sábado, 6 de agosto de 2011

ESPAÑA, BERLUSCONI, EL RATING DE EEUU, QE, ETC: SON EL MISMO PROBLEMA

Podría parecer que cada palabra de nuestro título representa un tema diferente, pero son puntos de un mismo plano.

Recientemente he leído que el BCE comprará bonos italianos si Berlusconi se compromete a llevar a cabo algunas reformas. ¡Cuanta estupidez! No es bueno ni es la función del BCE financiar a los gobiernos sino la de los mercados. Es a ellos a quien ha de convencer Berlusconi para que sigan prestándole. Y ellos están hartos de las promesas a varios años vista de los gobernantes occidentales, que no se las cree ni el portavoz del gobierno de turno que las anuncia. Bastaría con medidas DE CALADO YA para que los mercados dejaran de temer por sus préstamos a las empresas peor gestionadas del planeta: los gobiernos (nacionales, autonómicos, locales, interplanetarios, etc). Esas empresas para las que dos más dos son lo que convenga en cada momento PORQUE YO MANDO. Los anuncios que hacen los gobernantes a toda prisa cuando se desploma su deuda son, para los mercados, como la foto del político cogiendo en brazos a un niño de color con leucemia. Un acto publicitario.

En EEUU, S&P ha rebajado la deuda "más extensa y segura" del planeta de AAA a AA+, y con perspectiva negativa (esto significa que probablemente volverá a rebajar el rating si no mejoran sus cuentas en unos meses). No seas ingenuo y creas lo que dirán los periódicos próximamente sobre lo malas que son las agencias de rating que no cuidan del bien nacional por rebajar el rating de EEUU, o de cualquier otro país. La obligación de las agencias de rating es calificar según la situación financiera y la perspectiva económica, y es responsabilidad de los gobiernos mejorar el escenario y/o adaptarse a él. Para el grueso del mercado, la situación financiera de EEUU no merece un rating AAA desde hace mucho tiempo. Las agencias de rating han tardado mucho en calificar lo que todo el mundo ya sabe por la influencia de los gobiernos sobre éstas.

Francia podría ser el próximo en perder el rating AAA. Pero, ¿alguien duda que todo este proceso de rebajas de rating en Occidente no son hechos aislados, independientes? Forman parte de la misma realidad. Esta crisis coyuntural cogió a los agentes económicos (consumidores, empresas, bancos, y gobiernos) tan endeudados que se cuestiona el sistema financiero entero. Entonces se convierte en una crisis estructural donde los consumidores, inversores, empresas, etc deben ver una viabilidad en las cuentas para volver a confiar en el futuro y actuar con normalidad.

Los consumidores y las empresas llevan varios años apretándose el cinturón para conseguir esa confianza en su viabilidad. Los gobiernos no han avanzado realmente casi nada. Todo lo contrario, éstos han ido aumentando su déficit y su deuda total sobre PIB entre promesas futuras de ajuste a la realidad actual a la espera de que llegue la Navidad y los Reyes Magos traigan un recuperación que les permita evitar los dolorosos recortes que empresas y consumidores llevan tiempo haciendo.

Algunas medidas como el Quantitative Easing americano o la compra de bonos soberanos del BCE son arriesgadas, contrarias a sus fundamentos, socialmente injustas, etc. Entonces, ¿por qué las hacen? Buscan dopar a la economía para que temporalmente no note el dolor con la absurda esperanza de que cuando se acabe el efecto la economía habrá recuperado (y por supuesto no se habrá vuelto dependiente de esos estímulos). Es decir, para que sus gobiernos ganen varios meses hasta ver si en la próxima Navidad los Reyes finalmente traen la recuperación y se ahorran los recortes. ¿Te parece bien tanta irresponsabilidad? A los mercados tampoco.

jueves, 4 de agosto de 2011

LA CRISIS DE DEUDA SOBERANA: ¿AHORA QUÉ?

