viernes, 22 de julio de 2011

CHINA Y OTROS EMERGENTES

Que las economías emergentes están ralentizándose es hoy una evidencia. Basta con ver los datos de actividad o de importación/exportación de países como Brasil, Corea del Sur, Taiwán o China para corroborarlo. Una de las muchas diferencias entre hoy y el 2009, cuando empezó la recuperación global, radica en que entonces los emergentes fueron un importante motor de recuperación. Las economías emergentes sufrieron un momentáneo parón de actividad en los meses de mayor incertidumbre y pánico debido a la globalización pero continuaron con el boom económico experimentado durante casi toda década.

La ralentización en China es especialmente relevante pues se trata de una economía emergente con grandes desequilibrios prolongados durante muchos años. Además, está siendo sin duda uno de los principales motores de la recuperación europea y americana (aunque ésta sea moderada). Su gran crecimiento en la última década se ha basado en gran medida en la construcción y el aumento desmesurado del crédito, ¿te recuerda a alguien? Su economía se enfrenta a importantes riesgos en tres áreas:
  1. El crédito. Las autoridades llevan meses subiendo tipos para frenar su expansión. Igualmente, empiezan a hacerse públicos los excesos acumulados año tras año en forma de morosidad. En ese sentido, el gobierno central ya ha anunciado que tendrá que absorber créditos problemáticos vinculados a los gobiernos locales (un rescate en toda regla) por valor de unos $500.000 millones, mientras las agencias de rating avisan que podría haber otros $500.000 millones ocultos también problemáticos. (¡¡Eso si que son mora/pérdidas financieras y lo demás son tonterías!!).
  2. La construcción. Un burbuja que ya da síntomas de agotamiento. Parece que ya han pasado la fase de subidas desmesuradas y ahora están en la que se pueden ver algunos edificios vacíos.
  3. La inflación. Esas políticas tan expansivas durante la última década generan una inflación que ronda, oficialmente el 6,5% en general y algo más del 14% en los alimentos. Extraoficialmente los números que se barajan serían casi el doble. No cabe duda de que el alto precio de los alimentos es una factor importantísimo en los grandes desórdenes sociales que vemos diariamente en todo el planeta, China incluída. 
Con todo esto no quiero decir que China y otros emergentes no tengan un futuro prometedor sino que el futuro no suele ser una linea recta ascendente, aunque sea lo que le gusta descontar/valorar a los mercados. Las crisis suelen venir tras años de exceso de crecimiento, que lleva a excesos de capacidad productiva (algo evidente hoy en algunas áreas de la economía china), y exceso de confianza a la hora de asumir riesgos.

Por último, los mercados financieros magnifican a menudo la realidad económica pues son flujos de capitales entrando o saliendo a la vez. El trimestre que menos creció el PIB chino lo hizo al 6,2% (¡¡quien lo tuviera!!), y sin embargo sus bolsas cayeron cerca del 65% en 2008. Un cosa es segura, lo que venga será a lo grande.

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