domingo, 20 de diciembre de 2015

BRAVO POR YELLEN

Como ya sabes, hace pocos días la Reserva Federal (Fed) subió los tipos de interés un cuarto de punto hasta 0,25%. Este movimiento del organismo monetario viene siendo esperado por el mercado desde finales del año pasado. Dicha medida supone todo un acontecimiento monetario porque han pasado unos nueve años desde la última vez que la Fed subió los tipos de interés.
Resultado de imagen de janet yellenNo te sorprenderá que yo aplauda la medida de Yellen, Presidenta de la Fed, pues ya sabes lo que opino de esta política monetaria global de tipos a 0% que espolean la especulación y los excesos globales. Es evidente que subir los tipos de interés del 0 al 0,25% no va a suponer ningún cambio económico de calado. Te lo diré de otra forma, si no eres capaz de pagar los intereses de tu deuda con la referencia al 0% después de 80 meses a ese nivel, es que eres un insolvente que, en vez de haberte saneado, has preferido seguir viviendo aprovechando el maquillaje contable oficializado. En ese caso, ese 0,25% de diferencia no es el problema.

Desde el principio del nombramiento de Yellen he mostrado bastante respeto por ella, algo que no tengo por Bernanke ni por Greenspan, sus antecesores. Dicen que cuando Bernanke decidió emprender su casino monetario a gran escala con sus QEs, Yellen no estaba de acuerdo. Con la excusa de una crisis que no era otra cosa que evidenciar los excesos acumulados, Bernanke multiplicó por más de 4 veces el balance de la Fed (de unos $900Billions a unos $4 Trillions). Es decir, sustituyó la solvencia que debía tener el sistema por el dinero fácil, y hasta se ha permitido escribir un libro y atribuirse méritos.

Greenspan no aplicó el QE pero rebajó recurrentemente los tipos de interés hasta fomentar burbujas. Por ejemplo, cuando reventó la burbuja puntocom, en el año 2000, bajó los tipos hasta el 1% y los mantuvo durante tiempo, lo que fue pan hoy y hambre para mañana. Con ello, ayudó a la recuperación económica de la banca y las TMTs (tecnología, telecomunicaciones y media) pero sembró el exceso en el crédito al consumo y en el inmobiliario, que inflaron otra burbuja.

Soy condescendiente con Yellen porque sé que le toca salvar a su equipo cuando queda un cuarto de hora de partido y pierde por goleada. Yellen quiere normalizar los tipos de interés, que podríamos definir como llevar los tipos al 2-2,5%. En mi opinión, tiene una tarea imposible y te explico por qué.

La economía estadounidense, aunque es la menos mala de la clase mundial, nunca ha llegado a recuperarse de forma sana y sostenible. La recuperación económica actual de EEUU es probablemente la más frágil y mediocre de su historia reciente, porque se ha sustituido ajustes necesarios por regalos contables y monetarios. En consecuencia, dudo que dicha economía pueda soportar unos tipos de interés normalizados. Por ello, dudo que Yellen consiga subir los tipos mucho más. De hecho, si llega al 1%, yo le daría un premio.

Otro motivo por el que Yellen no podrá subir mucho los tipos es porque no le dejarán. Sólo esta ridícula subida ya ha empezado a acarrearle problemas de imagen. Los críticos empiezan a tocar los tambores de guerra, especialmente aquellos que más se han beneficiado del dinero casi gratuito (y no son los ciudadanos ni las pequeñas empresas). A continuación te resumo algunos de los principales enemigos con los que se va a encontrar en su camino por hacer lo correcto frente a lo conveniente para el establishment:
  1. Las grandes corporaciones. Empiezan a oírse declaraciones de CEOs de grandes multinacionales criticando las subidas de tipos porque encarecen la financiación y dificultan las exportaciones por la apreciación del dólar (algo que suele acompañar a la divisa que sube los tipos de interés). Eso lo dicen los mismos CEOs que sí han podido financiarse baratísimo, una ventaja competitiva frente a las pequeñas empresas regalada desde los despachos oficiales.
  2. La banca. A la banca le benefician los movimientos de tipos porque no aplican en el mismo instante dicho cambio a sus activos y a sus pasivos. Por ejemplo, a depósitos y a créditos. Aunque unos tipos más altos beneficiará a algunos negocios bancarios que se han visto ahogados por los tipos a 0%, cuando se resientan las bolsas y otros mercados financieros les generará importantes pérdidas en algunos negocios y en sus participaciones empresariales. Por ello, la banca criticará las subidas de tipos si la bolsa corrige con cara y ojos.
  3. La bolsa. Tras vivir muy cómoda durante seis años con regalos oficiales, además del apoyo natural que le da una recuperación económica, empezará a resentirse si los tipos de interés suben de forma relevante. En ese momento, las turbulencias financieras meterán mucha presión mediática y política sobre Yellen para que deshaga el camino andado. En vez de culpar a Bernanke por inflar esa burbuja monetaria culparán a Yellen por intentar desinflarla, algo que, por cierto, es imposible. Las burbujas no pueden desinflarse, o se siguen inflando (mientras sigue entrando el confiado dinero) o revientan (cuando la mayoría advierte que se ha terminado la fiesta subvencionada oficialmente y huyen para que sea otro quien sufra el ajuste a la baja).
  4.  El gobierno de EEUU. Antes de la crisis la deuda pública rondaba el 60% del PIB. Hoy supera ligeramente el 100%. Los tipos bajísimos han sido cómplices de esa barbaridad y, dado que a los gobernantes nunca les basta con gastar SOLO lo que ingresan, eso va a ir a más. Las subidas de tipos encarecerán refinanciar esa deuda y financiar la nueva que, sin duda, vendrá.
  5. Otros gobiernos. En un mundo globalizado el dinero fluye de un país a otro. Los tipos muy bajos hicieron que muchos países y empresas se endeudaran en dólares porque el tipo era bajo. Hoy, con el dólar apreciándose, esa deuda vale mucho más, lo que dificulta pagarla.
En resumen, Yellen será la heroína de nuestra época, la salvadora, aunque sin éxito posible ni reconocimiento. Bernanke también fue la heroína de nuestro tiempo, pero otro tipo de heroína: la de la dependencia de los excesos y los favoritismos monetarios.

