martes, 17 de julio de 2012

SEQUÍA EN EEUU: ¿SERÁ EL TALÓN DE AQUILES DE LA BOLSA?

Cuando veo una burbuja, lo que más suscita mi curiosidad es el anticipar qué evento hará que se rompa la tendencia existente, qué derribará al gigante inmortal del cual nadie duda. Y es que el principal argumento para creer en esos ídolos de barro es: "en los últimos años ha sido así", o como lo aplican los anglosajones en los mercados financieros: "trend is your friend" (la tendencia es tu amigo).

En los mercados financieros, yo diría que hoy, la apuesta en la que confían muchos gestores (de inversiones de sus clientes) y traders (operadores que gestionan el dinero de las entidades financieras para las que trabajan) es la bolsa. Entiendo que se puede discutir largo y tendido sobre si algo está caro o barato, dado que hay muchos argumentos subjetivos en un sentido y otro. A pesar de llevar bastantes años en el sector financiero, lo que sigue llamándome la atención es la indiferencia con que el mercado recibe las nuevas noticias que van apareciendo cuando éstas no son buenas. Siempre busca algún baluarte, algún bellocino de oro que está por encima del bien y del mal, algo que justifica que la realidad que me rodea no debe ser escuchada (cuando va en contra de los intereses del sector, obviamente).

En esa línea, hemos visto durante meses que no importaba la caída de varios bancos en Europa, tampoco importaba la tensión con Irán ni que eso hiciera subir el crudo a 125 $/barril (algo dañino para la economía americana), ni la crisis económica y política en Europa con sus efectos globales, ni importa hoy demasiado la fuerte ralentización del crecimiento en China, Brasil, o India. Las continuas rebajas de expectativas de crecimiento en EEUU durante los últimos meses, ni el importante incremento de "warnings" empresariales (rebajas de las estimaciones de ventas/resultados/márgenes dadas por las propias compañías) de las últimas semanas se suman a esa ceguera voluntaria. En mi opinión, en los últimos trimestres, nada que tenga que ver con la economía ni los resultados empresariales está influyendo de forma significativa a la bolsa americana.

Entonces, ¿qué la mueve? Una vez más, como venimos observando desde el inicio de la crisis, principalmente importa el "show me the money", la expectativa de que las autoridades sigan inflando la burbuja monetaria actual, de que Bernanke siga haciéndoles ricos provocando y financiando subidones especulativos que tú y yo ya sabemos cómo terminan. En resumen, está muy claro que muchísimos profesionales basan su proyección inversora en que el dictador intervencionista seguirá ejerciendo para favorecerles. La economía, para los idiotas. ¡Así sí que me siento seguro! En el fondo, hacen algo parecido a lo de la mayoría de la población cuando les preguntas si creen que el euro se salvará, te contestan: "no lo dejarán caer", o "algo harán". Como los niños, suplimos la falta de ideas con deseos, como no se rigen bajo ninguna ley natural, cabe todo. 

Lo que ahora me pregunto es qué puede acabar con esta fe ciega en la Fed y su Sumo Pontífice, Bernanke. Los americanos lo llaman: "Do not fight the Fed" (No luches contra la Fed). Sin embargo, cuando pienso en el largo plazo, yo prefiero "do not fight reality", porque creo más en que se imponga la realidad económica que en el intervencionismo de los Bancos Centrales (de eso hay ejemplos conocidos en el mercado de divisas, por ejemplo, el yen japonés).

