Hace veinte años no era fácil obtener información actualizada del mundo empresarial si querías analizar empresas internacionales, por ejemplo del otro lado del Atlántico. Básicamente, debías pedirles que te enviaran anualmente por correo sus últimas cuentas anuales, que te llegaban mucho tiempo después de ser publicadas. Hoy, gracias a la tecnología se accede en tiempo real, online, a lo que ocurre en cualquier punto del planeta. Podríamos decir que antes el problema era obtener información relevante a tiempo mientras que hoy el handicap es filtrar las cantidad inagotable de información que nos inunda a diario.
En los medios de comunicación más tradicionales, más allá de la redes sociales, el filtro a la información lo pone el que la publica. Dada la necesidad de filtrar qué es relevante y qué no a la hora de informar, la atención mediática se centra principalmente en las autoridades, a quienes se les presupone estar mejor informadas y tener mejor criterio que el resto de los mortales. No es que no sea parcialmente cierto pero lo que se obvia con ese planteamiento son los intereses que esas autoridades acostumbran a tener a la hora de informar. Por eso, me gusta contrastar las versiones oficiales del Estado Mayor hacia su población con las opiniones de los que están en la trinchera y no tienen motivos para maquillar la foto.
Hoy te expongo diversas opiniones sobre las decisiones monetarias que en la actualidad condicionan nuestro presente y, especialmente, nuestro futuro.
Guy Haselmann, de Scotiabank: "Central bank polices have ruptured the proper functioning of capital markets. Some
investors myopically believe that 'money printing needs a home' and
that it will end up in equities (the asset class with upside). However,
such a belief needs to include a deep faith in the central bank’s
abilities to navigate a soft landing. History is not on their side. Investors pouring into equities might be playing an epic game of chicken."
Jim Reid, de Deutsche Bank: "If
it was a free market and central banks were not allowed to intervene
anymore then we would be very bearish as the global financial system is
still extremely fragile and not sustainable".
Charles Plosser, Presidente de la Fed de Philadelphia hasta el 1 de marzo de 2015: "It
may work out just fine, but there’s a risk to that strategy... we’re in
some sense distorting what might be the normal market outcomes at some
point, we’re going to have to stop doing it. At some point the pressure
is going to be too great. The market forces are going to
overwhelm us. We’re not going to be able to hold the line anymore. And
then you get that rapid snapback in premiums as the market realizes that
central banks can’t do this forever. And that’s going to cause volatility and disruption."
Kevin Wash, Expresidente de la Fed: "The markets think they have Yellen's number, that she will never
allow markets to go down"... "Investors think good times can last forever". Y sobre los tipos de interés tan bajos: "we tried negative real rates in the mid 70s and the early 2000s and both ended badly."

Termino con una reflexión: los datos marcoeconómicos mundiales son absolutamente mediocres (Goldman Sachs los describe con peores palabras), a pesar del discurso oficial mediático, desde hace más de un lustro, de la gran recuperación que nos espera a la vuelta de la esquina. En EEUU, no había una recopilación económica tan mala desde la caída de Lehman Brothers. Uno de los pocos datos que todavía aportaba esperanza... hasta ayer era la creación mensual de nuevas nóminas. El dato de marzo ha hecho volver a la realidad hasta a los más hooligans de este placebo especulativo llamado política monetaria. Como viene ocurriendo desde 2009, el lado positivo de que la economía no funcione es para los especuladores: ya se habla de que la Fed no subirá tipos de momento, sugiriendo que las autoridades monetarias seguirán inflando y justificando esta burbuja monetaria prometiendo el paraíso a la plebe.