Hace algunos días, un amigo me explicó una anécdota sobre un empresario español que perdió unos €2M por invertir con Madoff. Este reclamó a su entidad como responsable de la gestión de sus inversiones, y la entidad se negó a asumir dicha pérdida. Según parece, el empresario financió una campaña mediática contra la entidad. Al final, la entidad reculó, y asumió la pérdida.
Desconozco quién tenía razón, pero queda claro que se impuso la ley del más fuerte, ni la justicia ni la racionalidad pesaron. Esto mismo es lo que se está imponiendo en las medidas oficiales para contener/solucionar la crisis. El BCE decidió comprar bonos griegos, con todas sus consecuencias. Cuando Grecia quiebra, el BCE (y los políticos) vuelven a negarse a aceptar las consecuencias de sus actos porque le harían insolvente, y se decide que a los bonos del BCE no se les aplica la misma justicia/quita que al resto. Igual que el empresario de nuestro ejemplo, se rige por otras normas. Como he dicho muchas veces, nuestras autoridades viven por encima de la ley, la Ley de la Gravedad es para los demás. Ellos pueden transgredir cualquier principio legal, moral, y racional, llamándolo “bien común” y ya está, si la realidad va en su contra, la prohiben. Sin embargo, la realidad tiene una gran virtud que la hace imbatible: la constancia. Pueden vencerla, maquillarla, esconderla, o ignorarla por algún tiempo, pero el reloj juega a su favor, al final, la realidad se impone.
Además, esa lucha contra la realidad no es gratuita, al final se paga, y con intereses. Un vez hecha la trampa con los bonos griegos, surgen varias incógnitas. Ahora que el BCE ha comprado más de €100B de deuda italiana y española (principalmente italiana), y ésta ha caído de precio, ¿cuándo se reconocerán esas pérdidas que volvería, cuanto menos, a aproximarlo a la insolvencia? ¿Ya están estudiando una quita italiana para los demás, por ejemplo los emergentes y los inversores privados? ¿No van antes Portugal e Irlanda, que también reclaman mejores condiciones del recate? Preguntas surrealistas que se generan por concatenar, durante meses, medidas disparatadas.
RENTABILIDAD BONO ITALIANO 10 AÑOS |
En el European Reality Show, ahora le toca el turno a Italia. Yo no sé si el euro sobrevivirá, aunque cada día tiene menos posibilidades. No sé siquiera si era posible salvarlo, pues arrastra defectos de fábrica en sus fundamentos teóricos que, pasado el tiempo, lo hacen inviable en su forma actual. Lo que sí sé es que los ineptos gobernantes europeos llevan varios trimestres siguiendo al pié de la letra el “manual de autodestrucción”, o sea, reduciendo día a día nuestras opciones de supervivencia bajo la misma moneda.
Hoy he leído a otro analista preguntarse sobre el próximo “cortafuegos” europeo. ¿Qué medida, propuesta, ilegalidad, o estupidez puede permitirnos soñar un poco más con que ya estamos salvados? ¿Qué nueva ilusión podemos venderle a los mercados para que parezca que todo va bien y así “fabricamos” confianza? La confianza se gana, no se crea artificialmente, aunque a la bolsa le hagan falta pocos estímulos para levitar temporalmente. Cualquier rumor de una dimisión, de un acuerdo, o de que alguien se rasca la oreja es motivo para que los operadores sigan inflando el rally más artificial que jamás he visto. Los muchos datos económicos debilitándose en los países desarrollados y en los emergentes, las bajadas de rating a decenas de financieras, y a los países desarrolladas, los recortes generalizados de expectativas de crecimiento, las rebajas masivas de precios teóricos en las empresas cotizadas, etc. no importan nada... de momento.
Hoy, a la bolsa le preocupa que la rentabilidad de los bonos italianos a 10 años esté escalando hasta el 7,3%. ¿Con la escalada que lleva y ahora deciden que eso es importante? ¿Y en qué pensaban hasta ahora? Como tengo la manía de adelantarme a los mercados, lo de Italia me parece pólvora quemada, aunque hoy sea la noticia estrella de los mercados y dé para rellenar diarios. La próxima estación, y cuya parte del camino ya está recorriendo la manada de forma inconsciente es Francia, y después irá EEUU.
Hasta hace poco, los bonos franceses, igual que los alemanes, servían de refugio cuando las bolsas se tambaleaban. Hoy, con la que está cayendo, en los mercados de deuda se está vendiendo bonos italianos, españoles, belgas, y franceses. Un contagio en toda regla. En los próximos meses, veremos en qué queda. Y luego, EEUU y su supergastador Obama. Y es que la falta de liquidez prolongada, como ocurría en 2008, puede llevar a un problema de insolvencia. Pero una vez generada la insolvencia (de Occidente), ésta no se arregla con una sonriente foto de grupo ni con más liquidez inventada para la ocasión por el Banco Central, sino con medidas que generen solvencia, y ésta generará confianza. Para ello, los gobiernos tienen que ajustar YA sus cuentas (ingresos menos gastos) a la realidad, aunque no guste. Y recuerda, la realidad siempre gana.
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