Dice el refrán que el hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras. Y gracias a la tecnología, esas palabras no se las lleva el viento sino que quedan almacenadas y son fácilmente transmisibles. Por eso, probablemente algunos piensen: ¡maldita tecnología!
Desde 2008, las Agencias de Rating han sido investigadas y demandadas por su papel relevante en la siembra de esta crisis al otorgar calificaciones crediticias extremadamente optimistas a los paquetes de hipotecas de sus clientes, lo que les permitía a éstos, principalmente bancos de inversión, venderlos muy caros porque se suponía que casi no tenían riesgo. Después, ha quedado claro que no eran tan seguros como algunos decían. En esas investigaciones salieron a la luz diversos emails entre analistas de las Agencias de Rating donde éstos se mofaban de que se otorgaran calificaciones tan buenas a activos que no lo merecían. Alguno incluso llegó a decir: "espero que ya no estemos trabajando aquí cuando explote todo esto".
Otra bonita dosis de realismo sobre cómo funciona el sistema financiero nos la dio la información publicada por The Irish Independent en junio, cuando supimos de las conversaciones entre altos directivos de uno de los bancos salvados en el rescate a Irlanda (recuerda que los ingleses, franceses y alemanes no querían dejarlos caer porque muchos fondos de inversión y de pensiones de esos países tenían ahí invertido mucho dinero). En esta ocasión, la tecnología nos mostraba cómo un directivo le sugería a otro que si pedían varios miles de millones prestados al BCE, las autoridades no podrían dejarlos caer.
"If they (Central Bank) saw the enormity of it up front, they might decide they have a choice. You know what I mean? They might say the cost to the taxpayer is too high . . . if it doesn't look too big at the outset... if it looks big, big enough to be important, but not too big that it kind of spoils everything, then, then I think you have a chance. So I think it can creep up... [once] they have skin in the game."
Efectivamente,
no los dejaron caer, ya que Bruselas puso dinero público para arreglar
el roto, pero no fue sólo por motivos económicos sino también políticos.
El BCE, esa institución "independiente", les cerró el grifo para
obligar al gobierno irlandés a aceptar el rescate, algo que Sarko quería
forzar para presionar a su vecina Irlanda a que acabara con esa molesta
ventaja competitiva que tiene desde hace tiempo: un tipo muy bajo en el
Impuesto de Sociedades.
En los últimos trimestres, la investigación que se está llevando a cabo en multitud de países tiene que ver con la manipulación del LIBOR, principal referencia mundial de tipos de interés en diferentes divisas y a diferentes plazos (un mes, seis meses, un año, etc). Hace pocos días hemos conocido algunas de las pruebas sobre el tema, que consistían en mails entre traders (operadores a corto plazo dentro los bancos de inversión) y brokers (empleado del banco que compra y vende pero por orden de los clientes).
- Derivatives Broker 1: Make 6m go lower! They r going up. [Senior yen trader] will buy you a ferrari next yr if you move 3m up and no change 6m (February 29, 2008, via text message to personal mobile phone)
- Yen Desk Head: Lord Baliff, I would suggest a lunch over golden week. Monday or Tuesday if you are around. *** As for kick backs etc we can discuss that at lunch and I will speak to [Senior Yen Trader] about it next time he comes up for a chat.
En español: X te comprará un Ferrari el próximo año si subes el tipo a 3 meses sin mover el 6 meses... Sobre sobornos, etc, ya hablaremos comiendo.
¿Has visto qué mala es la tecnología, que no ayuda a generar confianza? Supongo que sólo es buena cuando sirve a Obama & Co. para grabar todo lo que dice la población mundial al chatear con amigos.
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