¿Crees que exagero sobre el papel intevencionista de la Fed? La Reserva Federal de NewYork acaba de publicar un informe con interesantes conclusiones. Por ejemplo, desde 1994, más del 80% de la rentabilidad adicional de la bolsa americana sobre los bonos del Estado (Treasuries), se ha producido en las 24 horas previas al anuncio de intervención de la Fed. Mi traducción al castellano de a pie: los traders de los grandes bancos de inversión que purulan alrededor de la Fed disfrutan de una información/rumor antes de que nos llegue al resto de mortales. Aunque, la verdad, para darse cuenta de ello no hace falta entrar en tanto detalle, basta con trabajar en los mercados. Todavía recuerdo cuando el dólar se debilitó contra el euro desde 1,2650 a 1,30 en un par de sesiones, poco antes de mitad de septiembre de 2010, y entonces se hizo oficial el Quantitative Easing 2. Para saber cómo funciona ese tinglado, que le pregunten a Goldman Sachs, que "anticipó" muy bien esa reacción del dólar.

A los mercados financieros les gustan los intervencionismos de los Bancos Centrales, independientemente de los males futuros que siembren, porque es un buen negocio/regalo para ellos en el corto plazo (y la vida son dos días). Poco importa que el regalo para el resto de mortales sean burbujas o crisis por las estampidas de flujos financieros que siembran. Por eso, desde hace varios trimestres, "bad news" equivale a "good news", porque así, en otro episodio más de desesperación de las autoridades, éstas meterán más dinero fresco en los mercados para "evitar que se acabe el mundo". Un ejercicio que se retroalimenta, como en cualquier otra adicción. Si no me crees, coge el calendario y empieza a contar, y eso que este año ya llevamos una subasta LTRO europea, y la prolongación del programa americano Operación Twist. Quien no vea esta burbuja es porque no quiere. 

Entonces, ¿qué puede acabar con el favor del dictador hacia sus compañeros de sector? Pues quizás sea la sequía. Me explico, EEUU sufre la mayor sequía desde 1988 (te recuerdo que este invierno ha sido uno de los más calurosos en medio siglo), con un 56% del país en condiciones de sequía. Eso está provocando una reducción en las perspectivas de las cosechas de grano (maíz, trigo, etc), y consecuentemente una subida de los precios de estos alimentos. Por ejemplo, el precio del maíz ha subido aproximadamente un 40% en un mes. Si la subida de precios llega a ser importante en su conjunto, ésta podría empujar al alza los indicadores de inflación, lo que podría frenar a Bernanke en su dispendio monetario que dura ya casi un lustro. Te recuerdo que la principal excusa intelectual de Bernanke para crear dinero nuevo y meterlo a dedo donde le viene en gana es el miedo a la deflación, a la caída de precios. Imagínate qué curioso, que la misma bonanza climática atípica que ha favorecido, durante este invierno, un nivel de actividad mejor de lo habitual en algunos sectores como la vivienda americana (muchos analistas, como cada año desde 2007, ya vaticinan la recuperación de dicho sector), fuera ahora la causante de que Bernanke no le diera a WallStreet su regalo periódico al que le ha acostumbrado desde hace varios años. Además, ¿recuerdas la que se armó en MENA (Norte de África y Oriente Medio) la última vez que las manipulaciones de Bernanke provocaron fuertes subidas en los precios de los alimentos? No sé, quizás sea la nueva estrategia de la CÍA para derrocar a dictadores "no amigos".

Aunque el tema que te expongo es sólo una remota posibilidad que analizo, que Bernanke retrase su Quantitative Easing 3 porque suban algunos indicadores de inflación (no la subyacente), para mí, la idea sí es clara: las burbujas y excesos siempre acaban mal, aunque normalmente no sepamos la fecha de su final, ni el catalizador que inicia la reacción en cadena.

Resulta vergonzoso y estúpido económicamente que nuestra sociedad, la española, tras cometer prolongados excesos que ahora debemos pagar (literalmente), se dedique mediáticamente a demonizar la exigencia de cuadrar nuestras cuentas y vivir con lo que tenemos/ganamos. Entre tanta demagogia y pobreza intelectual sobre lo mala que es la austeridad, y gastarte ÚNICAMENTE TODO lo que tienes/ganas/ingresas no es austeridad, te recuerdo que en 2011, el gasto público fue superior al de 2007. Es decir, de momento, nuestro sector público, de austeridad, básicamente sabe cómo se escribe.

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