Este podría haber sido el titular de la reunión de ayer de la Reserva Federal. Los mercados no esperaban que subieran los tipos de interés. La cuestión era si podían sacarse de la chistera algo al estilo Quantitative Easing 3 (QE3) para que los bancos de inversión, a través de sus traders (operadores de corto), pudieran seguir sacando tajada de la manipulación (al alza) de los mercados. También el 10% de americanos que posee la gran mayoría activos cotizados estarían muy contentos de más QE. El resto de americanos, especialmente los 45 millones que solicitan los cupones de alimentos, no deberían celebrarlo, pues a ellos básicamente les reportaría más inflación.
De momento no está oficializado el QE3. No obstante, en los próximos meses saldremos de dudas. En la reunión, tres miembros de la FED se mostraron contrarios a volver a crear dinero público para seguir distorsionando los precios de los activos; quizás porque la inflación creada por el QE2 todavía se está materializando en la economía o quizás porque sólo hace un mes y nueve días desde el final de QE2, lo que sería reconocer lo ineficiente y adictivo de dicha herramienta contraria a la economía de mercado. Desde 1992 no ha habido tanta discrepancia entre los miembros de la FED.
Lo que sí dijo la FED es que mantendría los tipos de interés prácticamente a 0 hasta mediados de 2013, ¡DOS AÑOS MÁS A SUMAR A LOS CASI TRES QUE YA LLEVAMOS! Suerte que era temporal esta situación anormal, pues cualquiera que sepa de macroeconomía sabe que es muy peligroso mantener tipos reales negativos (tipos menores que la inflación). Greenspan mantuvo los tipos de interés al 1% durante un año y le acusaron de fomentar la burbuja inmobiliaria. En mi opinión, la declaración de la FED equivale a decir: “Bienvenidos a Japón”, que lleva dos décadas con tipos a cero y todavía espera la recuperación. La realidad es que la FED nunca tuvo una estrategia de salida de dicha política. Se limitaron a arriesgar el futuro económico mundial aplicando medidas macroeconómicas no ortodoxas y de consecuencias, como el propio Bernanke dijo, absolutamente desconocidas. Ahora, tres años después, siguen doblando la apuesta, cual ludópata que quiere recuperarse de las pérdidas acumuladas.
Entonces, ¿por qué mantener tipos tan bajos? Lo explicó recientemente Hoenig, el único miembro de la FED que ha votado sistemáticamente en contra de esta política monetaria extrema. Este dijo que mantener los tipos de interés tan bajos, además de ser un riesgo para la economía, son una ayuda a la gran banca y penalizan a los ahorradores frente a los deudores. Bernanke cree que si obliga a todos los inversores a invertir en los activos con riesgo, que es lo que hacen libremente cuando previamente tienen confianza en la economía, la confianza vendrá. En mi opinión, es tan utópico como el comunismo pues le falta un elemento imprecindible, el libre albedrío. El inversor debe elegir libremente, y no porque alguien manipule los mercados para dejarle sin opciones.
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