No, no hablo de fútbol, hablo de mercados financieros. A la hora de invertir, lo primero es analizar cuánto vale para ti ese activo. Si éste cotiza, debes compararlo con el precio de cotización y, analizar qué expectativas diferentes a las tuyas tiene el mercado, qué riesgos valora, etc. Por eso, es importante saber qué mueve en cada momento a los mercados, hacia dónde van los flujos de capitales y, sobre todo… ¿por qué? La prensa no te lo dirá, porque no tiene ni idea.
En las últimas semanas, han caído los precios de los bonos de deuda soberana de los países occidentales (Alemania, Francia, EEUU, etc). ¿Por qué? En mi opinión, se han juntado varios factores:
- Los precios de los bonos habían subido mucho porque habían servido de refugio inversor.
- Los mercados empiezan a valorar seriamente el riesgo de crédito (impago) de los países desarrollados, por su gigantesca deuda y porque sus economías apenas crecen.
- La forma de afrontar la crisis de exceso de deuda está siendo “con más deuda”, por eso, los bancos centrales contradicen sus normas básicas e implementan políticas inflacionistas, para intentar crear inflación, que en cristiano significa: a cada minuto que pasa, tu dinero pierde poder adquisitivo, y las deudas de los superendeudados también valen menos (gobiernos, bancos, empresas, y consumidores). Se trata de traspasar riqueza del buen administrador al malo, del prudente al imprudente, del austero al despilfarrador, del responsable al irresponsable. En este entorno, es lógico que caigan los precios de los bonos y suba la rentabilidad que éstos ofrecen, pues hoy no cubren ni la inflación.
Sube el euro. ¿Por qué? Al subir la bolsa y las materias primas se activa otra operativa de corto plazo que consiste en comprar bolsa y materias primas y vender dólares (lo que significa comprar euros). Estas operativas se basan en que, si la bolsa sube por mejora económica, los americanos trasladan inversiones al exterior en busca de oportunidades de mayor crecimiento, lo que debilita al dólar. Igualmente, cuando las materias primas suben, al cotizar en dólares, la caída del dólar las abarata para el resto del mundo. Más absurdos en la coyuntura actual.
Hoy, la correlación intradiaria entre el movimiento del dólar y de la bolsa es absoluta, lo que implica que son los mismos operadores apretando varias teclas a la vez. El problema de estas operativas es que los operadores las aplican sin pensar si hoy tiene alguna racionalidad ese movimiento.
El que comete una estupidez, es estúpido, el que comete muchas, suele ser además incongruente, inconsistente consigo mismo, pues dichas estupideces empiezan a contradecirse unas con otras. Por ejemplo, según la tendencia actual de los mercados, lo mejor que nos puede pasar a los inversores es que tengamos que rescatar a más países europeos, por ejemplo a Bélgica y a Francia (¡¡que barbaridad!!). ¿Por qué? Porque entonces habría que doblar/triplicar el fondo de rescate (EFSF), los inversores huirían todavía más de los bonos soberanos, lo que llevaría dinero a las bolsas y apreciaría el euro, como ocurre actualmente. Moraleja, cuanto peor vaya la economía europea (y hoy roza la recesión) y más probabilidades tenga la zona euro de romperse, más subirá la bolsa y más fuerte será el euro.
¿No celebras que Europa sea "salvada" (por enésima vez)? ¿Por qué? ¿Acaso crees que habrá N+1? Debes ser el único en Europa, porque los mercados y las portadas de los diarios... claro que ellos no se fijan en que algunos índices bursátiles, tras caer cinco meses, han protagonizado en octubre la mayor subida desde 1987. Esto, mientras se publican bastantes datos de actividad en niveles de 2009 y algunos indicando recesión económica, otros de confianza en mínimos de décadas, y los analistas bajando los precios objetivo de muchísimas compañías, las perspectivas económicas nacionales y los ratings soberanos. Por si fuera poco, acompaña al rally la caída efectiva de varios bancos (Dexia y otros). Detalles sin importancia para los que viven en su propio Universo. Sólo así se entiende que en los últimos días hayan celebrado hasta tres veces el rumor de la posibilidad de apalancar (endeudar) el fondo de rescate para hacerlo más grande. Los más sorprendidos por la reacción del mercado son los propios analistas económicos de los bancos de inversión porque dicen que apenas sabemos detalles del EFSF para saber si servirá o no. Se olvidan de que la bolsa siente más que piensa.
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