domingo, 14 de agosto de 2011

OPTIMISMO, PESIMISMO, REALISMO

Un amigo y compañero de sector me ha sugerido inteligentemente que complemente mis noticias negativas con otras positivas, para dar esperanza al lector y conseguir también sorprenderle. Sobre eso llevo tiempo pensando y creo que merece una explicación. 

La cuestión es: ¿qué busco yo con este blog?

No busco sustituir a los diarios. Tampoco pretendo redefinir el mundo financiero sino aportar más información sobre el mismo, mostrando una parte a la que la mayoría no tiene acceso y a la que yo, por mis circunstancias, sí. Las informaciones oficiales, por conveniencia de los que las trasmiten, se centran básicamente en lo positivo. Lógicamente, las partes más negativas son las que no les interesa mostrar. Yo no niego lo positivo, sólo intento complementarlo mostrando otros lados menos visibles de esa compleja figura que es la realidad.

Mi pesimismo no es permanente sino coyuntural, tiene relación con la situación económica pero sobre todo con las políticas cortoplacistas, irresponsables, y socialmente injustas que se aplican. En 2007 era pesimista y perdí clientes por ello. A primeros de 2009, mientras la banca recomendaba prudencia yo defendía invertir en bolsa. Rascando en los pobres datos de actividad publicados veía brotes verdes, como los índices de pedidos nuevos volviendo a crecer o los inventarios en niveles insosteniblemente bajos.

Yo no veo brotes verdes en el nuevo rescate a Grecia. Hace un año, los gobernantes apostaron al rojo con mucho dinero nuestro y salió el negro. Hoy básicamente doblan la apuesta para recuperar las pérdidas. Hasta el BCE presiona ya para que el fondo de rescate le compre sus bonos griegos sin pérdida, lo que evidencia la unidad de criterio y la confianza interna en el plan.

Hoy veo brotes verdes donde el resto no, en el futuro económico del Reino Unido. Este es prácticamente el único país grande que ha aceptado que esta crisis es estructural y requiere cambios drásticos. Sus gobernantes están realizando importantes ajustes socio-económicos porque son conscientes de que la estructura y nivel de vida actual es insostenible. También saben que recortar de forma importante el gasto público conlleva dos problemas:
  1. Crítica social, manifestaciones, y pérdida de votos.
  2. La economía se debilita en el corto plazo y durante varios trimestres al gastar menos el gobierno.

Creo que todos acabaremos haciendo lo mismo. La diferencia es que unos aceptan voluntariamente someterse a quimioterapia para poder sobrevivir a una enfermedad grave y otros preferimos quitar la palabra cáncer, quita, e insolvencia del diccionario y cruzar los dedos.

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