domingo, 22 de noviembre de 2015

DISFRUTANDO LAS TEMPESTADES SEMBRADAS POR LOS BANCOS CENTRALES

Ya te he comentado que vivimos en la era de los bancos centrales. Supongo que te suena la frase "si debes €1.000, tú tienes un problema. Si debes €10M, tu banco tiene un problema, y si debes €10.000M, el gobierno tiene un problema". Yo hoy añadiría: "... y si debes (tú, yo, la banca y los gobiernos) €1B, el banco central tiene un problema".

A medida que, con los años, el conjunto de los diferentes agentes económicos ha ido haciendo más y más grande la pelota de deuda conjunta, el parche del momento, que no la solución, ha ido requiriendo la intervención de una instancia cada vez mayor. La solución hubiera sido pasarse varios años ajustando las finanzas individuales reduciendo el consumo/gasto para ir pagando y reduciendo la deuda generada. El parche ha sido que los bancos centrales se dediquen a crear anárquicamente billetes y a dárselos a sus privilegiados (gobierno, bancos y grandes empresas) mientras el resto de la sociedad agonizaba económicamente (sufriendo un mayor riesgo de perder su trabajo, de que su banco no le prestara o a tipos de usura, y de que el gobierno le subiera los impuestos). El ciudadano y las pequeñas empresas han sido el cordero al que esquilmar por parte del establishment para suavizar la crisis de éste. En el fondo, este es el sistema de estamentos en el que vivimos y, hasta casi nos gusta.

Cuando los BCs se dedican a inflar burbujas monetarias a base de manipular los mercados al alza, pocos hacen preguntas cuestionando esa estúpida medicina. Cuando arbitraria y absurdamente manipulan a la baja los tipos de interés para que los gobiernos puedan seguir viviendo a crédito por encima de sus posibilidades, la población no se manifiesta en contra. Cuando espolean artificialmente al alza los precios de las materias primas, haciendo estallar revoluciones donde antes Occidente ayudó a poner dictadores (por ejemplo en el norte de África), nadie habla de ello. Cuando dan dinero (que teóricamente deberá ser devuelto) a insolventes como Grecia o a bancos sin previamente sanearlos, es decir, evitando asumir las quitas a los prestamistas que legítimamente deberían sufrirlas, tampoco nadie clama al cielo.

No nos engañemos, vivimos deseosos de que alguien nos mienta, nos manipule y nos trate como a borregos, con tal de que nos permita vivir un poquito más en nuestro insostenible e imaginario País de la Maravillas, basado en aumentar permanentemente el endeudamiento general, que es la forma de poder vivir, un poco más, por encima de nuestras posibilidades. El flautista de Hamelin de nuestra época son los bancos centrales. Los irresponsables gobiernos de nuestra época, los adictos mercados (a la especulación y al dinero fácil) y la ingenua sociedad sigue a estos falsos profetas por sus bonitas promesas, aunque demostradamente irreales. Cada año de esta mediocre recuperación oímos que, gracias a los milagros de estas divinidades, la economía está a punto de despegar hacia un mundo maravilloso, donde, sin esfuerzo, gracias al dinero fácil de estos oráculos, todos viviremos más y mejor. A diferencia de Moisés, aquí no hacen falta milagros para que te crean. La gente tiene tantas ganas de creer que alguien hará algo y les salvará, que están dispuestos a aceptar cualquier barbaridad, por estúpida que sea. El "milagro" de esta farsa de recuperación, que apenas pasa de seguir en la UVI conectado a la máquina, está basado en más de ese narcótico financiero mal utilizado llamado crédito. Este cuadro te muestra cuan insana es esta recuperación. Para que cuele sólo se exige que la desesperada manada evite preguntarse: ¿quién devolverá todo ese crédito, y el de mañana, y el de pasado mañana?

 
Quién se ha beneficiado, a estas alturas, está muy claro...























Probablemente asistimos hoy a la recuperación económica más mediocre de la era moderna y, sin duda, la más insana.



Recientemente, Bank of America nos deleitaba con este atisbo de realidad: "It could simply be 1998/99 all over again. After all, a “speculative blow-off” in asset prices is one logical conclusion to a world dominated by central bank liquidity, technological disruption & wealth inequality".

Sobre los "generosos" tipos de interés a 0% desde hace más de 80 meses, ZIRP (Zero Interest Rate Policy), JP Morgan nos sugería: "zero interest rate policy actually reduces demand in the economy, prompting the Federal Reserve to prescribe even further doses of a medicine that, for a long time, has been impeding rather than promoting economic recovery." - JPM's David Kelly 

Se puede decir más alto, pero no más claro. Luego llegará lo que hemos sembrado durante años y no valdrá culpar a la mala suerte.

martes, 10 de noviembre de 2015

REFLEXIONES MONETARIAS

Estos días hemos visto, una vez más, como la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) rebajaba las perspectivas del crecimiento mundial para 2015 y 2016. Es normal, la mayoría de instituciones oficiales suelen rebajar los números a medida que se aproxima la realidad. Es como si alguien hubiera instaurado en el orden internacional que hay que vender permanentemente un espejismo optimista hasta que ya no se pueda más. Como premisas, lo potencialmente bueno está ahí para ser incluido en esa carta a los Reyes que son la proyecciones, mientras que lo potencialmente malo, alias riesgo, no existe hasta que casi te topas con él.

