domingo, 12 de enero de 2014

HACIENDO HISTORIA

Los que me conocen personalmente me han oído decir que lo que estamos viviendo en los últimos años y durante esta década saldrá en los libros de historia. Los importantes cambios socioeconómicos que protagonizamos suponen un punto de inflexión frente a lo visto en las últimas décadas. En el mundo financiero también estoy viendo cosas que me llaman la atención porque no son habituales.

Un ataque de ingenuidad e ignorancia nos podría hacer creer que el que varias bolsas mundiales hayan doblado y recuperado en los últimos cinco años es el resultado lógico de que los beneficios empresariales hayan superado los máximos históricos anteriores. Luego, cuando uno indaga, descubre que esos beneficios y su proyección futura son difícilmente comparables con lo de antes, porque hay factores extraordinarios que los han favorecido. Entre ellos, un sistema contable cambiado oficialmente de fiable a conveniente, políticas monetarias (de los Bancos Centrales) peligrosamente extremas, políticas fiscales (las cuentas de los gobiernos) anárquicas, etc.

En las últimas semanas he visto algo que nunca había visto: que diversos analistas de algunos de los principales bancos de inversión mundiales se atrevan a cuestionar el optimismo y la salud de los mercados financieros. Piensa que ellos son creadores de opinión y que, institucionalmente, tienen un virus endémico que es el eterno optimismo que tanto conviene al bolsillo del sector financiero.

Por un lado, me alegro de que cambien, por una vez, realismo frente a intereses sectoriales. Por otro, me sugiere dos cosas:
  • Primera, ¿cuan pasada de vueltas debe estar la situación como para que se atrevan a reconocerlo los que sistemáticamente venden la versión más conveniente?
  • Segundo, es otra evidencia empírica de que no funciona el efecto riqueza de Bernanke.
Cuando Bernanke decidió aplicar su experimento monetario sin precedentes lo hizo con la intención de inventarse/copiar él el efecto riqueza que produce la bonanza económica. El instrumento: tipos de interés, QE, etc. El campo de batalla: los mercados financieros. El objetivo: si los mercados cotizan como si las cosas fueran mejor que nunca, las personas se creerán que todo va mejor que nunca y gastarán e invertirán como nunca (narcisismo ideológico, a mi entender). Lo que la economía provoca generando riqueza, él pretende simularlo creando billetes sin control. Para mí, Bernanke pretende ganar al destino con un farol ideológico similar al que declara una guerra que espera ganar con millones de tanques de cartón.

¿El problema?
  • Que no es sostenible porque sólo funciona para los que tienen principalmente esos activos financieros, los más ricos, y necesitas a la clase media para poder sostener un sistema socioeconómico (no hay ricos suficientes).
  • Que las herramientas utilizadas (políticas monetarias extremas) son muy peligrosas, tal y como ha mostrado la historia.
  • Que la gente es idiota... pero no tanto. Una mentira no funciona si todos saben que es mentira. De hecho, los mercados sólo están actuando temporalmente como si se la creyeran porque las autoridades monetarias les pagan/enriquecen con dinero público por hacerlo. Cuando la manada beneficiada ve difícil poder seguir beneficiándose, la lealtad a esa farsa empieza a resquebrajarse. Como suele decirse, el dinero es muy cobarde.
Hasta miembros de la Fed cuestionaron, en su última reunión, la eficacia marginal que genera el QE.

En el pasado reciente he visto a analistas de bancos de referencia como Deutsche Bank, JPMorgan y otros advertir del riesgo de una bonanza en los mercados basada en generar/improvisar, desde los BCs, desequilibrios y distorsiones en los mercados. Una calma chicha forjada en humo monetario.

Esta vez ha sido Goldman Sachs. David Kostin, Estratega Jefe de GS, ha publicado un informe (acompañado de gráficos históricos) con perlas como:
  • The current valuation of the S&P 500 is lofty by almost any measure, both for the aggregate market as well as the median stock: (1) The P/E ratio; (2) the current P/E expansion cycle; (3) EV/Sales; (4) EV/EBITDA; (5) Free Cash Flow yield; (6) Price/Book as well as the ROE and P/B relationship; and compared with the levels of (6) inflation; (7) nominal 10-year Treasury yields; and (8) real interest rates.
  • Furthermore, the cyclically-adjusted P/E ratio suggests the S&P 500 is currently 30% overvalued in terms of (9) Operating EPS and (10) about 45% overvalued using As Reported earnings.
  • A graph of the historical distribution of P/E ratios clearly highlights that outside of the Tech Bubble, the market has only rarely (5% of the time) traded at the current forward multiple of 16x.
  • S&P 500 is overvalued on both an aggregate and median basis on many classic metrics, including EV/EBITDA, FCF, and P/B 
Podrías pensar que a Ben (Bernanke)  le crecen los enanos pero, si yo fuera Ben te diría:
  1. Di lo que quieras pero mis manipulaciones han hecho doblar la bolsa en 5 años.
  2. Además, hoy las cotizaciones siguen en máximos.
  3. Por último, reclamaciones... a Janet Yellen, que será quien me sustituya a finales de este mes.
En fin, no tengo ninguna duda que la época actual será estudiada por la historia con capítulo propio, ni de que Ben Bernanke será famoso. Queda por ver si sus milagros seguirán siendo calificados como tales o se enquistarán y serán llamados "delirios ideológicos".

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