jueves, 31 de enero de 2013

DICEN, DICEN, DICEN...

¿Recuerdas el dicho popular "a todos nos gusta quejarnos"? Pues los miembros de los Bancos Centrales no son una excepción. El Presidente de la Fed de Richmond, Jeffrey Lacker, dijo hace pocos días que habría que terminar lo antes posible con los programas de Quantitative Easing (QE) porque los riesgos ya no compensan los beneficios, pero la Fed sigue erre, que erre con sus inyecciones monetarias. Las autoridades del Banco de Japón reconocieron hace algún tiempo que llevan casi dos décadas con el QE y que no es muy efectivo para mejorar la economía, pero con el nuevo gobierno ¿qué hace el Banco de Japón? Claudicar ante la presiones del nuevo Premier a cualquier atisbo de independencia del poder político, y dar más gas a fondo en el QE. Mervyn King, Gobernador del Banco de Inglaterra (BOE), recordaba hace algunos días que el QE pierde eficiencia con las inyecciones adicionales, que el QE no puede seguir siendo lo que sostenga la economía (en referencia a las reformas de los gobiernos), que la banca necesita más capital para poder prestar y para generar confianza, y que se recrudecerá la guerra de divisas en 2013. Pero eso sí, el BOI sigue erre, que erre.

Hablan mucho, pero siguen haciendo lo contrario de lo que opinan. Supongo que siempre es culpa de los demás: primero, los gobiernos no hacen sus deberes. Segundo, yo hago mil y una burradas para que aquellos puedan seguir sin cumplir con sus responsabilidades. Tercero, me las doy de bueno, criticando públicamente esa falta de responsabilidad de esos gobiernos, aunque yo sea el colaborador necesario en ese despropósito.

En referencia a la banca, tres cuartos de lo mismo. Lógicamente, prefiere recapitalizarse con los beneficios futuros que genere durante esta década antes que ampliar capital, diluyendo a sus influyentes accionistas y dando entrada a otros a precios de crisis. El Banco Central puede exigirles que amplíen hoy, pero prefiere, seguir manipulando los mercados y adulterando la economía para facilitarle sus beneficios a la banca.

Esta vez te detallo la opinión de Andrew Haldane, Director Ejecutivo del BOE, quien ha descrito una película similar. Haldane describió el too big to fail actual, es decir, el que todavía hoy unos tengan más derecho que la mayoría a ser salvados y beneficiados con el dinero público: "This translates into a large implicit subsidy to the world’s biggest banks in the form of lower funding costs and higher profits. Prior to the crisis, this amounted to tens of billions of dollars each year. Today, it is hundreds of billions (Haldane 2012)."

De vez en cuando, a las autoridades se les escapa alguna verdad. La última víctima de semejante virus has sido el Ministro de Trabajo francés, Michel Sapin. Al pobre, se le escapó en una entrevista que el Estado francés "está quebrado". Pero claro, como un político sólo puede decir aquellas verdades del barquero que le dan votos, rápidamente ha salido en Ministro de Finanzas a recordar al mundo que Francia es muy solvente y tiene mucha credibilidad. Alguien debería explicarle al Sr. Sapin que, si vas a hablar claro y a decir la verdad, te has equivocado de profesión.

Como es habitual, dado que los mercados viven ajenos a toda realidad planetaria, estas noticias sobre Francia no afectaron al euro, que siguió apreciándose como si eso no fuera con él. Igualmente, la bolsa, el crudo, o cualquier otro activo cotizado continuó en modo "inflate", tal y como vienen deleitándonos desde hace trimestres, gracias a la burbuja monetaria que nos están regalando los tres Reyes Magos de Occidente (Bernanke, Draghi, y King). En el mercado de divisas, y por extensión financiera también en el resto, la manada de traders y especuladores algorítmicos (los programas automáticos de gestión) sólo tienen ojitos para toda noticia que indique que se acelera o reduce la velocidad a la que los Bancos Centrales inflan sus balances (hacen más billetes). Como el BCE empezó el 30 de enero a recibir parte de la devolución de algunos préstamos a bancos realizados bajo el programa LTRO (Long Term Refinancing Operations), se estima que se devolverán inicialmente unos €135000M sobre el billón prestado, los traders consideran que esa reducción del tamaño del balance del BCE merece la apreciación de su divisa, el euro. Cuando un banco central emite más billetes/préstamos, los traders venden esa divisa. Si ahora los recogen de vuelta, la compran. Como te he dicho muchas veces, las burbujas/borracheras no son para entenderlas ni justificarlas, sino para disfrutarlas mientras duran.

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