lunes, 28 de enero de 2013

SHALE GAS: ¿UNA SECULAR TREND?

En el último medio siglo, hemos visto cómo los recursos energéticos han ido ganando peso como uno de los pilares estratégicos en el desarrollo de todas las sociedades del mundo. Su escasez, de cara al futuro, es lo que ha generado esta tendencia. Por ejemplo, en los últimos años, China ha ido por el mundo comprando minas, y pozos de petróleo y gas, para asegurarse parte de los recursos naturales que necesitará para crecer en las próximas décadas (ellos tienen de todo, pero insuficiente para dar abasto a sus perspectivas de crecimiento).

Actualmente, el carbón sigue siendo uno de los pilares en la generación eléctrica mundial, a pesar de ser poco eficiente y muy contaminante. En la décadas pasadas han entrado en juego otras fuentes de energía. La nuclear, muy extendida en todos los países desarrollados, tiene a Francia como mayor exponente mundial. Se supone que es muy barata y limpia. Es limpia, siempre que no haya accidentes nucleares, en cuyo caso "va a la cárcel sin pasar por la casilla de salida", es decir, pasa a ser horrorosamente contaminante. Lo de que es tan barata, no es cien por cien cierto, pues sí lo es al generarla, pero luego hay que guardar "hasta el día del juicio final" (al menos hasta el tuyo y el mío) ese material nuclear que es el combustible usado.

En las últimas dos décadas, han proliferado, apoyadas económicamente por unas imprescindibles subvenciones públicas (por falta de una suficiente eficiencia tecnológica), las energías renovables, entre las que destacaría la eólica, la solar, y últimamente, la marina. La eólica es limpia pero tiene una limitación evidente, el viento sopla cuando él quiere, y acumularla no es muy eficiente. Además, como nada es perfecto, los ecologistas critican que daña el paisaje y que mata algunas aves. La solar es muy cara pues, a pesar de los avances tecnológicos, es todavía muy poco eficiente, es decir, sin subvenciones, todavía cuesta bastantes años amortizar el coste de una inversión.

Pido disculpas a los expertos en el campo energético por mi burdo resumen, pero tranquil@, que ese no es el centro de mi artículo. Es el gas y su importancia estratégica. Para ser exacto, el "shale gas" (gas no convencional). Este se encuentra en el subsuelo de muchos países, incluido EEUU, China, Francia, o incluso España.

Para extraerlo, se utiliza la técnica del fracking (fracturación hidráulica), algo que es habitual en los pozos de extracción clásicos, y que consiste básicamente en inyectar agua junto con arena y algunos productos químicos para fracturar la roca donde está el gas y poderlo extraer. Se le critica que degrada el subsuelo y los acuíferos, aunque según algún "experto", no es muy contaminante y las probabilidades de accidentes son notablemente menores que en otros casos como la extracción de crudo en aguas relativamente profundas (recuerda el vertido de BP en Macondo, en el Golfo de México). No obstante, los escapes que se producen hacen que se tenga que quemar para evitar riesgos de explosión tras su acumulación, lo que supone emitir más gases a la atmósfera. También se critica del fracking que parece que podría aumentar la actividad sísmica en la zona, lo que hace que no se aplique en zonas próximas a centrales nucleares. Cabe comentar que el gas es mucho menos contaminante que otras fuentes energéticas comentadas. En cualquier caso, en los próximos años, habrá que valorar las consecuencias ecológicas del fracking.

De momento, el fracking está ganando mucha fuerza en EEUU, lo que implica que éste país podría ser autosuficiente energéticamente en los próximos años. EEUU es hoy un gran consumidor de crudo (más de 20M de barriles al día sobre un consumo mundial de casi 90M/bd), del cual tiene que importar más de la mitad (principalmente de Arabia Saudí, México, Venezuela, etc). Aunque recientemente ha subido el precio del gas (estaba bajísimo), los efectos mundiales de esta tendencia en EEUU podrían notarse en todo el mundo en los próximos dos años, aportando mucha eficiencia energética, cambiando balanzas de poder, y generando turbulencias a los países y sectores que perjudique esta tendencia.

Si EEUU sigue aumentando la explotación de esta fuente energética, hacia mitad de esta década, podría generar tanto que podría dejar de importar carbón y ser exportador. Eso tumbaría los precios y la industria del carbón mundial (con sus consecuencias sociales). Las eléctricas generarían mucho más barato (es tecnológicamente fácil reconvertir las plantas de generación con carbón a gas), y los precios caerían, por ejemplo en Europa, a pesar de que nosotros decidiéramos no explotar ese recurso del shale gas.

Las empresas mundiales serían más eficientes, pues el coste energético es hoy muy importante, y el precio de éste caería de forma relevante (bueno para la economía y los resultados empresariales). Las energías renovables tendrían menos apoyo (tienen más apoyo cuanto más caras y sucias son las energías convencionales). La gran industria nuclear francesa, y sus proyectos en curso, sufrirían un gran revés, adicional al que ya sufren por el abandono de Alemania y Japón de la energía nuclear. Tendría que competir con precios eléctricos mucho más baratos que los actuales. Las petroleras mundiales tendrían que adaptarse para convivir con un precio del crudo muchísimo más bajo (ello conllevaría fuertes caídas en beneficios, inversiones, y empleo en el sector del crudo y reconducir algunas inversiones hacia el shale gas). Paralelamente, los petrodólares (OPEP, Venezuela, Rusia, etc) deberían adaptarse a vender su energía a precios mucho menores. Si sus economías sufren mucho por esas caídas de ingresos nacionales, podrían afrontar desórdenes sociales.

EEUU, seguramente reduciría su histórica presencia militar en Oriente Medio (recuerda que por el estrecho de Hormuz pasa diariamente cerca del 20% del crudo mundial). China pasaría a ser el referente militar en la zona, para asegurar sus importaciones de crudo. No tengo claro cuánto afectaría a Israel, aliado de EEUU, ni a Arabia Saudí, otro aliado. Quizás Irán ganaría peso en la zona, para riesgo de sus vecinos, a los que no les haría ninguna gracia. O quizás la fuerte caída permanente del crudo generara una revolución en el país. No lo sé, pero seguro que habría muchos cambios mundiales. Piensa en todos los países productores de crudo o carbón, los sectores que proveen esas industrias. Eléctricas, químicas, y por extensión, industriales, estarían entre las más favorecidas.

Todo esto no es un sueño, sólo algunas hipótesis sobre una tendencia que está empezando a materializarse en EEUU. Probablemente, la mayor incógnita en este tema (y no es pequeña) sea la velocidad de este cambio energético. En fin, un importante proceso a monitorizar en los próximos tiempos.

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