¿Seguimos culpando a los mercados, a los especuladores, y a las fuerzas del mal de todo o hacemos algo razonable, por variar? En teoría, la recuperación tras la crisis se basaba en que ésta era coyuntural, es decir, que duraría pocos trimestres. Por ese motivo, los gobernantes pensaron que no valía la pena perder votos por ajustar a la baja su gasto social ni su obesa estructura aunque sus ingresos se hubieran desplomado. Todo lo contrario, gastaban más en nombre del bien común y de una teoría económica, la keynesiana, que propone que si la economía languidece, el estado debe ser quien temporalmente le dé un empujón, a través de más gasto público (¡Qué teoría más oportuna para la clase política!). Se suponía que tras varios meses de ese empujón artificial e insostenible en el largo plazo la economía arrancaría cual motor de combustión y este incremento de actividad, y de recaudación, permitiría a los gobiernos recuperar paulatinamente el dinero gastado/despilfarrado. A que suena bien.

Pero qué ocurre cuando pasan los trimestres y el paro no baja porque las empresas no contratan. Y las empresas no contratan porque no ha aumentado mucho la actividad y siguen teniendo exceso de capacidad. Los beneficios empresariales y personales aumentan poco y los gobiernos siguen en una situación preocupante de déficit presupuestario, pues sus ingresos no han mejorado como vendían políticamente que iba a ocurrir fruto de su despilfarro “a dedo”. Sus gastos siguen creciendo por no haberlos ajustado a la baja cuando lo hicieron empresas y consumidores, por la compensación por la inflación fruto de las políticas no ortodoxas de sus bancos centrales, por el paro que no decrece y se prolonga su cobro, por las inversiones que comprometieron confiando en una bonanza inagotable, primero, y en una recuperación rápida, después, por, por. 

Todo esto es la punta del iceberg. El verdadero problema, y no me cansaré de decirlo, es el mal diagnóstico. Esta crisis es estructural y no coyuntural. Ahora no sólo hemos perdido tiempo, pues hace tres años del inicio de la recuperación y todavía esperamos a que el motor económico arranque. También hemos perdido recursos. Si el diagnóstico de la crisis hubiera sido correcto, podrían haber utilizado ese dinero despilfarrado en otras políticas que fueran realmente eficientes y socialmente justas como aumentar el mínimo personal exento en renta (algo justo para todos y especialmente valioso para los más necesitados) y rebajar temporalmente las cotizaciones sociales de la empresa (lo que haría a los empleados algo más eficientes para sus contratadores).

Cada vez que veo a la prensa culpar exclusivamente a los especuladores del aumento del coste de la deuda me avergüenzo y desmoralizo por este sistema basado en el mantenimiento a toda costa del status quo de varios grupos socioeconómicos. Resulta muy oportuno políticamente ver a los grandes medios contar la versión oficial de quién es el bueno, el feo, y el malo. Ninguno habla en sus portadas de los grandes errores de nuestros gobernantes, de algunas supuestas medidas anticrisis socialmente injustas e ineficientes. Claro, la verdad no compra miles de ejemplares diariamente. 

¿Y ahora qué? Yo no sé si será ahora o un poco más tarde, dependerá de cuánto tiempo puedan los gobernantes de Occidente seguir negando la evidencia que les rodea. Lo que sí sé es hacia dónde va inevitablemente Occidente. La referencia es Reino Unido, que ha entrado voluntaria y conscientemente en ese túnel de la austeridad en el gasto y del realismo sobre nuestro insostenible nivel de vida. Por ahí pasaremos todos tarde o temprano. El cuándo lo hagas marcará el cómo lo hagas. Cuanto antes aceptemos ese camino hacia dónde nos empuja la realidad económica (y también los mercados), mejor podremos aguantar ese peregrinaje por el desierto que inexorablemente nos espera a todo Occidente. El otro camino es seguir haciéndose el remolón hasta reunirnos con Grecia.

lunes, 1 de agosto de 2011

ECONOMIA VS TRADERS

A los traders (operadores profesionales de los bancos de inversión), hoy se les ha cruzado en el camino eso que tanto odian: la economía real. Tan acostumbrados que están a que las autoridades políticas hagan grandes anuncios que les permita operar al alza en Matrix, o a que las autoridades monetarias anuncien nuevos planes de manipulación financiera "por el bien común" que permitan que estos adictos aprieten la tecla de compra compulsiva, pero es que no puede ser Navidad todos los días.

Todo parecía preparado para otro gran festín financiero: a celebrar el gran acuerdo sobre la deuda americana. Los mercados nunca dieron probabilidad alguna a que no se acabe subiendo el límite de la deuda, pues sería un default (impago) por motivos políticos. Eso nos debería llevar a preguntarnos qué hay que celebrar. Como suelo decir, los rallies son para disfrutarlos no para entenderlos. 

Sin embargo, la sesión ha venido marcada por la economía real. Quizás el mercado se haya cansado de ignorar hasta la saciedad los débiles datos que venimos contemplando desde hace meses. El ISM Manufacturero de julio ha bajado de 55.3 en junio hasta 50.9 (muy por debajo del 54.5 esperado según Bloomberg). Cuando este indicador de actividad se mueve por debajo de 50 significa que las economía se ha contraído frente al mes anterior. De hecho, los nuevos pedidos (uno de los subíndices más importantes, en mi opinión) han marcado 49.2, el nivel más bajo desde abril de 2009, prácticamente cuando empezó la recuperación.

La buena noticia es que, de momento, la economía no está tan débil como en abril de 2009. La mala es que el S&P está a 1280, un 50% por encima del nivel de entonces. La pregunta sería qué descuenta la bolsa para estar hoy donde está.

¿POR QUÉ RECUPERO LA BOLSA EUROPEA EN LA ULTIMA HORA DEL VIERNES?

Podrías pensar que fue porque llevaba varios días cayendo y tocaba rebote técnico, para defender el nivel técnico de 1300 puntos del S&P, pero no fue por eso.

También podrías creer que fue por la posibilidad de que lleguen a un acuerdo sobre elevar el límite de la deuda del gobierno, pero tampoco fue por eso, a pesar de que en breve llegarán a un acuerdo. Como dije anteriormente eso no es lo importante sino los tímidos recortes que proponen los dos actuales planes en debate, el del demócrata Reid y el del republicano Boehner. Si al final sólo aprueban esos recortes cercanos a $3 trillones para la próxima década y empezando en 2014 ó 2015 te aseguro que los próximos meses van a ser moviditos, pues los inversores de renta fija soberana ya no están para tonterías y esos recortes son poco menos que un insulto a la inteligencia.

Tampoco fue por los datos macroeconómicos publicados, pues es difícil encontrar una retaila tan horrorosa el mismo día. Tanto el dato de actividad de julio de Chicago como el de Milwaukee fueron malos. La confianza del consumidor retrocedió y defraudó las expectativas. Lo peor fue el PIB. La primera estimación trimestral anualizada del PIB americano del segundo trimestre no llegó ni al pobre 1,8% estimado, se quedó en un mísero 1,3%. Por si fuera poco, ¡¡el modesto 1,9% del primer trimestre de 2011 lo rebajaron hasta el 0,4%!!

Tampoco fue por la comparecencia pública de Obama.

Entonces, ¿por qué recuperó la bolsa en la última hora europea? ¿por qué se depreció el dólar? POR EL QUANTITATIVE EASING 3 (QE3). El viernes, en una entrevista en la CNBC, dos miembros de la FED, Bullard y Lockhart, hablaron de normalizar su política en 2012, o sea, tipos bajos muchos más meses caiga quien caiga y haya la inflación que haya, lo que en lenguaje “trader” equivale a “sigue apalancándote a lo bestia que te invito a otra ronda gratis”. También hablaron sobre el “improbable pero nunca descartable QE3”. Como dice el dicho, nunca des algo por cierto hasta que se deniegue oficialmente. Esos comentarios lograron lo que no pudo ni la política ni la economía, el subidón especulativo del mercado. Y eso que sólo hace un mes que se acabó oficialmente el QE2. ¡¡Viva la recuperación sostenida!!
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