jueves, 11 de septiembre de 2014

DRAGHI: MÁS FEUDALISMO MODERNO

Por orden del rey, los señores feudales seguirán disfrutando de los bienes públicos y, bla, bla, bla. Así podrían haber empezado los discursos de la Fed, o del BCE en otra época. Hoy se visten con formas más bonitas. Se dicen palabras como crecimiento económico, demanda, incremento del PIB, y bla, bla, bla. Durante varias semanas aspiré a que esta desvergüenza feudal en la que vivimos tuviera un límite. Pensé que, tras cinco años de ayuda directa al lobbie financiero, quizás el BCE habría pensado: "ya que no hemos parado de dar ayudas a la banca, quizás haya llegado el momento de ayudar directamente al resto de la economía, a los que nos pagan los sueldos". Ingenuo de mí. Las últimas medidas de Draghi son básicamente más de lo mismo.

Primero, el BCE anunció hace pocos días que bajaba los tipos de interés de referencia del 0,15% al 0,05%. Este medida no supone un gran cambio frente a lo que había. No obstante, como predicaban hace muchos años desde el pensamiento económico de la escuela austríaca, si das dinero a alguien para meterlo en la economía, al primero que indudablemente beneficias es al que le das ese dinero (en este sistema es la banca quien recibe casi gratis ese dinero y quien, quizás posteriormente acabe trasladando esa bajada de tipos a sus clientes). Pero este no ha sido el gran nuevo pecado del ex-Goldman Sachs Mario Draghi, el pecado ha sido anunciar compras directas del BCE de activos financieros que tiene la banca, tales como paquetes de hipotecas (¿o acaso tú tienes alguno?). Draghi ha perdido otra oportunidad de ayudar a la economía real actuando sobre el poder adquisitivo de los contribuyentes. A continuación te explico cómo lo podría haber hecho.

En 1971 EEUU abolió el patrón oro, lo que significa que su Banco Central (la Reserva Federal) ya no tenía limitada la cantidad de dinero (billetes) que podía crear en base a la cantidad de oro que tenía el Estado (porque oficialmente se podía convertir el dinero en oro). A partir de ese momento empezó la anarquía monetaria actual. Durante casi cuatro décadas las crisis económicas no se han abordado purgando los excesos cometidos sino posponiendo la solución de los problemas y magnificando sus efectos futuros al dedicarse a inyectar dinero que sirviera para que la pelota económica siguiera girando un poco más. 

Tras varios ciclos económicos de expansión-contracción, cada crisis nos encuentra más endeudados tanto a nivel público como privado y en términos relativos al PIB como absolutos en unidades monetarias. Finalmente, era conceptualmente inevitable que en alguna de esas crisis el sistema pusiera en duda la viabilidad de sus pilares. En un mundo financializado, donde las políticas monetarias oficiales han relegado el papel de la economía real (eslabón número cuatro en este sistema monetario) al magnificar el papel de las inyecciones arbitrarias de nuevo dinero, la banca (eslabón número tres) y los gobiernos (eslabón número dos) han sido los eslabones más altos golpeados por la crisis. Ahora, los mercados financieros sólo respiran alimentados por las palabras y promesas del eslabón número uno, los Bancos Centrales. Puedo jurarte que un sistema monetario no es sostenible a largo plazo a base de reacciones especulativas en los mercados generadas por las promesas de unos dirigentes monetarios con delirios proféticos. Por cierto, si te pararas a comparar la evolución de la economía real, esa que te paga el sueldo mensual, con sus predicciones, serías como el creyente de una secta que descubre el bulo que sus dirigentes tienen montado. Hoy considero oportuno recordarte las palabras del legendario empresario Henry Ford: “It is well that the people of the nation do not understand our banking and monetary system, for if they did, I believe there would be a revolution before tomorrow morning.”

