En España, algunas Cajas de Ahorro comenzaron hace pocos meses su andadura bursátil. La colocación no fue precisamente un éxito, por lo que tuvieron que forzar la máquina todos los involucrados. Para entender por qué los profesionales no fueron seducidos por estas oportunidades de inversión debemos entender los cuatro riesgos que todavía hoy tienen las Cajas de Ahorro.
- La valoración. Las Cajas han salido a bolsa con unas valoraciones atractivas si las comparamos históricamente. Sin embargo, las cuentas de resultados y los balances de hoy, con una contabilidad generosa a la hora de reconocer pérdidas, no ofrecen la credibilidad de antaño. Todo ello a pesar de teóricamente haber dejado en las Cajas los activos ”buenos” y traspasado al holding (principal accionista de la Caja) los “malos”. Adjunto un gráfico de la valoración histórica de uno de los grandes bancos españoles según el múltiplo precio/valor-contable. Éste representa en cuantas veces se valora el banco frente a su valor teórico contable. Antes de la crisis rondaba 1.75 veces y ahora sólo 0.7 veces. Es decir, el valor que le da el mercado es inferior al de su contabilidad porque cree que sus activos no valen lo que dice su contabilidad. En el caso de Bankia, su valor de salida a bolsa fue de aproximadamente 0.4 veces el valor contable.
- La coyuntura económica española. Si la economía sigue debilitándose como viene haciendo en los meses pasados, las cuentas de resultados sufrirán más de lo estimado. Es lógico que la falta de confianza en una mejora económica se traduzca en desinterés por el sector financiero, epicentro de la actual crisis.
- La gestión de la compañía y su independencia. En julio, en una reunión para inversores institucionales, con motivo de la salida a bolsa de una Caja, nos explicaban que ésta sería independiente del holding que es su principal accionista. Apenas dos meses después, vimos declaraciones del presidente diciendo que la Caja ayudará al holding a financiarse si éste lo necesita. Se confirmó el gran temor sobre las Cajas, su falta de independencia. Una vez más, donde dije digo, digo Diego. Creo que esta actitud resume la forma de actuar de las autoridades políticas, monetarias, y corporativas durante la crisis. Esto genera mucha más desconfianza que la propia debilidad económica.
- El accionariado. Aunque la clase política ha reducido su poder en la dirección de las Cajas, los inversores institucionales saben que, a día de hoy, la mayoría del capital (más del 50%) sigue bajo la influencia de aquellos, que las han maleado durante años a su conveniencia. ¿No hubiera sido más beneficioso para la sociedad y para las Cajas que éstas fueran entidades independientes con un porcentaje del resultado comprometido en obras sociales? Pero claro, ¿qué político renuncia voluntariamente al poder?
Tras la reciente inyección de capital de €2.8B del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) en la CAM, el viernes conocimos que este organismo había inyectado capital por €7.5B en Unnim, Novacaixagalicia, y Catalunya Caixa, por lo que recibió el 100%, el 93%, y el 90% del capital de dichas entidades, respectivamente. ¿Sabes cuánto pagó el FROB en términos de precio/valor-contable? 0, 0.12, y 0.09, respectivamente. Otra evidencia empírica de la gran solvencia de la banca... o quizás sólo estas entidades estén infracapitalizadas y el resto rebosen solvencia.
Termino con una reflexión. Aunque los bancos están en una situación menos mala que las Cajas, ¿sabes por qué recapitalizan las Cajas y apenas obligan a bancos a ampliar capital? En mi opinión, porque los bancos tienen accionistas y ejecutivos con stock options, poderosos y que visitan La Moncloa, y las ampliaciones de capital les harían mucho, mucho, mucho menos ricos. En las Cajas no hay accionistas que paguen por sus decisiones erróneas.
Termino con una reflexión. Aunque los bancos están en una situación menos mala que las Cajas, ¿sabes por qué recapitalizan las Cajas y apenas obligan a bancos a ampliar capital? En mi opinión, porque los bancos tienen accionistas y ejecutivos con stock options, poderosos y que visitan La Moncloa, y las ampliaciones de capital les harían mucho, mucho, mucho menos ricos. En las Cajas no hay accionistas que paguen por sus decisiones erróneas.
Muy bueno el artículo. Me ha faltado alguna reseña de las indemnizaciones cobradas por alguno de los directivos de las cajas. Indignante.
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