El hecho de que las economía mundiales lleven meses mostrando moderación en el crecimiento es especialmente importante en este momento. Lo es porque, tras aproximadamente 7 años de peligrosos experimentos monetarios extremos por parte de los banco centrales mundiales (ZIRP, QE e incluso NIRP), la Fed está intentando demostrar que esos experimentos han sido un éxito.

Muchas las variables económicas de empleo, inflación, inversión, etc siguen hoy siendo mediocres. Eso es aceptable al principio de una recuperación pero resulta cuestionable cuando estás ya al final del ciclo. Este ciclo de expansión económica es casi el más largo desde hace un siglo y en ningún momento la economía ha dado muestras de fortaleza suficiente como para permitir una normalización de las políticas monetarias ni fiscales. Es decir, la credibilidad de los bancos centrales, en general, y de la Fed, en particular, está en entredicho. Por ello, es de esperar que la Fed suba los tipos en su próxima reunión a mitad de diciembre. Una tímida subida de los tipos de interés, por ejemplo de 0,25% o de 0,50% no será muy relevante para la economía pero serviría para acallar temporalmente a los críticos con la Fed.

Como ya sabes, yo soy de los que cree que, tras alguna tímida subida de tipos, la Fed descubrirá y evidenciará que esto no funciona y tendrá que recular, perdiendo su credibilidad, la cual para mí perdió cuando decidió gobernar monetariamente para sus amigos y en contra y para riesgo de todos. Inflar burbujas no debería considerarse una política monetaria, no sirve para ayudar a la gente, aunque temporalmente sean muy divertidas, especialmente para sus privilegiados amigos que las disfrutan.

Como dato del camino recorrido por los bancos centrales en su experimento te diré: Desde la caída de Lehman Brother los bancos centrales planetarios han bajado los tipos unas 606 veces. Desde que cayó Bear Stearns han comprado activos (QE), lo cual no tiene nada que ver con su función monetaria de decidir el tipo de interés oficial del dinero, por valor de unos $12,4 billones ("trillions" para los americanos). La Fed lleva más tiempo con los tipos a 0% que nunca, incluyendo desde agosto de 1937 a septiembre de 1942. Como consecuencia de ese peligroso exceso monetario global, hay unos $6,3 billones (trillions) de deuda soberana que ofrecen a quien la compre hoy una rentabilidad inferior a 0%. Es decir, le pagas dinero a unos gobiernos más endeudados de lo que lo han estado jamás por prestarles tu dinero. Es surrealista. Además, los bonos soberanos que pagan menos del 1% rondan los $20 billones (trillions), que viene a ser casi una cuarta parte del PIB mundial.

A quien sí ha enriquecido claramente este experimento lo puedes ver con este gráfico.
 
Ya sabes que los BCs han creado cantidades ingentes de dinero y las han metido a dedo en los mercados financieros, lo cual es injusto socialmente y peligroso, tanto por las burbujas y la inestabilidad financiera como por las distorsiones económicas que genera. Lo que quizás no tengas claro es el exceso cometido por los gobiernos. Este gráfico te puede dar una idea del alto coste sembrado, que no pagado, por esta mediocre e insana recuperación.
¿Y ahora qué? Pues a esperar para ver si la Fed, tras reiteradas promesas durante bastantes trimestres, se atreve finalmente a subir los tipos en diciembre, para demostrar que todavía alguien cree en que este bulo monetario ha impulsado una recuperación sostenible. Contrariamente, el BCE amaga con bajar su tipo de interés casi a cero hasta negativo, mientras que China ya viene bajando los tipos unas 6 veces en los últimos 12 meses.

Así va hoy el PIB mundial. Juzga tú mismo.
 

sábado, 17 de octubre de 2015

OBAMANOMICS: EL ESPEJISMO DEL POPULISMO

La carrera electoral de Obama cuando aspiraba a ser Presidente de los EEUU generó mucha ilusión popular y muchas promesas electorales. Los ciudadanos venían de la era Bush Jr., con las impopulares guerras de Iraq y Afganistán, con la dolorosa caída de las torres gemelas y con una economía que se hundía y amenazaba con colapsar el sistema financiero. Bush nos recordó que la pérdida de derechos ciudadanos en nombre de la seguridad nacional para luchar contra el terrorismo es la política de emergencia de nuestra era.

Obama representaba la ilusión del cambio. Se suponía que sería menos prepotente a nivel internacional, menos intervencionista. Tanto era así que le dieron el Nobel de la Paz sin apenas haber podido tomar decisiones. Además, prometió que gobernaría más volcado hacia las clases media y baja, algo muy relevante si tenemos en cuenta que EEUU estaba en mitad de una gran crisis donde la banca y las grandes empresas utilizaban toda su influencia para que el Estado les regalara un bote salvavidas en ese Titanic macroeconómico. Obama tenía una voz muy atractiva y era el primer afroamericano que podía llegar a la Casa blanca. Todo un repertorio de ilusiones electorales, la mayoría de las cuales se han quedado en eso, ilusiones.

Los republicanos suelen pecar de, en su deseo de fomentar el crecimiento económico, rendirse al poder de las grandes corporaciones. El pecado de los demócratas suele ser el intervencionismo estatal en todo lo que pueden: menos libertades en nombre de papá Estado, que ya tomará las decisiones por ti, ya administrará tu dinero, etc. Hoy, estas prácticas nocivas de gobierno las utilizan ambos partidos. George Bush Jr recortó libertades en nombre del terrorismo y Obama ha continuado en esa linea. Bush invadió países y Obama, que prometió retirar las tropas, ha continuado la guerra haciéndola más sucia todavía: con drones, cuyos ataques han matado más gente que el 11S y generan un 90% en bajas civiles, lo que alienta más el odio y el yihadismo contra EEUU. Bush regaló kits de supervivencia a la banca en la crisis y Obama no ha parado de regalarles más y más riqueza (supongo que para poder gobernar con irresponsabilidad presupuestaria necesitas aliados sobre el terreno financiero). Con esta crisis y el gobierno de Obama las grandes corporaciones se han hecho más fuertes a costa de las pequeñas empresas. Mientras las primeras disfrutan de la financiación artificial más baja de la historia, las segundas llevan años intentando subsistir en un entorno en que la banca ha cerrado el grifo de acceso al dinero (aunque a ella le dieran más que nunca y casi gratis).

