domingo, 11 de diciembre de 2011

DESDE HOUSTON, LA TIERRA, LLAMANDO AL PLANETA FINANCIERO

Supongo que, desde su planeta, los operadores de corto plazo (traders y hedge funds) de bolsa, bonos, divisas o materias primas no deben alcanzar a ver lo que realmente ocurre sobre la corteza terrestre. Desde otro planeta, sueñan con una rápida solución al problema europeo (no sé siquiera si la hay lenta), y el euro se mueve en andanadas especulativas que incluyen en su operativa a acciones y bonos soberanos. Supongo que esto ocurre porque, por interés de su propio negocio, la banca vive pegadita a los gobiernos y los bancos centrales, que tampoco están en La Tierra. Estas dos especies, la banca y los dirigentes, viven en otro planeta diferente al nuestro. A unos les interesa el dinero que pueden ganar, especialmente con la ayuda de los gobernantes, y a los otros sólo los votos, cuya premisa es que la memoria humana es corta, por lo que deben vendernos cosas bonitas, aunque duren menos que un cigarrillo y/o sólo funcionen en su planeta.

Anécdotas de los tiempos que vivimos hay muchas. Mientras los británicos, gubernamentales y privados, toman medidas ante una potencial ruptura del euro, un banco de inversión continental sugiere que si se rompe el euro, invirtamos en metales (como defensivo), compremos comida enlatada y hasta un arma de calibre pequeño. Poca broma que las últimas ventas mensuales de armas en EEUU afloran un crecimiento anual superior al 30%, y el número de individuos recibiendo, del gobierno, tickets para alimentos supera ya los 46 millones. En Rusia, pocos días después de los comicios, el ex-presidente soviético Gorvachev pide que se repitan las elecciones ante el clamor popular de fraude electoral. En China, empiezan a filtrarse imágenes de manfiestaciones civiles. Oriente Medio y el Norte de África son dos grandes polvorines sociales y políticos, destacando Egipto (con su todavía vigente acuerdo de paz con Israel), y también Irán (con todo lo contrario).
 
En Europa Merkozy planifica en solitario, no cuenta con los gobiernos europeos que "necesariamente" han de apoyar sus cambios drásticos en la relación legal que les une, La Unión Europea. Que haya voces discrepantes en Finlandia, o Eslovaquia, no les importa. Tampoco importa la ciudadanía. Te recuerdo que entramos en el euro sin que todos los países ratificaran popularmente su apoyo. De hecho, lo creamos con algunos países donde ganó el NO al euro. Ahora, pretenden que los países periféricos aceptemos medidas de ajuste socialmente muy duras sin consultar, ni previamente explicar, casi nada a la población. Les da miedo que la sociedad consultada se pronuncie en contra. ¡¡Cuanta estupidez!! Aprobar tales ajustes sin el apoyo de la población, que es la que ha de aceptar apretarse el cinturón durante años, es un grave error, es peligrosísimo. Ya sé que así pueden improvisar otro parche de dos o tres meses a la vida del euro y que los traders pueden hacer algunas operaciones rentables, pero dentro de poco estaremos volviendo a hablar de lo mismo.

No son pocas la voces que recuerdan que, por menos discrepancias entre países, este continente (Europa) ha vivido ya dos grandes guerras. De hecho, en las circunstancias de extrema dificultad, como la crisis actual, es cuando más proliferan los encantadores de serpientes, que nos insinúan que ha fallado la democracia y la economía de mercado (la democracia económica), y que debemos permitirles a ellos regirnos saltándose las normas "por el bien común". Es precisamente haber quebrantado o puenteado las normas durante años lo que nos ha llevado a esta crisis. ¿Te has fijado cuan poco les gusta a nuestros dirigentes la democracia? A los mercados tampoco. De hecho, el CEO de una de las gestoras de inversiones más grandes del mundo comentaba hace algunos trimestres que a los mercados les gustan las dictaduras. ¿Por qué será que me lo creo? Con sobornar a los pocos que mandan y deciden, ganan dinero mucho más fácilmente que en un mercado amplio, lleno de jugadores, y sin claras ventajas para ellos.

En los últimos dos años, la mayoría de rallies de bolsa, bonos soberanos o divisas, no se han producido por los datos económicos sino que se han fabricado en despachos oficiales. La más absoluta barbaridad y aberración, y luego no entendemos las reaccciones de los mercados. Algunos de los fabricantes de tan maravilloso futuro han sido: la Fed con sus Quantitative Easings, el BCE comprando bonos soberanos, Obama aprobando sus déficits, las subvenciones a los coches, las múltiples ayudas a la banca, las intervenciones en el mercado de divisas de Japón, o Suiza, o Brasil, los rescates de Grecia, Portugal, o Irlanda, . De hecho, el mayor rally diario de la historia del Ibex35 (+14,5%) fue a primeros de mayo de 2010 cuando Merkel anunció el (primer) rescate a Grecia. Todavía no han aprendido qué peligroso es eso para los mercados y para la economía. ¡Hay, cuanto añoro a la democracia y a la economía de mercado!

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