Si tuviera que nombrar tres características del animal político destacaría: su extensa ignorancia en la mayoría de temas, su osadía para hablar de ellos cual experto, y su moral camaleónica que le permite cambiar de chaqueta/posición a gran velocidad con tal de no asumir sus responsabilidades y poder culpar otros de sus desgracias.
Desde hace meses, los políticos culpan a los especuladores del clima de dudas sobre la solvencia de algunos países europeos y, en consecuencia, del encarecimiento de la financiación de estos países. Como los políticos no te explicarán esa realidad (que en gran medida desconocen), yo te detallo algunas peculiaridades:
- La especulación y la manipulación la sufrimos los que estamos a diario en los mercados financieros. Son los grandes inversores los que, por sus contactos, se relacionan con los poderosos (a menudo políticos) y obtienen lo que la mayoría no: información valiosa antes que el resto del mercado. Algunos, además reciben financiación oficial casi gratis.
- Los grandes especuladores son como los mercenarios: están bien vistos cuando sirven a la causa de los gobiernos. Por ejemplo, Bernanke creó el Quantitative Easing 2 generando, financiando, y apoyando hordas especulativas que llegaron hasta el último confín del mundo cotizado.
- Reducir la especulación es realmente fácil, bastaría con reducir el apalancamiento de los que operan. Por ejemplo, si las garantías para operar con derivados fueran del 50% del valor que inviertes frente al 5-10% actual el volumen de apalancamiento sería increíblemente menor, pero entonces, la banca de inversión se quedaría sin uno de sus negocios más lucrativos, y quizás sería un poco menos "too big to fail" (demasiado grande para dejarla caer). En esas circunstancias ¿cómo podría Goldman Sachs seguir invirtiendo millones en las campañas de ambos candidatos a la presidencia?
- En la deuda soberana existe, como en el resto de mercados cotizados, movimientos especulativos y, a veces, intentos de manipulación. La operativa sobre el riesgo soberano (de la deuda de los países) no se hace tanto sobre sus bonos pues son muy ilíquidos. Se utilizan CDS, instrumentos financieros que cotizan la percepción de riesgo de impago de un país. Por ejemplo, si tengo un bono griego y creo que puede no pagar puedo hacer dos cosas: lo vendo o compro un CDS que cubra mi posición, es decir, que subirá de precio a medida que se confirme la insolvencia de Grecia y compensará la caída en precio que sufrirá mi bono griego.
- Por último, independientemente de cualquier movimiento especulativo, los mercados exigen a algunos gobiernos más rentabilidad para comprar sus bonos porque la percepción que tienen sobre éstos es que pueden llegar a ser insolventes. ¿Prestarías tú el dinero de tus clientes a alguien que crees que es muy posible que no te lo devuelva?¿Y si además le ves gastar sistemáticamente más de lo que ingresa (déficit presupuestario)?¿Y si también ves que no tiene intención de cuadrar sus cuentas, de ajustarse a la crisis como sí hacen las familias y las empresas? En esa situación están gran parte de los gobiernos occidentales, con un exceso de endeudamiento público, déficit presupuestario sistemático, y sin ganas ni valor político para tomar realmente las duras medidas de ajuste necesarias en una sociedad que lleva viviendo demasiados años por encima de sus posibilidades a base de créditos.
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