A Obama le reconozco un gran logro, aunque creo que está mal obtenido y eso lo pone en riesgo de cara al futuro. Obama prometió un mayor acceso de la población a la sanidad. La idea de que más gente pueda acceder a la medicina moderna es un gran éxito social. Sin embargo, lo logró con mentiras (había objetivos imposibles de alcanzar) y promesas no cumplidas. En vez de ser valiente y argumentar electoralmente que eso era hacer mejor a la sociedad americana prometió que no sólo no sería caro sino que además ahorraría gastos. Obviamente no ha sido así. El coste ha subido para el Estado, las empresas y los ciudadanos. ¿No crees que era más honesto decirlo claro? Pienso que el previsible deterioro futuro de las finanzas públicas no ayudará a ese logro social, de cara al futuro.

Te adjunto un cuadro que resume el resultado de la evolución de algunas de las políticas de Obama. Me refiero a temas de gran relevancia económica y social, tales como:
  • la burbuja financiera del crédito estudiantil que se ha inflado.
  • La población con ayuda nutricional que no para de subir.
  • El crecimiento de la deuda del Estado, que no sabe de crisis.
  • La mediocre recuperación multianual basada en el intervencionismo, la represión y el amiguismo financiero, plasmada en la gigantesca creación de dinero de la Fed.
  • El coste del seguro médico.
  • La participación social en el empleo más baja en varias décadas.
  • Ingresos medios de las familias, propiedad de viviendas vs alquileres, etc.
http://www.zerohedge.com/sites/default/files/images/user3303/imageroot/2015/09/20150916_obo.jpg

¿Hacia dónde va hoy esa economía social de Obama?
Si preguntas en el sector financiero, vendedor de humo donde los haya, las cosas siempre están a punto de mejorar y tú puedes ser el único que se quede fuera de participar en ese festín de riqueza. Las tendencias y el pasado son prolongables con la más absoluta certeza... cuando son bonitos. El futuro es cambiante a positivo cuando la foto reciente no es agradable.

Yo te adjunto un par de gráficos para que pienses sobre ello.


Si el porcentaje de la población en el mercado laboral está históricamente muy bajo (mientras las autoridades presumen de una tasa de paro cercana al 5%), parece lógico que el porcentaje que requiere ayudas para comer esté muy alto.


Todo ello en un momento del ciclo económico muy incierto.

Hacer promesas electorales es fácil. No cumplirlas... más.

domingo, 4 de octubre de 2015

¡EL SOUFFLÉ SE DESINFLA!

Muchas veces te he explicado que vivimos en una época de "financialización", donde los mercados financieros "empaquetan", de forma masiva, activos del mundo real para poder comerciar con ellos de forma más homogénea. La financialización no es mala en sí misma, todo lo contrario, facilitar el movimiento de dinero favorece la actividad económica. A través de la financialización conectas de forma imperfecta pero bastante directa los bienes y derechos del mundo real con el mundo de los mercados financieros, con las cotizaciones. La financialización es simplemente una herramienta que, como tal, puede ser utilizada bien o mal.

El problema que hoy presenta la financialización es el siguiente: desde que en 1971 se abandonó el patrón oro y especialmente en las últimas dos décadas, los bancos centrales se han comportado anárquicamente a la hora de crear nuevo dinero. Más allá de sus teorías económicas, que no sé si ellos todavía se creen o simplemente las utilizan para justificar popularmente un desdén monetario que claramente sirve a los intereses de una minoría, los bancos centrales mundiales nos han metido a todos en la mayor burbuja monetaria de la humanidad.

Los bancos centrales se han dedicado a crear muchísimo dinero y a meterlo arbitrariamente en los mercados financieros, a la vez que bajaban el precio del dinero prácticamente a 0% (en el caso de la Fed lleva ya 81 meses con tipos al 0-0,25%). Fruto de esa hiper-manipulación monetaria, el conjunto de los activos cotizados ha recibido entradas ingentes de dinero de especuladores profesionales (bancos de inversión, fondos de inversión, etc) que, por la proximidad de su gremio a los bancos centrales, ha podido invertir con financiación "casi" ilimitada y gratis. Por todo ello, el precio de esos activos financieros y, por extensión, de los activos del mundo real que "empaquetan", ha pasado a estar más influido por los titulares de los bancos centrales sobre cuándo dejarán de fomentar ese dinero gratis, ese "money for nothing", que por el valor intrínseco que el conjunto de la sociedad atribuye a esos activos.

Esta burbuja monetaria, como todas las burbujas, acaba pinchando, y ese es un proceso que empezó hace ya tiempo. Las burbujas pinchan porque éstas requieren estar permanentemente inflándose y alimentando la esperanza de seguir más y más, lo que exige recurrentes entradas crecientes de dinero nuevo, algo imposible de prolongar eternamente aunque las autoridades quieran, ya que muchas cosas empiezan a romperse por el camino.

En mi libro ¿Alguna vez fuimos ricos? te expliqué que Bernanke fue, en gran medida, el responsable del polvorín social que vive MENA (Middle East and North Africa). No le hicieron falta tanques. La burbuja especulativa que generó con su Quantitative Easing hizo que prácticamente doblaran en precio muchas materias primas, lo que hizo que se rompieran algunos eslabones socioeconómicos débiles. Me explico: si dobla rápidamente el precio del trigo y otros alimentos y ya no puedes alimentar a tu familia, tienes un buen motivo para crear una revolución. Si añadimos que políticamente hablamos de dictaduras, con el lógico malestar social por la falta de libertad prolongada durante décadas, el outcome era indiscutible: fuego y sangre.

