6 Genera adicción en la economía y los mercados, que se acostumbran a vivir con subvenciones/estímulos y se resienten cuando éstas se acaban. Acto seguido, reclaman más drogas/estímulos/regalos y los dirigentes no se atreven a negárselas porque conllevaría debilitar la economía en el corto plazo (la inversa de lo que generó al inicio). Lo vimos a mitad del año pasado tras el QE1 y ahora tras el QE2.
7 Distorsiona la economía. Los bancos centrales pretenden simular artificialmente los efectos de cuando la economía va bien para generar confianza. Por ejemplo, cuando el consumidor tiene dinero y confianza consume mucho y eso genera una presión al alza en los precios, o sea, inflación. La FED pretende fabricar inflación induciendo subidas especulativas en los precios de las materias primas que los fabricantes sufrirán e intentarán traspasar a los consumidores. También, pretende subir las acciones, como harían los inversores si tuvieran dinero y confianza económica. El BCE compra bonos del estado como podrían hacer libremente los inversores si confiaran en los gobernantes que han de pagarles. O sea, en vez de centrarse en exigir a sus gobernantes medidas positivas para la economía y la confianza de los ciudadanos prefieren dedicar tiempo y dinero a aparentar lo que no hay, a maquillar la realidad económica sustituyendo al consumidor, al inversor en los bonos del estado, o a quien haga falta.
Por si fuera poco lo expuesto, considero que el QE2 fue un absoluto fracaso porque no consiguió algunos objetivos y otros han durado poco más de lo que ha durado el programa. El principal objetivo era bajar el tipo de interés de los bonos del estado. Estos subieron durante casi todo el programa y han bajado realmente cuando éste se ha acabado, que es cuando los inversores han comprado los bonos como refugio ante la recaída económica y bursátil. Las bolsas avanzaron casi un 30% con el QE2, y pocas semanas después del programa, han reculado entre la mitad y dos tercios de dicho movimiento especulativo. Varias materias primas también han perdido buena parte de lo ganado. No es el caso del oro y la plata, que siguen altos porque aglutinan a muchos disidentes ideológicos de la política de la FED. Debilitar el dólar es el único objetivo logrado y claramente mantenido en la actualidad.
En resumen, las autoridades pretenden arreglar una crisis de exceso de deuda generando más deuda, una crisis de confianza, manipulando y negando la dura realidad para que parezca bonita, lo que genera desconfianza. Sus políticas pretenden minimizar los efectos de una burbuja que ha reventado no adaptándose a la realidad sino inflando otra, una burbuja monetaria global. No han aprendido nada de la crisis de Japón. Tampoco de la crisis tecnológica de hace una década. Entonces, se bajaron mucho los tipos de interés para favorecer a las empresas excesivamente endeudadas, pero se creó involuntariamente una burbuja en el crédito y en un sector muy sensible a los bajos tipos de interés, el inmobiliario.
7 Distorsiona la economía. Los bancos centrales pretenden simular artificialmente los efectos de cuando la economía va bien para generar confianza. Por ejemplo, cuando el consumidor tiene dinero y confianza consume mucho y eso genera una presión al alza en los precios, o sea, inflación. La FED pretende fabricar inflación induciendo subidas especulativas en los precios de las materias primas que los fabricantes sufrirán e intentarán traspasar a los consumidores. También, pretende subir las acciones, como harían los inversores si tuvieran dinero y confianza económica. El BCE compra bonos del estado como podrían hacer libremente los inversores si confiaran en los gobernantes que han de pagarles. O sea, en vez de centrarse en exigir a sus gobernantes medidas positivas para la economía y la confianza de los ciudadanos prefieren dedicar tiempo y dinero a aparentar lo que no hay, a maquillar la realidad económica sustituyendo al consumidor, al inversor en los bonos del estado, o a quien haga falta.
Por si fuera poco lo expuesto, considero que el QE2 fue un absoluto fracaso porque no consiguió algunos objetivos y otros han durado poco más de lo que ha durado el programa. El principal objetivo era bajar el tipo de interés de los bonos del estado. Estos subieron durante casi todo el programa y han bajado realmente cuando éste se ha acabado, que es cuando los inversores han comprado los bonos como refugio ante la recaída económica y bursátil. Las bolsas avanzaron casi un 30% con el QE2, y pocas semanas después del programa, han reculado entre la mitad y dos tercios de dicho movimiento especulativo. Varias materias primas también han perdido buena parte de lo ganado. No es el caso del oro y la plata, que siguen altos porque aglutinan a muchos disidentes ideológicos de la política de la FED. Debilitar el dólar es el único objetivo logrado y claramente mantenido en la actualidad.
En resumen, las autoridades pretenden arreglar una crisis de exceso de deuda generando más deuda, una crisis de confianza, manipulando y negando la dura realidad para que parezca bonita, lo que genera desconfianza. Sus políticas pretenden minimizar los efectos de una burbuja que ha reventado no adaptándose a la realidad sino inflando otra, una burbuja monetaria global. No han aprendido nada de la crisis de Japón. Tampoco de la crisis tecnológica de hace una década. Entonces, se bajaron mucho los tipos de interés para favorecer a las empresas excesivamente endeudadas, pero se creó involuntariamente una burbuja en el crédito y en un sector muy sensible a los bajos tipos de interés, el inmobiliario.
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