Cuando ha llegado esta crisis, los BCs han utilizado la misma táctica de antaño para combatirla: facilitar más dinero a la banca para que ésta lo facilite al resto de la economía. No se han dado cuenta de que ese antibiótico ya no funciona, de que esa bacteria ha mutado. El sistema de transmisión monetaria tradicional apenas funciona. El mucho y barato dinero que los BCs dan a la banca (a partir de ahora un poco más, gracias al anuncio de Draghi) apenas llega a la economía. En otras ocasiones te he explicado porqué no llega. Básicamente son cuatro razones, algunas de los cuales yo ya anticipaba a inversores y asesores hace cinco años: primera, la banca no está bien (a pesar de haber mejorado sus ratios de capital) por lo que prefiere no prestar y dejar que vayan venciendo sus préstamos actuales. Segunda, el entorno económico tampoco les da confianza para prestar por lo que ofrecen financiación a quien no la necesita y nada a quien la necesita. Como me decía un empresario, la banca te da un paraguas cuando no llueve y te lo quita cuando diluvia. Tercera, los gobiernos cambiaron la normativa bancaria para que prestarles a ellos no se considerara arriesgado (¿no lo fue prestar a Grecia?) y así poder acaparar toda la capacidad crediticia de la banca. Es decir, préstamos para que los gobiernos pudieran seguir gastando dinero que no tenían mientras las familias y pequeñas empresas que financian a los gobiernos, agonizaban. Cuarta, exigirles ratios de capital más altos a la banca en plena crisis era estúpido. Tan estúpido como dar ayudas fiscales a la compra de vivienda en plena burbuja inmobiliaria y quitarlas ahora (como pide la OCDE), en plena crisis del sector.

Desde el BCE se sigue debatiendo la "ilegal" compra de bonos del Estado, algo que ya hicieron en los momentos más tensos de la crisis de Grecia. Yo comparto la objeción alemana, holandesa o finlandesa a los eurobonos, a dar dinero a países presupuestariamente anárquicos a cambio de emitir una deuda garantizada por todos los países de la UE. Es como darle tu tarjeta de crédito a un vecino despilfarrador acostumbrado a estirar más el brazo que la manga.

Como algunos me han preguntado qué haría yo, hoy te digo lo que haría si yo fuera Draghi: propondría algo no totalmente ortodoxo pero sí limitado en el tiempo, en riesgo y que no iría al despilfarrador habitual (el gobierno dispuesto a gastar lo que sea por mejorar su imagen y ganar las próximas elecciones) sino a los creadores de riqueza económica, a la economía real, a las empresas y los ciudadanos. Mi sugerencia sería: que el BCE prestara FUERA DE LOS MERCADOS FINANCIEROS (para no manipularlos más) un determinado dinero (por ejemplo un 5% del PIB) a largo plazo (por ejemplo 15 años) y a un tipo cercano a 0% a los gobiernos que quisieran con dos requisitos. Primero, el gobierno avalaría con propiedades públicas ese préstamo, y segundo, ese dinero iría INTEGRAMENTE A COMPENSAR UNA BAJADA DE IMPUESTOS A EMPRESAS Y CIUDADANOS POR DOS VÍAS: MEDIANTE UNA SUBIDA DEL MÍNIMO PERSONAL EXENTO EN IRPF (por ejemplo de unos €5.000 actuales a €8.000) Y QUE LOS PRIMEROS X EMPLEADOS (por ejemplo, diez) LE COSTARAN A LA EMPRESA POR CONCEPTO DE SEGURIDAD SOCIAL UN TERCIO DEL COSTE ACTUAL. Este dinero llegaría a la calle en las liquidaciones del mes próximo como menor retención de sueldo a los empleados y menor pago de la empresa a la Seguridad Social. Esto sería ayudar a la economía y su ajuste en vena, ayudar a la sociedad desde su pilar financiero principal: los que la sostienen financieramente.

En su lugar, algunos políticos hablan de posibles bajadas del Impuesto de Sociedades. Idiotez a toneladas. Para la pequeña empresa, que no puede financiarse barato en los mercados como sus grandes competidores y que apenas gana dinero, le importa poco pagar el 30% o el 20% de un beneficio cercano a 0. Es otra medida que ayuda a las grandes corporaciones frente al pequeño competidor. En fin, que yo no duraría dos telediarios como Ministro de Economía ni como Presidente del BCE porque así no se hacen amigos entre los que hacen las leyes, ya que no favorece a los que luego les "acogen" en sus Consejos de Administración.

Termino con unas palabras de Galbraith y una reflexión: People of privilege will always risk their complete destruction rather than surrender any material part of their advantage.
                                                                                                        John Kenneth Galbraith 

En la medida en que los gobernantes y dirigentes monetarios continúen actuando de forma partidista en vez de democrática, priorizando el bien común, extremistas como Syriza en Grecia, Le Pen en Francia o Podemos en España irán ganando poder. La falta de higiene democrática nos aproxima a falsos profetas menos democráticos todavía. Si no cuidas mínimamente a la democracia, ésta muere y volvemos a lo más habitual en la Historia de la Humanidad.


Eduardo Olano
SMART GESTION GLOBAL
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