Esto es un ejemplo de cómo la manipulación de los mercados financieros puede tener consecuencias directas en el mundo real. Hoy vemos ya otro ejemplo: La imposibilidad de China (o de cualquier país) de crecer permanentemente a grandes tasas hizo que se evidenciara ese exceso de precio en las materias primas hace ya un par de años (otro elemento influyente también aniticipado en mi libro de 2013 fue el aumento de la producción petrolera mundial fruto del fracking). Desde entonces, la burbuja de las materias primas viene desinflándose, lo que se está llevando por delante a otros países diferentes de los que sufrieron al inflar la burbuja: los exportadores de materias primas. Hoy sufren grandes turbulencias financieras y su consiguiente riesgo de gran freno económico países como Brasil, Venezuela, Rusia, Chile, Canadá, los países del golfo Pérsico, etc. La burbuja generada por Bernanke y su posterior estallido está reafirmando el status de potencia mundial de EEUU más de lo que hubiera podido aspirar su ejército. Sin embargo, en este mundo global, las economías desarrolladas (EEUU, Europa, y Japón) no son inmunes al freno económico emergente ni al desorden social (véanse las oleadas de inmigrantes que intentan llegar a Europa).

Hoy, la Fed sigue prometiendo que todo va bien mientras no se atreve ni a subir mínimamente el tipo de interés. Tras más de un lustro siguiendo a esos flautistas de Hamelín que son los bancos centrales, quizás hasta los especuladores estén empezando a darse cuenta de que este soufflé monetario global está deshinchándose y de que pueden ser ellos los que se queden sin bote salvavidas cuando se hunda el barco.

Como ya comenté al principio del mandato de Janet Yellen como Presidenta de la Fed, a ella le toca un papelón: intentar deshacer la mega burbuja monetaria creada por sus antecesores Greenspan y Bernanke evitando que estalle todo el sistema financiero global y que entremos en la "Depresión de Depresiones". Por Greenspan no te preocupes, pues tras años cobrando millones por sus conferencias, ya ejerce en una institución financiera. Bernanke, además de dar conferencias sacará próximamente sus memorias. Sirva de evidencia de que estos sujetos nos han sembrado a todos la del pulpo las palabras de Greenspan reconociendo que el oro es el verdadero dinero (frente al papel moneda que ellos multiplicaron como los panes y los peces), y las de Bernanke sugiriendo que él no verá la normalización de los tipos de interés en lo que le queda de vida. ¿Se puede tener más cara?

viernes, 18 de septiembre de 2015

¿LA RESERVA FEDERAL? MÁS DE LO MISMO: FALSAS PROMESAS, MENTIRAS E INCONGRUENCIAS

¿Te imaginas que un médico tuviera la desvergüenza de decir "el paciente se encuentra muy bien, sigue mejorando... por eso lo mantenemos en la UVI conectado a una máquina que le permite seguir vivo"? ¿Quién se creería semejante estupidez? En el mundo real, nadie. En los mercados financieros, donde los bancos centrales han conseguido que se cotice en base a la fantasía y el ilusionismo, se lo creería la mayoría... a quizás sólo harían como si se lo creyeran confiando en que los demás hagan lo mismo y así el viaje imaginario dure un poco más.

El jueves, la Fed decidió mantener el tipo de interés de referencia del 0-0,25%. Sólo fue otra muestra más de las mentiras oficiales que implementan. Imagino que ya ni ellos se las creen. En el mundo inversor hay un dicho que sugiere: "haz lo que hagan los ricos y poderosos, y no lo que éstos recomienden hacer". La Fed, como el resto de portavoces del establishment, sigue anunciando, año tras año, la inminente llegado del despegue económico, mientras actúa de forma opuesta a ese bonito vaticinio para la galería.

En esta crisis, la Fed ha implementado medidas muy extremas, muy peligrosas, que históricamente acaban muy mal para la población. Para tomar esas medidas se excusó en lo precaria de la situación (colapso total del sistema financiero, que viene el lobo, y bla, bla, bla) y lo tamizó mediática e ideológicamente diciendo que eran medidas y herramientas extraordinarias y temporales bajo una situación de emergencia. Yo hoy te pregunto: ¿llamarías medida temporal a una política extrema mantenida durante 80 meses (es el caso de los tipos al 0%)? ¿Te parece razonable llamar situación excepcional de emergencia a algo que dura 55 reuniones consecutivas de la Fed (hay una cada mes/mes y medio) o lo calificarías de "new normal"? ¿Todavía te crees que los bancos centrales van a ser capaces de salir de su propia trampa llamada ZIRP (Zero Interest-Rate Policy)?

Hoy me reitero en un vaticinio en el que llevo acertando desde hace años: no sólo no van a ser capaces de normalizar mínimamente los bajísimos tipos de interés (muy adictivos para los gobiernos y los especuladores de los bancos de inversión, que se han acostumbrado al "money for nothing") sino que, además, van a hacer de la barbaridad del ZIRP una reliquia del pasado y, como ya están practicando Suiza, Dinamarca y otros, van a dar otra vuelta de tuerca llamada NIRP (Negative Interest-Rate Policy). Este capítulo probablemente lo veremos en unos trimestres junto con más Quantitative Easing. 

El viernes, los mercados cayeron, actuando como si, por un momento y sin que sirva de precedente, volvieran a regirse por el sentido común. Ese sentido común que te dice que, a pesar de la retórica oficial de lo bien que va la recuperación económica, los bancos centrales se ven incapaces de subir los tipos de interés ni un 0,25% sin temor a que se tambalee su burbuja piramidal monetaria. ¿Problema para los bancos centrales? Que las burbujas financieras, o las sigues inflando con cantidades crecientes de dinero especulativo o revientan. Por su propia naturaleza, las burbujas no tienen posición de "stand by". 

