jueves, 14 de julio de 2011

EL PATRÓN ORO, LA BURBUJA DEL ORO Y LA IRRESPONSABILIDAD DEL "QUANTITATIVE EASING"

Hasta hace varias décadas algunas economías se basaban en el patrón oro, es decir, la cantidad de billetes y monedas en circulación estaban garantizadas por las reservas de oro del país. Para crear más moneda el país debía adquirir más oro, y los ciudadanos podían ir al Banco Central a cambiar su dinero por oro físico. El hecho de apoyar la moneda en algo físico, cuantificable y objetivo daba confianza a los ciudadanos para considerar el dinero como algo valioso, como instrumento de intercambio de bienes y servicios.

Con el paso del tiempo se consideró que ya no era necesario garantizar la convertibilidad del dinero en oro físico pues la ciudadanía ya confiaba en el dinero como instrumento cambiario. Además, el oro es costoso de conseguir, de transportar, de guardar, etc. A partir de ese momento, el dinero valía lo que consideraran los ciudadanos, sin una referencia física que lo avalara.

En los últimos años, el oro, la plata y otros metales preciosos han servido como inversión refugio. El argumento inicial, que ha llevado a importantes fortunas a invertir en ellos, era que las políticas ultraexpansivas de los bancos centrales de los países desarrollados (BCE, FED, Banco de Inglaterra, y Banco de Japón, principalmente) generarían alta inflación y el oro y la plata servían históricamente como refugio en ese escenario inflacionista. Los comentarios de los bancos centrales de países emergentes sobre su deseo de diversificar las crecientes reservas de capital, fruto de su crecimiento económico muy basado en la exportación, comprando oro también ha apoyado el alza de la cotización.

En los últimos trimestres las descontroladas políticas presupuestarias de Obama y monetarias de Bernanke han atraído todavía más dinero a estas inversiones refugio. El experimento macroeconómico del tándem Obama-Bernanke se ha convertido en un arma de destrucción masiva que puede acabar con el sistema monetario tal y como lo conocemos si se produce finalmente una colapso del dólar por una pérdida total de confianza en la mayor divisa del planeta.

La crisis ha rebajado de forma brutal los ingresos tributarios de las economías desarrolladas. La mayoría de sus líderes no han ajustado los gastos del Estado a sus nuevos ingresos -recortar gastos es difícil para todos y más para los políticos, que viven del voto-. Este desajuste está provocando grandes déficits presupuestarios, es decir, que los países desarrollados gastan ahora muchísimo más de lo que ingresan, lo que les obliga a pedir más dinero prestado a los inversores para poder pagar ese desajuste. Por ejemplo, Obama ha generado un déficit anual de $1,5 trillones (un 10% del PIB americano) en los últimos 3 años. Esa irresponsabilidad presupuestaria, impensable para cualquier familia responsable, ha hecho que la deuda existente sobre el PIB nacional se haya disparado hasta poner en duda la solvencia de los países. Grecia es el ejemplo más claro de como los mercados, o sea, los ciudadanos que invierten, no se fían de unos gobernantes que sólo saben gastar hoy el dinero que no tienen y prometer que se ajustarán a la realidad en el futuro.

El Quantitative Easing americano es una aberración monetaria por la que yo me financio a mí mismo creando nuevos billetes porque los mercados no quieren financiarme. Y no quieren porque no se fían de mi política descontrolada, ni de mi solvencia, ni aceptan mi deuda a un tipo tan absurdamente bajo porque lo fabrique la Fed manipulando los mercados. Por eso, los más pesimistas creen que cuando se pierda totalmente la confianza en esta burbuja monetaria y se colapse el dólar habrá que volver al patrón oro, porque allí los gobernantes no pueden crear artificialmente billetitos cada vez gastan más de lo que ingresan, que es la política propia de los dictadores bananeros y que acaba con una gran crisis que empobrece a todo el país. La depreciación del dólar es otra prueba más de hacia dónde nos llevan.

Ayer hizo 13 días desde el fin del "Quantitative Easing 2" (QE2), desde que la economía americana se sostiene sola, sin su Banco Central metiendo dinero a expuertas; y Bernanke ya insinuó el "Quantitative Easing 3"(QE3) por la debilidad económica actual. ¿Volvemos a Matrix? ¿Todavía hay alguien que dude si estamos en una recuperación sostenible o sostenida?

Con este artículo espero haber ayudado a los lectores a entender las implicaciones de algunas políticas actuales y el porqué de la reacción de los mercados. Sólo espero y deseo que los Reyes Magos les traigan a nuestros gobernantes una neurona que les lleve a parar esta barbaridad antes de que sea demasiado tarde para todos.

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