Si yo preguntara por personajes que han tenido gran influencia en la historia de la humanidad, seguramente nombrarían a Jesucristo, Gandhi, Hitler, etc. Probablemente, nadie nombraría a Keynes, y sin embrago, las últimas tres décadas del mundo (y seguro que la actual también) han estado decididamente influidas por sus teorías, o para ser más exactos, por la conveniente aplicación que los gobernantes universales han hecho de sus teorías.
No existe mayor regalo para un gobernante que justificarle que tiene el derecho o incluso la obligación de poner dinero público (y a crédito) para aquellas causas que el dinero privado, con su criterio, no quiere financiar. Eso han hecho los países desarrollados y los emergentes, durante muchos años. Si te pregunto por qué desparecieron las lámparas de aceite, o por qué ya casi no hay “afiladores de cuchillos”, seguramente me dirás que los avances tecnológicos y la economía de mercado llevaron a los consumidores/ciudadanos a otros bienes sustitutivos mejores. Es cierto, pero entonces, ¿por qué seguimos subvencionando el carbón? Que es super contaminante y caro. También las energías renovables son muy caras y sucias, pues hoy no son eficientes y producen un poco de energía limpia a partir de la generación de mucha más cantidad de otras sucias. Por ejemplo, la mayoría de la electricidad que utiliza un coche eléctrico se ha generado previamente, por ejemplo, en una central de ciclo combinado quemando gas y gasóleo.
En este artículo, no pretendo cuestionar dónde le interesa a la sociedad dedicar dinero público sino remarcar que se financian “a dedo” muchas cosas que los ciudadanos libremente deciden no financiar, y eso, al final, se paga. Los gobiernos son intervencionistas por naturaleza, porque supone tener más poder, por eso llevamos años destinando mucho dinero público a muchas cosas racionalmente cuestionables. Basta con decir que son por el bien común.
La conveniente adaptación de los principios keynesianos justifica lo que la racionalidad del consumidor o de las empresas, ambos gestores más eficientes que los entes públicos, no puede. Al final, tras muchos años de excesos, cual obeso que lleva décadas comiendo sin mesura, la realidad acumulada se impone. Esta prolongada asignación ineficiente de recursos es la burbuja GLOBAL que está estallando hoy. Hoy te preguntas si ha sido positivo financiar tanto las energías renovables hasta crear una burbuja que ahora revienta, o tantas estaciones de AVE, aeropuertos, plazas nuevas, auditorios, polideportivos, construcción de viviendas, televisiones públicas, emisoras de radio públicas, y subvenciones por todas partes.
Gastar durante muchos años sin un control exhaustivo ni una responsabilidad efectiva hace que mucho de lo hecho sea dinero tirado. Hemos creado muchas burbujas, es decir, dinero que ha entrado en tropel en algún activo favorecido y/o acrecentado, más allá de la propia economía, por las autoridades. Cuando se derrumba ese castillo de naipes, los mismos gobiernos/Bancos Centrales culpables de haber estimulado ese exceso se encuentran con una corrección económica que, como siempre ocurre, es social y políticamente inconveniente. Como buenos drogadictos keynesianos, los gobernantes deciden dar más gas a fondo en su exceso, en su disparate de crear un mundo a su deseo y no según el democrático y eficiente criterio de los ciudadanos. Intentan reinflar la burbuja creada que ahora sigue su natural proceso de deshinflarse. Para ello recurren a que "el ajuste natural" sería peor, pero es esa conveniente excusa la que nos ha traído hasta aquí.
Así, la gran bajada de tipos de interés para atenuar los efectos del estallido de la burbuja “punto com” infló una burbuja mayor: la del crédito y el inmobiliario. Ahora, cuando estalla ésta última, todos los Bancos Central dan gas a fondo hacia el abismo creando una burbuja monetaria todavía mayor para intentar paliar los efectos de su actual burbuja que está reventando, la que creamos para paliar los efectos de la anterior. Dado que los gobernantes no son los suficientemente inteligentes y/o valientes para percatarse de este proceso y ponerle remedio explicando que en algún momento hemos de pagar lo que hemos disfrutado y despilfarrado “a crédito”, parece claro que el abismo financiero está hecho para nosotros. Supongo que todavía tardará varios años antes de que todo reviente, pues crear billetitos a mansalva pospone algo este proceso, pero no lo evita, lo magnificará.
¿Crees que exagero? Si el BCE valorara hoy a precio de mercado los bonos basura soberanos que ha comprado, estaría quebrado. Hace pocos meses yo compraba deuda alemana a un año al 0% de interés, lo que se suponía era una estupidez si creías en la sostenibilidad de la recuperación que empezó hace tres años. Después fue la letra a 6 meses al 0%, luego a 3 meses. Ahora, toda esa deuda da rentabilidad negativa y, por primera vez, el gobierno alemán ha emitido deuda en negativo. Les pagas por prestarles tu dinero.