Cuantifiquemos un poco esta burbuja monetaria:
  • Con la crisis, el conjunto de los bancos centrales de este planeta han bajado sus tipos de interés hasta cerca del 0% o simplemente a los niveles más bajos jamás vistos. De hecho, desde el 29 de junio de 2006, algún banco central ha bajado los tipos, de media, cada 3,36 días.
  • Por si fuera poco lo anterior, y eso que históricamente no creo que haya precedente semejante desde los dinosaurios, además, esos "padrinos" financieros han comprado (a dedo, obviamente) unos $15 billones ("trillions para los americanos") en activos financieros, que viene a ser algo más del 20% del PIB mundial o algo más de 20 veces el valor conjunto de todas las empresas del IBEX35.
  • ¿Aparte de haber inflado ya varias burbujas y haber encarecido peligrosamente el resto de activos, qué han conseguido? Han conseguido un rally bursátil que ya es de los más longevos de la historia (para beneficio principal de los banqueros y de los principales accionistas y ejecutivos de las grandes corporaciones). Han conseguido la recuperación económica más mediocre de la historia moderna. Se han convertido en rehenes de sus propias políticas (ni los especuladores de los mercados ni lo despilfarradores gobiernos les permitirán encarecer el precio de ese dinero barato que les han brindado durante estos años).

Cada vez que oigas en las noticias cómo mejora el empleo o la tasa de paro en EEUU, cómo sube la bolsa por la buena perspectiva económica, como aumenta el PIB, o cualquier otro regalo para los oídos de los inversores, recuerda la realidad: LA FED NO SE ATREVE A SUBIR LOS TIPOS NI MÍNIMAMENTE DESDE 0%. ¿Eso es coherente con la noticia?

Termino con un par de imágenes que valen más que mil palabras. Para los inversores que todavía creen en lo que dicen las autoridades (o los medios) aunque la forma de actuar de éstas evidencien lo contrario. Para los que creen en duendes, unicornios y que las bolsas se mueven coherentemente tras un profundo análisis por parte de sus protagonistas. Para los que se creyeron eso de que Bernanke era un héroe que salvó al mundo, o que Bush se merecía el Premio Nobel de la Paz. Para los que necesitan autoconvencerse de que Marco encontró a su mamá. Para todos ellos:




jueves, 27 de agosto de 2015

HASTA LA FED ES CAPAZ DE ENTENDERLO... 6 AÑOS DESPUÉS

Desde los inicios de este blog, en 2011, he criticado el QE que la Fed lleva aplicando desde 2009 como "supuesta" política monetaria que, en realidad, es una mera intrusión en la política fiscal, una responsabilidad propia de los gobiernos, que son los que gestionan los presupuestos nacionales. Hace ya muchos años que los economistas mundiales entendieron la necesidad de que, el que gasta y está sometido al voto popular, no debe poder tocar la máquina de hacer billetes, algo demasiado tentador para el deseo de ganar elecciones e inevitablemente nocivo para el desarrollo económico. En esta crisis, los bancos centrales están siendo cómplices de sus jefes, los gobiernos, en ese asalto al poder más allá de sus atribuciones.

Además, el QE desafía la lógica económica. Mi sentido común me dice que, si un negocio que cotiza mejora mucho, su cotización tenderá, ceteris paribus, a reflejarlo subiendo en mayor o menor medida. Adicionalmente, esa mejora económica facilitará a esa empresa dinero más barato (por tener ella menos riesgo), lo que magnifica la mejora anterior (efecto riqueza). Los bancos centrales, y la Fed como principal exponente, quisieron tomar un atajo de esos absurdos e irresponsables. Argumentan que, si manipulo al alza las cotizaciones como si las cosas fueran bien, las cosas volverán a ir bien. Yo creo que es más prudente, realista y responsable arreglar lo que va mal, aunque duela y lleve tiempo, y posteriormente las cotizaciones ya reflejarán esa realidad mejorada. Lo otro es sembrar burbujas, es decir, cotizaciones fuera de la realidad basadas en la promesa de los bancos centrales de que protegerán esos niveles hasta que la realidad mejore y se corresponda con esas cotizaciones. Hoy, los bancos centrales sustituyen a los mercados financieros en una "planificación centralizada" de esas que tan malos resultados dio en la URSS y en otros paraísos del intervencionismo a dedo.

Sirva la siguiente premisa que impera para entender lo estúpido del planteamiento de los bancos centrales: "la relación causa-efecto es, sí o sí, un camino que funciona en las dos direcciones". Ejemplo, si una persona con una enfermedad grave no suele ir al cine, obligando a todos los enfermos graves a ir al cine, los curaremos, porque esa práctica es propia de los que no están muy enfermos. Si los enfermos actúan como si se encontrarán bien, automáticamente estarán bien. Lo dicho, la ingenuidad de un niño combinada con la estupidez que suele acompañar a la soberbia, doctorados mediante.

