jueves, 17 de octubre de 2013

LA ESTRATEGIA DE OBAMA SOBRE EL LÍMITE DE LA DEUDA

En EEUU, demócratas y republicanos han alcanzado un acuerdo para elevar el límite de la deuda y para poder así reabrir aquellos servicios federales cerrados durante algunos días por falta de fondos. En realidad, como todas las soluciones políticas, económicas y financieras a esta crisis se trata simplemente de posponer el problema menos de 6 meses, no de solucionarlo. Kick the can down the road... one more time.

Como es habitual en unos mercados que celebran las noticias buenas, las neutras y, especialmente, las malas (porque implican más QE), esto es otro motivo para subir. Por si no eras consciente, antes del acuerdo de ayer, el mercado estaba ya cotizando por encima de lo que estaba antes de que empezara el problema del límite de la deuda. Es decir, incluso si como buenos hooligans de la bolsa obviamos que en las últimas semanas han predominado las noticias malas y/o mediocres en el plano económico y empresarial junto al evidente daño que todo este tema va a suponer para la actividad económica del tercer trimestre, solucionar un problema que ha aparecido te lleva a una situación neutra, no positiva. Pues no, para la bolsa todo es motivo de compra.

Todos los sistemas tienen imperfecciones y el sistema político estadounidense no es una excepción. EEUU tiene un hándicap con los dos principales partidos, el demócrata y el republicano. Los demócratas son intervencionistas, quieren un gobierno muy grande que lo controle todo. Ese deseo de concentración de poder genera ineficiencias económicas en la asignación de los recursos públicos porque las decisiones se toman desde un despacho y por pocos sujetos en vez de por miles de ciudadanos con sus miles de inputs de información. En ese sentido, el amiguísimo y la corrupción que se favorece desde esa concentración de poder es económicamente otra forma de ineficiencia (además de la inmoralidad que supone). En ciertos aspectos, los demócratas tienden a sustituir las decisiones de los mercados económicos por las suyas con un falso y erróneo argumento del bien social (¿ha sido socialmente bueno que se hayan construido en España tantas infraestructuras quebradas desde el inicio y que se vendieron como algo bueno para los ciudadanos?).

“The course of history shows that as a government grows, liberty decreases.”
                                                                                                     Thomas Jefferson 

Personalmente, yo justificaría un cierto grado de intervencionismo cuando es transparente y excepcional, no como norma o forma de vida, que es lo que hay hoy en Occidente. Casi todas las cosas que nos rodean están diseñadas para funcionar bien en un entorno de normalidad según sus parámetros de habitualidad. Una cosa es intervenir a dedo con poca duración y/o intensidad cuando se producen situaciones extremas, anormales, y otra intervenir cada vez que no me gusta donde me lleva la realidad más racional como consecuencia de mis actos anteriores. Intentar crear un mundo equilibrado forjado a base múltiples desequilibrios implementados selectivamente por nuestra apetencia del momento es de una gran ingenuidad y/o soberbia. Supone ignorar que las cosas no suelen estar aisladas (expresado habitualmente como "ceteris paribus") sino que tienen muchísimas interrelaciones que generarán múltiples efectos colaterales.

Los republicanos tienen un problema diferente al intervencionismo. A ellos les pirra tener multinacionales muy fuertes a nivel mundial. Digamos que quieren tener su ejército económico global. ¿Eres consciente de la inestabilidad que puedes generar en un país si provocas una rápida salida de dinero inversor? ¡Eso es poder!, sin pasar por la ONU Ese ejército son los diferentes lobbies empresariales, que financian campañas políticas y siembran una legislación favorable a sus intereses.

En las legislaciones democráticas existen normas para limitar el poder de los que deciden. En el caso estadounidense, el límite de la deuda existe para que un presidente no pueda endeudar ilimitadamente a su país sin conseguir antes el consenso de las cámaras legislativas. Es un mecanismo democrático de control al gobierno.

Obama ha jugado con fuego en este asunto como ya hizo en 2011 y, entonces, le salió bien. Él apura el plazo antes de negociar nada. Calcula entonces que los mercados se pondrán nerviosos ante la proximidad del impago más gigantesco y relevante de la Humanidad, el de la deuda americana. Al caer fuerte los mercados, los medios de comunicación no tienen durante días un titular más relevante. Es el monotema mediático. A continuación, la opinión pública se pone nerviosa esperando a que alguien haga algo para evitar esa debacle y solucione también el shutdown (cierre temporal de algunos servicios federales). Acto seguido, él hace múltiples declaraciones diciendo que no puede salvarles porque los legisladores no le dan un cheque en blanco para que siga gastando lo que no tiene. Todo esto, a pesar de haber sido él, como gobernante del momento, uno de los máximos responsables de esa situación de las finanzas públicas. En 2001, la estrategia le salió bien porque los republicanos no se atrevieron a negociar y condicionar el aumento del límite de deuda a la contención del gasto público futuro y él quedó como ¡ese salvador que es!

En 2013, la cosa ha ido diferente. ¿Qué le ha fallado a Obama esta vez? Varias cosas:
  1. La imagen pública de Obama estaba dañada previamente por asuntos como Siria o el escándalo de espionaje de la NSA (caso Snowden). Por lo que he leído, algunas encuestas muestran un deterioro de imagen que dejaría bien a George Bush Jr. 
  2. Según el calendario establecido en la Reforma Sanitaria, ahora entrará en vigor el grueso de esa legislación, cuya efectividad en algunos aspectos ha sido muy criticada por muchos medios de comunicación y que cuenta con la oposición de muchos republicanos. Esto presiona a la oposición a no ser tan complaciente con "el Presi" como en 2011.
  3. En los mercados no cunde el pánico. Éste fue el gran aliado de Obama en 2011 y que ahora no le apoya. Esto es así porque los mercados dan por hecho que los legisladores no dejarán caer al país y que Bernanke/Yellen seguirán ahí para continuar enriqueciéndoles (más incluso si hay pánico). Como te he dicho muchas veces, hoy a los mercados les importa muy poco la economía ni la política ni incluso los beneficios empresariales. La reacción de los mercados era clave para que la prensa crucificara a sus oponentes políticos. Además, teniendo en cuenta que dos tercios del Senado son millonarios, la tranquilidad de los mercados les quita presión para negociar rápido, algo totalmente diferente a 2011.
La mala noticia es que el problema que hay hoy en el mundo real sobre las finanzas públicas sigue sin resolverse, sin atajarse, sin reconducirse. ¿Y la buena? Que a toda esta manada especulativa que puebla los mercados financieros le encanta lo que entraña esa mala noticia: más dinero público fácil y especulativo para "pasar el bache".

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