domingo, 14 de diciembre de 2014

¿ES POSITIVA LA CAÍDA DEL CRUDO?... ASÍ NO.

En economía, como en otros muchos aspectos de la vida, importa el qué pero también el cómo. ¿Si te digo que voy a acabar con la pobreza en España te parece positivo? ¿Y si resulta que lo hago expulsando de España a todos los pobres? No es sólo que normalmente el fin no justifique los medios, es que a veces desvirtúa toda la bondad del objetivo buscado. Eso es lo que está ocurriendo con la violenta caída de crudo desde hace unos meses. Mucha gente piensa que el abaratamiento de las principales fuente energéticas mundiales es algo positivo sin ser consciente de que la forma de ese abaratamiento puede tener efectos devastadores que superen los aspectos evidentemente positivos de ese evento.

Hace aproximadamente tres años asistí a una presentación financiera donde el ponente, director del área de análisis de un pequeño bróker francés, explicó que él creía que el shale gas (obtenido mediante fracking) cambiaría el escenario energético mundial en los próximos años porque provocaría una fuerte caída del crudo. Yo le hice una sola pregunta: ¿eres consciente de lo que eso implicaría para el orden geopolítico mundial? Y es que ese terremoto es lo que estamos viviendo hoy.

En mi opinión, hay tres factores que están haciendo caer el crudo. De ellos, uno me gusta y dos no. Me gusta el hecho de que nuevas fuentes de aprovechamiento de los recursos naturales, como el fracking, estén permitiendo aumentar la oferta de energía a nivel mundial, lo que tiende a hacer bajar los precios. Las otras dos causas que no me gustan son: una, que la demanda mundial de energía lleva tiempo ralentizándose como resultado de una economía global que crece más en los medios de comunicación y los informes oficiales que en el mundo real. Dos, que EEUU está utilizando su habitual manipulación de los mercados financieros como herramienta de guerra contra Rusia (si provoco le desplome del crudo hundo las finanzas públicas de Rusia, Irán, Venezuela, etc).

Desde la Fed son varios los interlocutores que han expresado lo cómodos que están con esta caída del crudo y lo bueno que esto es para la economía. Obviamente, ellos justifican la caída del precio con el aumento de la oferta de crudo, nunca con la falta de demanda (esto sería reconocer que el Quantitative Easing no ha aportado ese crecimiento que popularmente se le presume). ¿Tú crees que es bueno para la economía que se estén desplomando las peticiones para operar y hacer prospecciones petrolíferas? ¿ Y que los petrodólares (países exportadores de crudo) suspendan proyectos de infraestructuras porque su principal fuente de financiación, el crudo, está cayendo en picado?

Los mercados financieros, mal acostumbrados en los últimos años a ignorar todos los riesgos (incluso los que se materializan), empiezan hoy a hacerse preguntas, más allá de dar por hecho que los bancos centrales van a seguir asegurándoles riquezas eternas. Además de las cotizaciones de las petroleras y de las grandes compañías que proveen servicios a éstas, otras muchas industriales y de ingeniería están viendo cómo les ha subido el agua hasta el cuello. ¿Imaginas por qué? Por esa deuda de la que venimos advirtiendo desde hace varios años. Esa obsesión y dependencia de nuestro sistema socioeconómico de vivir a base de más y más deuda (que los bancos centrales estimulan y abaratan) empieza a pasar factura. El endeudamiento de esas empresas se convierte en una losa muy pesada cuando sus ingresos se desploman por la suspensión de grandes proyectos. De hecho, hasta esa nueva promesa llamada "fracking" está sufriendo la situación del crudo que ella misma ha contribuido a crear. Hace un par de días leía una estimación según la cual el 80% de las zonas de fracking de EEUU no eran rentables con estos precios del crudo.

En los mercados de deuda corporativa (empresarial) saltan las alarmas en los bonos emitidos por empresas de estos sectores afectados por la caída del crudo. También algunos países, como Venezuela o Rusia, ven como huye el dinero inversor y financiarse supone ahora pagar intereses muchos más altos. Como suele ser habitual en estas circunstancias, en los próximos meses seguramente será la banca quien ponga la puntilla, cuando deniegue el crédito a estas empresas. Del negocio del crédito bancario suele decirse que consiste en alquilarte un paraguas cuando no llueve y quitártelo cuando diluvia. Del negocio inversor, que el dinero es muy cobarde.

En fin, que el momento actual difícilmente puede tener más incertidumbre ni ser más pintoresco. La agresiva forma de retroceso del crudo convive con las peores sorpresas macroeconómicas de la economía de EEUU desde 2008, según Citi (ver gráfico adjunto), con un nuevo récord bursátil al alza (el S&P ha superado durante 29 días consecutivos la media de las cinco sesiones anteriores, algo no vivido desde que en 1928 lo hiciera durante 27 días), y con el mayor gasto en construcción del gobierno estadounidense desde 2006. Como diría Obélix, "estos romanos están locos".
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