jueves, 1 de marzo de 2012

LA ANARQUÍA MONETARIA

Lo que empezó como un chaval fumando un porro por primera vez y ofreciéndole a sus amigos como algo nuevo, excitante, pero sin importancia ni riesgo (según el criterio del chaval) se ha convertido en una pandilla de drogadictos que no puede pasar sin su dosis porque sin ella todo se tambalea. Esos drogadictos son la banca y los gobiernos. Los demás hemos de cuadrar nuestras cuentas en un mundo en crisis (sinónimo de menos ingresos y más impuestos), pero ellos, como tienen su camello monetario particular (el Banco Central), a seguir dopándose (y llevan ya tres años!).

Ayer se supo el resultado de la segunda y, de momento, la última subasta ilimitada de liquidez del BCE a 3 años al 1%. Ochocientos bancos solicitaron €530.000M (similar a la subasta de finales de diciembre), de los cuales unos €200B eran refinanciaciones y aproximadamente €300B eran dinero nuevo, billetes creados por el BCE para sus amigos y para que éstos financien a sus jefes. Otra dosis "temporal" (llevamos 3 años con este cuento, para quien todavía se lo crea). De esta forma, sus amigos consiguen un beneficio fácil y grande (por el diferencial entre el 1% que pagan y lo que rinden los bonos del estado que comprarán) y sus jefes pueden seguir gastando y financiando ese gasto sin ningún tipo de norma, limitación o disciplina. Todo ello hasta que todo mejore (la coyuntura, el consumidor, los balances de los bancos, el déficit de los gobiernos, el endeudamiento, etc) o el sistema financiero global sufra grandes turbulencias o reviente por manipularlo y extremarlo hasta la saciedad. Es el riesgo de la anarquía monetaria global, que es donde nos están llevando los principales Banco Centrales mundiales tras crear en menos de cuatro años unos 7 trillones de dólares nuevos (nuestros) para dárselos a la banca y los gobiernos. Antes, había que dar algún argumento para saltarse las normas, los Tratados, o los principios básicos que rigen nuestro sistema económico, social, y legal. Hoy, con decir que es conveniente, ya está, o ni eso.

Te resumo la travesía. En 2008 llega una crisis de confianza tras los excesos de bastantes años en muchas partes de la economía mundial. Excesos financiados a base de un crecimiento desorbitado del crédito y por la negligencia de todo el sistema (autoridades, bancos, empresas y consumidores). Entonces, las empresas y consumidores se ajustaron recortando capacidad  productiva y endeudamiento, lo que se tradujo en gran recesión e importante aumento del paro. Hoy todavía están ajustando algo su capacidad y en mayor medida el endeudamiento, por eso tardará en recuperar la economía, porque todavía hay excesos que purgar, y eso requiere más tiempo (los ajuste macroeconómicos son largos).

Los bancos, por su papel en la economía, fueron los que necesitaron y todavía necesitan más ajuste, más desapalancamiento, y por eso se les salvó, beneficio que no disfrutaron la mayoría de sectores. También se les regaló una contabilidad que les permitiera dosificar esas pérdidas, es decir, ocultarlas temporalmente mientras van generando beneficios trimestrales que les faciliten aumentar la solvencia sin que perdieran sus accionista y bonistas lo que por las leyes mercantiles y la economía de mercado les hubiera tocado perder (recuerda, me gusta el capitalismo cuando gano y el comunismo cuando pierdo). Así se privilegió a esta casta, no sólo por salvarles sino porque el precio de ese rescate es mantener al resto de la economía sin crédito por muchos años. Si el desmesurado crecimiento del crédito fabricó gran parte de la bonanza económica de las últimas tres décadas, imagina el lógico efecto de secar el crédito más años de lo estrictamente necesario para que la casta financiera no pierda su status.

Los gobiernos quisieron reducir el daño causado en la coyuntura por los ajustes de la economía y lo hicieron, en mi opinión, de una forma poco efectiva, poco prudente, y tremendamente injusta. En vez de dar recursos, que además no tenían y debían pedir prestado, a los mejores gestores, a sus legítimos dueños, los ciudadanos y las empresas, para que éstos decidieran si convenía gastarlos, invertirlos, o reducir deuda, los asignaron a dedo a los sectores económicos más influyentes de cada país. Además, menospreciaron la envergadura (duración y profundidad) de la crisis, lo que ha hecho que sean ellos los que ahora ven comprometida su solvencia.