Entre los daños y absurdos socioeconóimcos que genera la subida del precio de los activos cotizados al calor del QE, yo destacaría:
  • Crea "efecto riqueza", pero sólo a los propietarios de esos activos manipulados al alza, que están concentrados en una ínfima parte de la sociedad (a efectos prácticos, digamos que el 5-10% más rico de la sociedad).
  • Enriquecer a la minoría más rica con el dinero de todos aumenta la diferencia económica entre ricos y pobres, algo socialmente injusto, peligroso (riesgo de inestabilidad) e ineficiente (la economía es demasiado grande para poder crecer sin el apoyo de la mejora de la clase media).
  • Fomenta la especulación a crédito (muy barato) y siembra burbujas en los activos financieros... que ya sabemos todos cómo acaban.
  • Es una trampa de liquidez. Una vez con tipos a 0% y el banco central comprando su propia deuda, ¿quien quiere y puede volver a trás en esas prácticas?
  • Genera desconfianza empresarial en el futuro. Una unidad policial patrullando en tu barrio genera más tranquilidad. Un ejército en las calles, no, porque te recuerda permanentemente lo delicado de la situación. Seis años de tipos a 0 y QE son la mayor evidencia de que la economía no ha salido de la UVI. Si no me crees, pregúntale a las empresas cotizadas porqué prefieren endeudarse para recomprar sus acciones antes que invertir en ampliar su negocio.
Pero, ¿qué hace falta para que la Fed y otros bancos centrales "descubran" lo que muchos ya sabemos y pregonamos desde hace años: que este experimento monetario, ingenuamente llamado "política monetaria" genera pan hoy y grandes crisis para mañana?

De momento, la Fed va dando pasos hacia el "quizás no sea tan bueno el QE", "quizás no lo cure todo", "quizás no seamos dioses, destinados a manipular los mercados para proteger a los hombres de sus erróneas valoraciones y análisis". ¿Quién sabe... quizás no sea necesario ser más... que Abundio para ser un banquero central?

¿Por qué digo que quizás algo esté cambiando en los bancos centrales? Por la información que nos llega de un informe de la Fed de St. Louis y de las declaraciones de su vicepresidente, Stephen D. Williamson, quien cuestionaba recientemente la eficacia económica del QE. Ahí van algunos detalles:
There is no work, to my knowledge, that establishes a link from QE to the ultimate goals of the Fed inflation and real economic activity. Indeed, casual evidence suggests that QE has been ineffective in increasing inflation. For example, in spite of massive central bank asset purchases in the U.S., the Fed is currently falling short of its 2% inflation target. Further, Switzerland and Japan, which have balance sheets that are much larger than that of the U.S., relative to GDP, have been experiencing very low inflation or deflation.
A Taylor-rule central banker may be convinced that lowering the central bank's nominal interest rate target will increase inflation. This can lead to a situation in which the central banker becomes permanently trapped in ZIRP. With the nominal interest rate at zero for a long period of time, inflation is low, and the central banker reasons that maintaining ZIRP will eventually increase the inflation rate. But this never happens and, as long as the central banker adheres to a sufficiently aggressive Taylor rule, ZIRP will continue forever, and the central bank will fall short of its inflation target indefinitely. This idea seems to fit nicely with the recent observed behavior of the world´s central banks.
Thus, the Fed's forward guidance experiments after the Great Recession would seem to have done more to sow confusion than to clarify the Fed's policy rule.


Te añado un cuadro que nos recuerda los grandes logros de los bancos centrales en las últimas dos décadas.


Termino con algunas reflexiones de Raul Meijer:
Plenty amongst you will be talking about economic cycles, and opportunities, and debate how to 'play' the crash, but all this is useless if and when a market doesn't function. And just about all markets in the richer part of the world stopped functioning when central banks started buying assets. That's when you stopped being investors. And when market strategies stopped making sense.
Central banks will come up with more, much more, 'stimulus', but what China teaches us today is that we're woefully close to the moment when central banks will lose the faith and trust of everyone. After injecting tens of billions of dollars in markets, which thereby ceased to function, the global economy is in a bigger mess then it was prior to QE.
The whole thing is one big bubble now, and we know what invariably happens to those. More QE is not an answer. And there is no other answer left either. Those tens of trillions will need to vanish from the global economy before any market can be returned to a functioning one, and by that time of course asset prices will be fraction of what they are now. It may not happen today, but that doesn't matter: what's important to know is that it WILL happen. And if you keep being out there trying to outsmart a non-functioning market, you'll get burned as badly as the millions of Chinese grandmas who already lost 20%+ so far just this month.

domingo, 16 de agosto de 2015

TIPOS DE INTERÉS A 0%: ¿SOLUCIÓN O CAUSA DE MÁS PROBLEMAS?

Desde que EEUU decidió en 1971 abandonar el patrón oro, que limitaba la cantidad de dinero que se "fabricaba" según la cantidad de oro que poseía el país, la "administración" del tipo oficial del dinero por parte de los bancos centrales junto con otras medidas monetarias han tenido una gran relevancia. El deseo de los bancos centrales, quizás "el sueño", ha sido utilizar el tipo de interés y la creación de dinero (que se convierte en crédito a través de los bancos) para intentar acabar con los ciclos empresariales, para desterrar el concepto de ciclicidad en la economía. En mi opinión, un desafío al sentido común propio de los que se creen dioses.

Cuando la economía va bien, los tipos de interés oficiales se ponen altos, por parte del banco central. Cuando llega una bajada del ciclo, se bajan y así facilitan la financiación y con ello, la recuperación económica. Lo bueno, que en el corto plazo las recesiones duran menos de lo que durarían si se produjera el ajuste natural (manteniendo los tipos). Lo malo, que en el largo plazo, los bancos centrales sistemáticamente han sucumbido a la tentación de crear dinero más y más fácil y el camino termina con los tipos a 0. Ciclo tras ciclo, los tipos se han ido bajando cada vez más, y cuando se han tendido a subir ha sido hasta un nivel menor al del ciclo anterior. Paralelamente, el endeudamiento en todo el sistema ha crecido de forma sistemática y brutal.

Algunas cuestiones importantes hoy serían: ¿es sano para la economía mantener unos tipos de interés tan bajos durante tanto tiempo (casi siete años)? ¿Son realmente eficaces los tipos tan bajos? ¿Hace más bien el dinero ultra barato que mal? Para hablar de ello voy a hacer referencia a algunas reflexiones
interesantes de Guy Haselmann, de Scotiabank.

Si te duele algo y mejora el dolor tras tomar una pastilla, ¿no deberías tomarte 100 de esas para sentirte mucho mejor? Si una copa de vino es saludable ¿no deberías tomarte una botella? En la economía, como en otras facetas de la vida, la cantidad importa. Una cosa puede tener un efecto y, si se magnifica mucho, el contrario. Por ejemplo, si subes un poco los impuestos, tiendes a recaudar un poco más. Si los subes mucho, llega un momento que recaudas menos (le quitas a las empresas y a los consumidores demasiada renta disponible con la que crear riqueza, incentivas el cambio de domicilio fiscal a otros países con mejores condiciones, incentivas la economía sumergida, etc). Los tipos de interés demasiado bajos también generan efectos contraproducentes.

Con los tipos muy bajos, el banco central se mete en una trampa de liquidez (liquidity trap), donde el sistema requiere más y más cantidades de dinero fácil para poder seguir funcionando (y al ralentí). Cualquier intento de poner el sistema en equilibrio de nuevo (normalizar los tipos) genera en el corto plazo una importante recesión y destrucción de riqueza (precisamente la que diferiste, que no evitaste, al recurrir al dinero fácil para alargar los ciclos económicos expansivos y acortar los recesivos).

Entre los desequilibrios que generan los tipos bajos está el pulverizar el ahorro que busca poco riesgo, el propio de la clase media. Es decir, ayudas a muchos endeudados pero desincentivas totalmente el ahorro y reduces el poder adquisitivo de la clase media. El ahorro es una cara de la moneda económica tan importante como la otra, el consumo, aunque hoy en día las autoridades lo obvien.

Los tipos muy bajos fomentan el crecimiento explosivo de la especulación. Resulta muy barato financiarse e invertir a crédito en los mercados y es un gran incentivo a ello saber que las autoridades están empeñadas en manipular los mercados eternamente al alza. Los tipos bajos crean zombies, empresas ni vivas ni muertas. Éstas empresas, insolventes, nunca podrán devolver tanto crédito acumulado, pero siguen funcionando como zombies, sin crecer, ni generar más empleo, ni más inversiones, ni más I+D. Todo por no reconocer la realidad y hacer una quita, recapitalizarse, etc. Los tipos excesiva y permanentemente bajos son un regalo a los malos gestores (de empresas, de hogares, de instituciones públicas, de Estados, etc) para seguir haciéndolo mal, normalmente a costa de aumentar la magnitud del problema.

Además, los tipos bajos y las herramientas monetarias no convencionales (como el Quantitavie Easing) distorsionan los precios de los activos cotizados, distorsionando su papel económico. Los bancos centrales son tan borregos que piensan que, si ellos manipulan al alza los precios de los activos, los propietarios de esos activos, que son pricipalmente los ricos, se sentirán tan ricos que no pararán de gastar, invertir y crear más empleo (aunque sea hoy evidente que un país mejora sólo si su clase media mejora). Además de resultarme intelectualmente pueril ese argumento positivo no puedo obviar otras consecuencias negativas de esa política. Los mercados financieros sirven como referencia en muchos ámbitos económicos. Las cotizaciones de los bonos del Estado, las divisas, los múltiplos que se pagan en el mercado de acciones, etc permiten orientar sobre cuáles son las expectativas que contempla el conjunto de agentes del mercado en referencia al crecimiento económico, a la inflación, a la establidad política, etc. Hoy, esas referencias están adulteradas como el altímetro de un avión. ¿Te atreverías a aterrizar?

Termino con algunos comentarios de Guy Haselmann, de Scotiabank, que abordan bien el problema de los tipos de interés muy bajos:
  • Interest rates that are held lower than the ‘natural or normal rate’ (discussed in a moment) may have short-term benefits, yet there are longer-term costs that aggregate and eventually need to be addressed. These costs are then typically dealt with by lowering interest rates even farther away from the normal or natural rate.  Eventually the Fed ends up worsening the very business cycles they intended to smooth out.
  • The fact that rates today have reached zero means that the day of reckoning is quickly approaching, because monetary policy has reached the practical limits of what it can do.  Thus, the multi-decade credit era is coming to an end.
  • Sustainable growth is better for an economy than boom-to-bust cycles.  A marathon is won by a distance runner with a steady pace, not by a runner who alternates between sprinting and walking and risking injury. 
  • Credit-based consumption is unsustainable. 
  • The S&P over this same 30-year period has returned just over 6% adjusted for inflation, while real GDP has been just above 2%.  The market has risen 3 times faster than national output in real terms. A  sizable equity market correction could happen merely because the bubble-blowing machine is losing its wind.  Certainly, the magnitude of the monetary and debt-based fuel that has powered equities in the past will not be available going forward.
  • According to David Stockman, the amount of total credit outstanding (household, corporate, government and financial) has expanded by over $50 trillion in the past 30 years, while GDP has expanded by only $13 trillion... An economy runs most efficiently in the long-run when the price of money, i.e., the official interest rate, does not veer too far from the level where savings and investment can find a clearing price (i.e., the natural rate of interest).  This is called the Wicksellian Differential, i.e., the difference between the money rate and natural rate of interest.  It postulates that when the natural rate is higher than the money rate, the disequilibrium will drive credit expansion. Destructive behavior occurs when the price of money is set too low.  When money is cheap, the lure of easy profit becomes too enticing.  Money is borrowed for speculation.  Since the cost of money falls, borrowed money can be deployed into ever less-productive assets.  The objective of borrowed money is to merely outperform one’s borrowing costs.
  • The Fed has basically borrowed from the future to improve today. 
  • This damaging circumstance is a direct result of rates being held too low, allowing for the inefficient use of capital. Fed policy today and over the past several years may prove to be counter-productive in the long-run.
  • Today’s consumption and market speculation was paid for with huge amounts of accumulated debt.
Eduardo Olano
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