Estas anomalías y otras las estamos viviendo a diario y son una pequeña muestra, como la punta de un iceberg, de lo que hay debajo. Puedes ver cómo el sistema global en el que los gobiernos han gastado y manipulado arbitrariamente durante décadas está reventando en los movimientos sociales de MENA, en las generalizadas manipulaciones oficiales del mercado de divisas, en los altos tipos de interés de los países periféricos europeos, en los oficialmente manipulados mercados de deuda soberana, en toda la banca necesitando capital, financiación y avales, en los Bancos Centrales cometiendo el sacrilegio monetario de comprar su propia deuda y de mantener tipos reales negativos (inferiores a la inflación), en la banca emitiendo depósitos perdiendo dinero, en las normas contables adaptadas para ocultar pérdidas de valor en los balances y cuentas de resultados, en las quitas llamadas con otro nombre, en los balances estratosféricamente apalancados del BCE y la Fed, en los récords de parados y tiempos en desempleo mientras el consumo de lujo se dispara, en el excedente histórico de viviendas, en los máximos históricos de individuos utilizando cheques gubernamentales de alimentos en EEUU, en la deuda de los países desarrollados alcanzando cuotas sobre PIB jamás vistas, en déficits internacionales conjuntos jamás vistos, en algunos datos estadísticos en niveles no vistos desde la Segunda Guerra Mundial, etc. Para darse cuenta de la situación global no hace falta saber de mercados, sólo tener sentido común.
Hoy, los mercados bursátiles suben porque China ha anunciado que empujará a fondos inmobiliarios y de pensiones a invertir en los mercados financieros (para hacer subir las bolsas). Otro irresponsable intento de manipulación y falta de libertad por el bien común (¿?) que los operadores de corto plazo festejan en los mercados como si fuera el indicador de algo bueno, cuando precisamente te demuestra lo contrario, cómo está realmente el patio. Un barbaridad similar está realizando la Fed, empujando a los fondos de pensiones a invertir en riesgo tras quitarles la rentabilidad del activo sin riesgo, y arriesgando todo el sistema financiero global. En China, está reventando su “estimulada durante un década” burbuja inmobiliaria y del crédito, por ello, el gobierno está recapitalizando bancos, para tapar los miles de millones en opacas pérdidas de la banca, tras prestarle a las entidades públicas locales que han avalado con sus ingresos “vía impuestos” futuros. Otro intento más de paliar una burbuja creando otra, en el tablero keynesiano global. Antes, quería que terminara el 2011, ahora no sé si quiero ver lo que nos depara 2012.
No existe mayor regalo para un gobernante que justificarle que tiene el derecho o incluso la obligación de poner dinero público (y a crédito) para aquellas causas que el dinero privado, con su criterio, no quiere financiar. Eso han hecho los países desarrollados y los emergentes, durante muchos años. Si te pregunto por qué desparecieron las lámparas de aceite, o por qué ya casi no hay “afiladores de cuchillos”, seguramente me dirás que los avances tecnológicos y la economía de mercado llevaron a los consumidores/ciudadanos a otros bienes sustitutivos mejores. Es cierto, pero entonces, ¿por qué seguimos subvencionando el carbón? Que es super contaminante y caro. También las energías renovables son muy caras y sucias, pues hoy no son eficientes y producen un poco de energía limpia a partir de la generación de mucha más cantidad de otras sucias. Por ejemplo, la mayoría de la electricidad que utiliza un coche eléctrico se ha generado previamente, por ejemplo, en una central de ciclo combinado quemando gas y gasóleo.
En este artículo, no pretendo cuestionar dónde le interesa a la sociedad dedicar dinero público sino remarcar que se financian “a dedo” muchas cosas que los ciudadanos libremente deciden no financiar, y eso, al final, se paga. Los gobiernos son intervencionistas por naturaleza, porque supone tener más poder, por eso llevamos años destinando mucho dinero público a muchas cosas racionalmente cuestionables. Basta con decir que son por el bien común.
La conveniente adaptación de los principios keynesianos justifica lo que la racionalidad del consumidor o de las empresas, ambos gestores más eficientes que los entes públicos, no puede. Al final, tras muchos años de excesos, cual obeso que lleva décadas comiendo sin mesura, la realidad acumulada se impone. Esta prolongada asignación ineficiente de recursos es la burbuja GLOBAL que está estallando hoy. Hoy te preguntas si ha sido positivo financiar tanto las energías renovables hasta crear una burbuja que ahora revienta, o tantas estaciones de AVE, aeropuertos, plazas nuevas, auditorios, polideportivos, construcción de viviendas, televisiones públicas, emisoras de radio públicas, y subvenciones por todas partes.
