos adjuntos (fuente Zerohedge.com), el crecimiento chino viene frenando desde hace años. También te incluyo otro indicador: la evolución año a año del consumo eléctrico, un indicador importante del nivel de actividad y crecimiento económico, especialmente en una economía altamente manufacturera como la china.
Durante la crisis, los países emergentes han sido un apoyo para el crecimiento global. Sus economías no sufrieron como las de los países desarrollados ni en intensidad de la caída de actividad, ni en la duración. El PIB de China crecía antes de la crisis a niveles que rondaban el 10% y, en el peor momento (1Tr 2009) lo hizo al 6,2%, para volver al 10,7% tres trimestres después. Es decir, los emergentes no llegaron a notar en exceso la crisis aunque sus bolsas sí. pesar de ello, el índice bursátil chino Shanghai cayó en 2008 un 65%, y hoy está todavía algo por debajo de la mitad del cierre de 2007. El Bovespa de Brasil perdió un 41% en 2008 y hoy está al mismo nivel que a finales de 2007, es decir, ha recuperado lo perdido desde entonces. Los emergentes suelen ser los mejores o los peores del curso, no hay término medio, porque las variaciones de sus estimaciones de crecimiento son muy grandes.
En los últimos meses, he leído a varios analistas que el freno económico que está protagonizando hoy China es suave. Lo llaman "soft landing" (aterrizaje suave). Dos analistas opinaban que mientras el gigante asiático siguiera creciendo al 8-8,5% anual, desde el 9-9-5% de entonces, no habría problema económico ni social. Hace pocos días, las autoridades chinas han previsto un crecimiento del 7,5%. Como te puedes imaginar, esos analistas tampoco ven ahora problema en el 7,5%, mientras no baje mucho más. Por eso se llaman "sell side", porque venden sus ideas a los gestores de fondos para que éstos operen a través de su empresa (bróker), y las ideas negativas ya sabemos que no las compra casi nadie. El otro día vi al primer banco de inversión importante (JPMorgan) pronosticar un "hard landing" (aterrizaje brusco) para economía china, algo que la mayoría actualmente no cree pero que todos coinciden en que sería muy negativo para la economía global.
En resumen, queda por ver si la economía china está en un "soft landing" o un "hard landing", pero lo que es seguro es que no tendrá la vigorosidad a que nos ha tenido acostumbrados y que hemos disfrutado durante muchos años. Que cada uno haga sus previsiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario