jueves, 29 de mayo de 2014

DIGO VS HAGO

Hace ya muchos años que oí un consejo inversor bastante práctico: haz lo que hagan los ricos y poderosos, no lo que éstos aconsejen hacer. Yo hoy puntualizaría ese consejo: ten muy presente lo que hacen realmente los profesionales de la inversión, independientemente de sus consejos.

Y es que las personas no siempre hacemos lo que predicamos. De hecho, en mi sector, eso es muy habitual debido a diversos conflictos de interés que, en ocasiones, surgen. En esos casos, la forma de ser de cada uno y la mentalidad corporativa de la institución declinan la balanza sobre cómo proceder. Por ejemplo, a veces, a las entidades financieras les conviene colocar un producto porque les deja mucha rentabilidad, aunque no tengan una expectativa clara de que probablemente irá bien. Otras veces, se le ofrecen productos a clientes cuyo perfil inversor no se ajusta al requerido para ese producto. La legislación y el regulador siempre van por detrás en lo que se refiere a proteger al cliente (como ya sabrás). A menudo, muy muy muy muy por detrás.

En un mundo tan poco exacto como es la gestión de inversiones (me refiero a la toma de decisiones de inversión, no a cuantificarlas a posteriori), hay argumentos válidos para todo. Por ejemplo, al hablar de si hoy las bolsas mundiales están baratas, caras o bien cotizadas, uno puede analizar si hay o no un exceso utilizando un gráfico como el siguiente, donde se relaciona la evolución bursátil de un índice mundial con la relación entre el precio de éstas empresas y sus ventas.



Otra referencia podría ser comparar la cotización con el PER (price-earning ratio), con cuántas veces se pagan los beneficios obtenidos.




Otra referencia útil podría aportarla la relación entre la bolsa y el cash-flow (flujo de caja) generado por las empresas.



Existen otras muchas unidades de análisis útiles, por ejemplo, preguntarse si en un escenario como el actual, con la menor recuperación económica desde hace décadas, los mayores déficits y endeudamientos sobre PIB que ha visto este planeta, y con unas medidas y un intervencionismo monetario propio de la ley marcial, tiene sentido pagar tanto o más como cuando la economía funcionaba de forma libre y no en modo "oficial".

En cualquier caso, hoy te muestro (vía Bank of América) el digo versus el hago. Lo que algunos profesionales del sector comercial predican a sus clientes mientras sus compañeros gestores de inversiones hacen lo contrario.


http://www.zerohedge.com/sites/default/files/images/user3303/imageroot/2014/05/20140501_rotation.png


Al final, cada uno debe decidir en quién confiar. En ese sentido, parece buena idea comparar lo que sugieren los que asesoran de palabra con lo que hacen los que ejecutan realmente.
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