Gastar durante muchos años sin un control exhaustivo ni una responsabilidad efectiva hace que mucho de lo hecho sea dinero tirado. Hemos creado muchas burbujas, es decir, dinero que ha entrado en tropel en algún activo favorecido y/o acrecentado, más allá de la propia economía, por las autoridades. Cuando se derrumba ese castillo de naipes, los mismos gobiernos/Bancos Centrales culpables de haber estimulado ese exceso se encuentran con una corrección económica que, como siempre ocurre, es social y políticamente inconveniente. Como buenos drogadictos keynesianos, los gobernantes deciden dar más gas a fondo en su exceso, en su disparate de crear un mundo a su deseo y no según el democrático y eficiente criterio de los ciudadanos. Intentan reinflar la burbuja creada que ahora sigue su natural proceso de deshinflarse. Para ello recurren a que "el ajuste natural" sería peor, pero es esa conveniente excusa la que nos ha traído hasta aquí.
Así, la gran bajada de tipos de interés para atenuar los efectos del estallido de la burbuja “punto com” infló una burbuja mayor: la del crédito y el inmobiliario. Ahora, cuando estalla ésta última, todos los Bancos Central dan gas a fondo hacia el abismo creando una burbuja monetaria todavía mayor para intentar paliar los efectos de su actual burbuja que está reventando, la que creamos para paliar los efectos de la anterior. Dado que los gobernantes no son los suficientemente inteligentes y/o valientes para percatarse de este proceso y ponerle remedio explicando que en algún momento hemos de pagar lo que hemos disfrutado y despilfarrado “a crédito”, parece claro que el abismo financiero está hecho para nosotros. Supongo que todavía tardará varios años antes de que todo reviente, pues crear billetitos a mansalva pospone algo este proceso, pero no lo evita, lo magnificará.
¿Crees que exagero? Si el BCE valorara hoy a precio de mercado los bonos basura soberanos que ha comprado, estaría quebrado. Hace pocos meses yo compraba deuda alemana a un año al 0% de interés, lo que se suponía era una estupidez si creías en la sostenibilidad de la recuperación que empezó hace tres años. Después fue la letra a 6 meses al 0%, luego a 3 meses. Ahora, toda esa deuda da rentabilidad negativa y, por primera vez, el gobierno alemán ha emitido deuda en negativo. Les pagas por prestarles tu dinero.
Estas anomalías y otras las estamos viviendo a diario y son una pequeña muestra, como la punta de un iceberg, de lo que hay debajo. Puedes ver cómo el sistema global en el que los gobiernos han gastado y manipulado arbitrariamente durante décadas está reventando en los movimientos sociales de MENA, en las generalizadas manipulaciones oficiales del mercado de divisas, en los altos tipos de interés de los países periféricos europeos, en los oficialmente manipulados mercados de deuda soberana, en toda la banca necesitando capital, financiación y avales, en los Bancos Centrales cometiendo el sacrilegio monetario de comprar su propia deuda y de mantener tipos reales negativos (inferiores a la inflación), en la banca emitiendo depósitos perdiendo dinero, en las normas contables adaptadas para ocultar pérdidas de valor en los balances y cuentas de resultados, en las quitas llamadas con otro nombre, en los balances estratosféricamente apalancados del BCE y la Fed, en los récords de parados y tiempos en desempleo mientras el consumo de lujo se dispara, en el excedente histórico de viviendas, en los máximos históricos de individuos utilizando cheques gubernamentales de alimentos en EEUU, en la deuda de los países desarrollados alcanzando cuotas sobre PIB jamás vistas, en déficits internacionales conjuntos jamás vistos, en algunos datos estadísticos en niveles no vistos desde la Segunda Guerra Mundial, etc. Para darse cuenta de la situación global no hace falta saber de mercados, sólo tener sentido común.
Hoy, los mercados bursátiles suben porque China ha anunciado que empujará a fondos inmobiliarios y de pensiones a invertir en los mercados financieros (para hacer subir las bolsas). Otro irresponsable intento de manipulación y falta de libertad por el bien común (¿?) que los operadores de corto plazo festejan en los mercados como si fuera el indicador de algo bueno, cuando precisamente te demuestra lo contrario, cómo está realmente el patio. Un barbaridad similar está realizando la Fed, empujando a los fondos de pensiones a invertir en riesgo tras quitarles la rentabilidad del activo sin riesgo, y arriesgando todo el sistema financiero global. En China, está reventando su “estimulada durante un década” burbuja inmobiliaria y del crédito, por ello, el gobierno está recapitalizando bancos, para tapar los miles de millones en opacas pérdidas de la banca, tras prestarle a las entidades públicas locales que han avalado con sus ingresos “vía impuestos” futuros. Otro intento más de paliar una burbuja creando otra, en el tablero keynesiano global. Antes, quería que terminara el 2011, ahora no sé si quiero ver lo que nos depara 2012.
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