En estos años, los mercados han visto cómo la banca mostraba una contabilidad irreal (por eso hoy se pagan unos múltiplos tan históricamente baratos por estas empresas) y cómo los gobiernos seguían prometiendo e incumpliendo una gestión responsable de sus recursos,  sólo que ahora con mucho más peligro real de incumplir con sus obligaciones contractuales. Por estos dos hechos, los mercados han estado exigiendo mayores intereses en sus bonos y depósitos a estos colectivos. Como siempre ocurre desde la oficialidad, los malos siempre son otros y los buenos, los que hablan delante del micrófono. No veo en los medios que nadie se pregunte lo evidente: ¿Por qué los mercados exigen hoy tantos intereses a la banca y los gobiernos cuando antes no era así? ¿Es Grecia solvente o no lo es? ¿Y los otros países? ¿Qué excesos, medidas, o circunstancias nos han traído hasta aquí? Al margen del problema de la deuda periférica, ¿hemos solucionado las causas estructurales que nos han traído hasta aquí? Cada analista macroeconómico que leo o escucho (y te aseguro que son muchos) dice lo mismo: con esta medida (la de cada momento) no solucionamos el problema, sólo compramos algo más de tiempo. Por supuesto, nadie habla de lo que puede llegar a costarnos ese tiempo. EEUU hace lo mismo, imprime billetes para que Obama pueda seguir gastando (y manteniendo artificialmente buena parte de la moderada recuperación actual) a la espera de que, un día, por arte de magia, todo esté solucionado.

En otros artículos he hablado de cómo las políticas monetarias están provocando el aumento del precio de los alimentos, lo que está favoreciendo las revueltas sociales globales. Si en los ricos EEUU de América ya hay 46 millones (en 2007 eran 26M) utilizando los cupones de alimentos, imagina los efectos en el resto del planeta.

Hoy te he hablado del proceso de la crisis y de alguno de los efectos nocivos de las políticas monetarias aplicadas. Sin embargo, con motivo de la última subasta del BCE, quiero mostrarte a quien benefician principalmente. Como una imagen vale más que mil palabras, te adjunto un gráfico del S&P que refleja perfectamente quién gana más con esas políticas costosas socialmente. El resultado: rallies artificiales en la bolsa y en otros activos con riesgo, es decir, que no tienen su origen en la economía sino en el dinero que crea EL para ELLOS. 
La FASE A es cuando empieza la recuperación, espoleada principalmente por el rebote natural de actividad, más los estímulos de los gobiernos, y más el programa Quantitative Easing 1 (por el que la Fed compró $850B en paquetes de hipotecas a la banca y $150B fueron a Freddie Mac y Fannie Mae).

Cuando empieza a agotarse el efecto de inventar dinero nuevo (FASE B), la economía (y la bolsa) recae y sigue con su ajuste pendiente. Entonces, Bernanke anuncia otro programa de inyección monetaria de $600B llamado Quantitative Easing 2 (FASE C), lo que provoca subidas en bolsa, materias primas, y depreciación del dólar. De nuevo, cuando se acaba el efecto de los nuevos billetes llega la FASE D, con turbulencias financieras y debilidad económica en el verano de 2011. FASE E, es entonces  cuando Alemania claudica finalmente de mantener algo de disciplina en la política monetaria y se empieza a contemplar que el BCE haga de banco central bananero para "ganar tiempo" (ha inyectado $650B en dos meses). La banca, con su proximidad a los Bancos Centrales, apostó por otra dosis "temporal" de ayuda ... a LOS MISMOS OTRA VEZ, ¡qué suerte tienen algunos! Puestos a saltarse toda ortodoxia monetaria, el BCE podría prestar directamente a los gobiernos exclusivamente para bajar el IRPF y las cotizaciones sociales de las empresas, lo que iría directo a la renta disponible, y además (los ciudadanos) no tendríamos que pagar ese diferencial que hoy cobra la banca por intermediar entre el BCE y el Estado. No se les habrá ocurrido.

Bueno, aquí estamos hoy. ¿Crees que habrá F, G, H...? ¿Terminaremos el abecedario? ¿Cuántas dosis de políticas bananeras aguanta una economía y unos mercados antes de colapsarse? ¿Qué llegará antes la recuperación que nos permita devolver lo muchísimo que debemos (súmale además las pensiones futuras que irán llegando) o la revolución social? Yo no tengo la respuesta pero el juego de las castas dominantes me estremece.

Termino con un recordatorio, los mercados financieros están interconectados entre ellos. Manipulando uno afectas al resto, y suelen seguir la ley del péndulo: cuanto más lo empujas artificial y temporalmente hacia un extremo, más fuerte rebota luego al contrario.

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