martes, 16 de agosto de 2011

LA REENCARNACIÓN DE LAS CAJAS

¡Quién las ha visto y quién las ve! Las cajas se están convirtiendo en bancos, ¡y cotizan! ¿Por qué? Muy sencillo: Los gobernantes las han exprimido hasta la saciedad durante varias décadas, imponiendo en ocasiones criterios de amiguismo político absolutamente contrario a la lógica económica y empresarial. Que si préstale a éste (amigo mío), que si financia a este otro proyecto (afín a mi ideología), que si contrata a aquel (aunque nunca pisará dicha entidad). Todo esa ineficiencia empresarial prolongada año tras año ha debilitado tanto a las cajas que cuando ha llegado el tsunami financiero han sido las primeras en caer. Hoy, al convertirlas en bancos cotizados, los gobernantes dan un primer paso para devolvérselas al pueblo de la única forma posible: alejándoles a ellos de la gestión. No lo hacen por su generosidad ni su profundo sentimiento democrático sino porque estaban tan quebradas que ni el banco central quería seguir financiándolas. Todavía hace falta que los gobernantes dejen de tener tanto peso en su dirección para que los inversores confiemos en ellas como empresas y dejemos de verlas como el brazo financiero del partido político local.

Yo no invertí el dinero de mis clientes en las recientes salidas a bolsa de las cajas (OPVs). Resulta sorprendente que, a pesar de lo baratas que salieron desde una comparativa histórica, la mayoría de inversores institucionales decidieran no invertir, salvo los presionados para ayudar al ejecutivo a colocarlas en mercado (estamos en lo de siempre, esto no es gratuito). En mi opinión, esto ocurre porque no nos fiamos de su contabilidad, pues sabemos que durante la crisis, los gobiernos han suavizado la contabilidad de las entidades financieras para que sigan pareciendo hermosas. Los mercados cotizan mejor un mal dato que la incertidumbre pues éste se cuantifica y se incorpora a los precios actuales. La incertidumbre te hace preguntarte constantemente si el verdadero problema supone 3 ó 300. Ese maquillaje contable justificado en “generar confianza” y contrario al principio contable de prudencia ha aportado incertidumbre sobre el realismo de sus cuentas y, ahora, nos pasa factura. No me cansaré de decirlo, las chapuzas económicas/financieras no son gratuitas.

Entonces, ¿por qué fomentar este maquillaje? Para ayudar al lobby financiero mundial. Con esta medida, las entidades financieras del planeta han evitado recapitalizaciones (ampliaciones de capital) mucho mayores, que hubieran hecho a los banqueros mucho menos ricos, hubieran pulverizado el valor de sus stock options, y muchos directivos de banca hubieran tenido que dimitir sin maravillosas indemnizaciones en lo que podría ser considerado un despido procedente por negligencia grave en sus funciones. Es decir, por asumir grandes riesgos hasta hundir la empresa que dirigían. Además, muchos fondos de inversión habrían sufrido las pérdidas que realmente existían, tan justas como los beneficios que estas entidades les reportaron durante años. Paralelamente, muchas entidades habrían tenido que ser nacionalizadas temporalmente, es decir, salvadas por el estado, pero esta vez a cambio de un justo precio por el riesgo asumido: la propiedad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...